La Jornada 6 de marzo de 1997

Las pláticas, durante sorpresiva visita de McCaffrey, McLarty y Berger

Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 5 de marzo Ť La delegación de alto nivel del gobierno estadunidense que viajó hoy a México analizó durante sus reuniones en ese país la próxima visita del presidente Bill Clinton, pero también discutió con las autoridades mexicanas algunos temas surgidos tras la decisión de certificar la lucha mexicana antinarcóticos, informó hoy una fuente gubernamental estadunidense que señaló que han sido muy ``públicos'' los temas que le preocupan a Washington en su relación con México.

``Sandy Berger, Barry McCaffrey y Thomas McLarty fueron a México para discutir con el presidente Ernesto Zedillo y otras contrapartes tanto la próxima visita del presidente Clinton como la continua cooperación de Estados Unidos en asuntos antinarcóticos'', informó a La Jornada un vocero de la Oficina Nacional de Políticas de Control de Droga de la Casa Blanca. El viaje del asesor de Seguridad Nacional, Berger, del asesor para América Latina, McLarty, y del zar antinarcóticos de la Casa Blanca , McCaffrey, no fue anunciado con anticipación y fue revelado una vez que los tres se encontraban en Los Pinos.

Pero esta noche otro funcionario de la administración Clinton insistió que no se trataba de una visita secreta, sino de un simple intercambio entre los asesores principales con sus contrapartes mexicanas. ``Realmente no tenía la intención (el viaje) como un acto de importancia, tuvo la intención de conversar sobre el próximo viaje presidencial'', aseveró el funcionario entrevistado por La Jornada. ``Hubiera habido un viaje incluso si no existiera el asunto de la certificación antinarcóticos, así manejamos normalmente los (preparativos para) viajes presidenciales''. El funcionario reiteró que siempre se había considerado que Berger y McLarty irían a México con anticipación para discutir el viaje de Clinton en abril.

Al mismo tiempo, esta fuente reconoció que los momentos particulares del viaje esta semana y la participación del zar antinarcóticos McCaffrey en la delegación, fue resultado de las recientes controversias de la certificación a México y del arresto del general Gutiérrez Rebollo.

No obstante, cuando McLarty viajó la última vez a América Latina en diciembre, esa visita fue anunciada con anticipación y los planes de viaje de los altos funcionarios del Departamento de Estado normalmente son trasmitidos a los medios.

Según una fuente, Berger y McLarty estaban muy ocupados en afinar los detalles del viaje de Clinton a México, así como para concretar los temas y actos más importantes. ``Dos de los propósitos fueron avanzar sobre la visita del presidente y otros temas como la Comisión Binacional cuya reunión está programada a más tardar para este año'', informó un funcionario de la administración Clinton.

Sin embargo, este mismo funcionario reconoció que los asesores del presidente también utilizaron esta oportunidad para discutir algunos temas particulares que surgieron de la decisión de Clinton de certificar a México, y discutir algunos rubros sobre los cuales Estados Unidos espera más avances.

``Hemos sido bastante públicos sobre los temas que nos conciernen con México'', comentó el funcionario. Una lista difundida por la Casa Blanca la semana pasada incluye demandas para que México realice acciones más agresivas para controlar la corrupción, arrestar a los principales capos , lograr la plena implementación de las leyes sobre lavado de dinero, el permitir a sus agentes portar armas y la extradición de narcotraficantes particulares a Estados Unidos. ``No les puedo decir que abordaron cada uno de estos temas'', comentó un funcionario al escuchar la lista, ``pero es justo decir que las áreas articuladas por Estados Unidos como prioritarias fueron discutidas'' hoy en México.