La Jornada 6 de marzo de 1997

El programa económico ``ha sido bueno a secas'', indicó Madariaga

Roberto González Amador y Víctor Cardoso Ť Para José Madariaga Lomelín, uno de los personajes que vivieron desde los primeros círculos la crisis que sacudió al país a finales de 1994, los resultados numéricos del programa económico ``han sido buenos'' a secas. Pero, ataja el presidente de la Asociación de Banqueros de México (ABM), ``el sacrificio que tuvo que hacer la población todavía no se ve compensado''.

A unas cuantas horas de que deje la presidencia de los banqueros, que ocupó los últimos 30 meses, Madariaga Lomelín recapitula sobre los acontecimientos económicos del país en 1995 y 1996, y asegura: ``la verdadera función de un gobierno, que es generar prosperidad para toda la población, sigue siendo una asignatura pendiente''.

Madariaga Lomelín recuerda: ``Cuando tomé la presidencia de la Asociación de Banqueros, en octubre de 1994, México estaba, como país, a punto de recibir el grado de inversión, que lo ponía en la cola para llegar al primer mundo. La devaluación de diciembre de ese mismo año nos arrojó hasta la cola de países del cuarto mundo. Y todo eso pasó en menos de 60 días''.

En entrevista con La Jornada, el presidente saliente de la ABM, quien dejará el cargo de representación de los banqueros este viernes, habla sobre la evolución económica del país, sobre las asignaturas pendientes y, en un año de elecciones, asegura que el valor más importante que debe consolidarse en el país es la democracia.

El programa económico puesto en marcha por el gobierno para superar la crisis posdevaluatoria de 1994, asegura, va teniendo éxito y, como consecuencia de ello, la gente comienza a ver con mayor claridad que hay futuro, que el país está iniciando un proceso de recuperación.

La gente hace interpretaciones menos negativas sobre la realidad del país, opina. ``Yo todavía no me atrevo a decir que la percepción es totalmente positiva, no quiero que se tome como una declaración triunfalista. La verdadera función de un gobierno es la prosperidad y la prosperidad se mide en la prosperidad de las personas. Entonces, salir de la crisis tiene mérito, pero todavía la asignatura está pendiente. Salir de la crisis es importante, pero lo es todavía más que el bienestar se sienta en la mayor parte de la población''.

Para el presidente de los banqueros mexicanos, la lección que arroja la crisis, a la que caracteriza como ``una bomba que estalló porque fue mal desactivada'', es no volver a inmovilizar un círculo económico virtuoso que se vuelva a convertir en un círculo perverso. ``Hemos aprendido que todos debemos ser más autocríticos, y creo que ahora sabemos que la mejor forma para que los círculos económicos virtuosos no se conviertan en perversos es la democracia''.

Sobre la actitud que, cree, deben asumir los gobernantes, señaló que el eje del comportamiento es conducirse con verdad. De la actuación del presidente Ernesto Zedillo en los dos años del gobierno reconoce que ha hablado con sinceridad. ``Tenemos que cuidar, el presidente y nosotros, que esta actitud de sinceridad se mantenga. Porque en México quizá los gobernantes no han sido malos, el problema ha sido terminar los sexenios con gobernantes malos. Al inicio de las administraciones hemos tenido muchos presidentes buenos; al final de los sexenios muy poquitos''.

-¿Como quiénes?

-Ahí nomás la dejo.

Madariaga Lomelín vivió como presidente de la ABM la etapa más difícil de la banca mexicana en por lo menos el último medio siglo.


Antonio Castellanos Ť El secretario de Hacienda y Crédito Público, Guillermo Ortiz Martínez, afirmó que los apoyos al sistema financiero a través del Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa) impidieron una salida masiva de capitales, y aceptó que el problema de la cartera vencida no se ha resuelto del todo. El objetivo central en 1997 y 1998 será reducirla, indicó.

La banca se encuentra en mejores condiciones, pero ``esto no significa que haya terminado el proceso de consolidación. Pasarán todavía un par de años para que se encuentre totalmente saneada y en condiciones de competencia. Lo más importante es que se mejore la calidad de los activos. No hay un proyecto para gravar las utilidades especulativas en Bolsa, subrayó.

