La participación de soldados, necesaria ante la ``corrupción e incapacidad'' de algunos cuerpos policiacos: general y diputado Garfias Magaña
Mireya Cuéllar Ť La participación de militares en el área de Seguridad Pública era necesaria por los niveles de corrupción y de incapacidad de algunos cuerpos policiacos, señaló el general Luis Garfias Magaña, presidente de la Comisión de Defensa Nacional de la Cámara de Diputados, quien confió en que la medida será pasajera porque a nadie le gusta, y menos a los soldados, que estén en las calles.
Entrevistado en la Cámara de Diputados, el militar informó que los soldados que participan en la vigilancia de la delegación Iztapalapa no están de licencia, porque ``los únicos que tienen que correr esos trámites son los que van a acupar cargos de jefes''.
Desestimó los puntos de vista de los analistas que señalan que el Ejército está asumiendo el poder en forma silenciosa, y negó que éste pretenda llegar a la Presidencia de la República.
Militares a la Presidencia
Recordó que en la tradición mexicana los militares que llegaron a la Presidencia lo hicieron vía elecciones, quienes tuvieron que pedir licencia para separarse del servicio de las armas para después hacer campaña política como cualquier ciudadano.
En este contexto, un reportero preguntó: ¿Los generales en este momento darían estabilidad al país en la Presidencia de la República? El militar respondió: ``Habría que ver quién es el candidato; eso sería lo más importante''.
Garfias explicó que la seguridad pública es una parte pequeña de ``la seguridad como un todo''. Cuando la seguridad pública --de las calles-- se deteriora, entonces se crea un problema de seguridad interna, y si no se corrige se produce otro de seguridad externa que afecta a la seguridad nacional.
Pronosticó que, pese a las muchas críticas, la ciudadanía de Iztapalapa verá otro tipo de servidor público en dos meses: Gente más seria, cumplida, ordenada, en fin...; porque esa policía sí es militar y se le puede aplicar el Código de Justicia si se presta a la extorsión. Aunque estén en las calles, ellos siguen siendo militares; son soldados de la tercera brigada.
Afirmó que la policía de la ciudad de México estaba en ``muy mal estado'' y se está tratando por todos los medios de darle una nueva imagen. Ojalá este experimento fructifique en beneficio de los ciudadanos, y ``en dos o tres meses ellos se vayan a los cuarteles, y los otros, los policías, con la instrucción que reciban en el campo militar, sean útiles en el desempeño de sus funciones''.