En entrevista con La Jornada, el funcionario analizó la problemática económica del país y expresó que en la segunda etapa del gobierno del presidente Ernesto Zedillo será superada la crisis, con un crecimiento vigoroso y la recuperación del poder adquisitivo para que los avances se reflejen en el bolsillo de la mayoría. Reconoció, sin embargo, que el poder adquisitivo no se ha recuperado.

Ortiz Martínez afirmó que si hay vicios en los contratos de crédito, el Poder Judicial los resolverá de manera particular, y descartó que pudiera darse un fallo en términos generales. Ha habido resoluciones de jueces contra la banca, pero también a favor.

Manifestó que el sistema financiero llega a la Convención en mejores condiciones que en 1996. Ha habido un avance importante en el proceso de saneamiento. Los índices de capitalización son más altos; también las reservas de los bancos, y hay seguridad de que no se especulará con el ahorro de los trabajadores, que se captará a través de las Administradoras de Fondos.

Agregó que hay un sistema financiero más sano que hace un año, sin duda, ``pero esto no significa que haya terminado el proceso de consolidación. Pasará un tiempo antes de que esté totalmente saneado y en condiciones de competencia''.

-¿Cuánto tiempo?

-Van a pasar todavía un par de años para que lleguemos a un proceso de consolidación plena y que los bancos estén operando en condiciones totalmente nor- males. La cartera vencida no se ha detenido, pero sí estabilizado. Ha crecido a un ritmo menor que en el pasado.

Según el secretario de Hacienda, mejora el empleo. En la primera quincena de febrero se crearon 60 mil nuevas plazas, y se espera que la segunda parte del gobierno de Zedillo sea de crecimiento vigoroso, diferente a 1995, cuando se perdieron de 60 a 70 mil empleos por mes. La gente entonces estaba muy aprehensiva.

Dijo que en la medida en que continúen las tasas de interés a la baja y la economía vaya mejorando, se podrá mejorar el ingreso familiar. Habrá cada vez más familias en condiciones de rescatar su casa. Por ahora hay un programa de rentas en que el dueño puede pagar una pequeña fracción y luego tener la opción de compra. Las rentas se le considerarán como parte del enganche.

A partir de la crisis, explicó Ortiz Martínez, se pusieron en marcha programas para ayudar a los deudores e incentivos para capitalizar los bancos, pero no se trató de una ``inyección de recursos a la banca. No es un apoyo a los banqueros''.

El objetivo, recalcó, fue preservar la integridad del sistema financiero. Y abundó: ``Me refiero a que si no se hubieran garantizado los depósitos bancarios, hubiera ocurrido una corrida contra el sistema financiero. La gente se hubiera sacado sus depósitos. Los apoyos a través del Fobaproa fueron para garantizar la integridad del sistema''.

Al concluir 1996, el panorama se plantea diferente: creció el Producto Interno Bruto. Se recuperó el nivel de producción, pero no los del ingreso. Los salarios reales, admitió, todavía no están en los niveles que estaban antes de la crisis. Se empieza a dar una vuelta.

La situación es diferente a la que teníamos en 1994, por muchas razones: teníamos una deuda denominada en moneda extranjera muy alta, con vencimientos de corto plazo, déficit en cuenta corriente muy elevado y esas dos situaciones no se presentan ahora.

-Eso nos dicen los indicadores macroeconómicos, pero ¿cómo explicárselo a los trabajadores de ingreso mínimo que no perciben los beneficios en su economía familiar?

-Hay razón de que la gente no perciba los beneficios de la recuperación económica plenamente. Se está empezando a percibir porque hay mucho más empleo. En 96 se crearon 820 mil empleos permanentes en el Seguro Social y los datos de los primeros meses son alentadores.

En la primera quincena de febrero se crearon más de 60 mil empleos, y a pesar de que no se recuperan los niveles de ingreso, el hecho de que haya empleo ha reducido el nivel de angustia y zozobra en que vivió la gente en 1995.

El secretario de Hacienda consideró, por último, que con más empleo se mejorará la situación económica familiar y nacional. Este año vamos a ver primero la detención del deterioro del salario y de la capacidad de compra. Vamos a ver una tendencia hacia la recuperación gradual.