La Jornada 6 de marzo de 1997

Bloquea el PRI proyecto de respuesta a congresistas estadunidenses

Mireya Cuéllar Ť El Congreso de la Unión no pudo concretar una acción frontal de respuesta al proceso de descertificación de la lucha mexicana antidrogas que se gesta en sectores del Congreso estadunidense, luego que el PRI se opuso a convocar -como planteaban PAN, PRD y PT- a una reunión ``urgente'' con los legisladores de aquel país para advertirles sobre los costos políticos de su actitud en la relación bilateral.

Si bien todas las fracciones cuestionaron el proceso de certificación de Estados Unidos durante la sesión de la Comisión Permanente, como ya lo habían hecho en sesiones pasadas, a la hora de ponerse de acuerdo sobre las acciones concretas para responder al Congreso de aquel país, el PRI optó por rechazar un punto de acuerdo que ya habían firmado PAN, PRD y PT y, en contraparte, planteó ``que se realicen esfuerzos'' para acelerar la realización de la interparlamentaria México-Estados Unidos y ahí discutir el tema.

La oposición no entendió la decisión priísta de última hora, ya que el pasado martes, cuando las comisiones de Relaciones Exteriores se reunieron con el titular de esa secretaría, José Angel Gurría, y le plantearon la posibilidad de que el Congreso mexicano tomara una actitud más activa frente al problema y se reuniera con legisladores estadunidenses, al funcionario le pareció apropiado, según versión del diputado Cuauhtémoc Sandoval.

Aún no iniciaba la sesión cuando Ricardo García Cervantes, coordinador de la bancada panista, y Cuauhtémoc Sandoval, del PRD, empezaron a redactar el punto de acuerdo en ese sentido. Sin embargo, el senador priísta Amador Rodríguez Lozano les hizo saber que su fracción avalaría la propuesta.

Más tarde llegó hasta San Lázaro el diputado Augusto Gómez Villanueva, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores -quien estuvo en la reunión con Gurría-, con una propuesta similar a la que pretendía aprobar la oposición. Pero sus compañeros de partido no cambiaron de parecer y aquél se tuvo que regresar con el documento bajo el brazo.

En la tribuna, el senador priísta Mario Vargas Aguilar argumentó que no era recomendable solicitar una reunión urgente con sus homólogos porque el Congreso mexicano se exponía a un ``desaire'': ``Qué tal si los estadunidenses desestiman la invitación. No estamos en condiciones de exponernos'', apuntó.

Fue entonces cuando planteó ``realizar esfuerzos'' para acelerar la realización de la interparlamentaria México-Estados Unidos y ahí discutir la problemática general del narcotráfico.

``Más que temer al desaire, deberíamos temerle a la persistente intención (de Estados Unidos) de imponer sus criterios, de imponer sus condiciones y de doblegar al Ejecutivo (el presidente Ernesto Zedillo) por falta de un Congreso'', le respondió Ricardo García Cervantes.

El panista trató de convencer al PRI señalando que era mejor saber, de una vez por todas, cómo valora el Congreso estadunidense al mexicano. Les hizo un llamado a correr el riesgo -``quizás no nos volteen ni a ver''- a cambio de saber qué valor tiene en la relación bilateral el esfuerzo legislativo del Congreso nacional.

Aludió a la necesidad de que el Congreso actúe con ``eficacia'', y le advirtió al PRI que ahora es el narcotráfico, en otro momento será la inmigración y después los derechos laborales de los mexicanos que viven en su territorio. No obstante, los priístas no dieron marcha atrás.

Ramón Sosamontes, del PRD, también fue hasta la tribuna para defender la postura de la reunión ``urgente'', y dijo que la intención no es ir a pedir que no descertifiquen al país, sino, cara a cara, plantearles que su proceso agrede a la sociedad mexicana y que el narcotráfico es un problema bilateral que debe ser abordado desde la perspectiva de ambos países.

Planteó también la necesidad de que México promueva en foros internacionales, como la ONU, el rechazo a dicho proceso. Incluso, dijo que el presidente Zedillo debería buscar que todos los jefes de Estado latinoamericanos firmaran una carta en contra de la certificación anual.

Después propuso que el procurador Jorge Madrazo Cuéllar y el canciller Gurría comparezcan ante comisiones del Congreso para que expliquen los acuerdos a que están llegando con Estados Unidos para obtener la certificación. ``No queremos enterarnos por la prensa americana que ya tenemos nuestra DEA mexicana'', comentó Sosamontes.

Por el lado del PT, Alfonso Primitivo Ríos se quejó de que los priístas no aceptaran la propuesta de la oposición y puso sobre la mesa una alternativa: convocar a una consulta nacional que involucre a los diferentes sectores de la sociedad para discutir las estrategias legales y sociales a desarrollar frente al narcotráfico.

También la propuesta del PT, como todas las anteriores, fue turnada a comisiones. Es decir, por propuestas no pararon los legisladores; el problema fue que no pudieron concretar una sola acción.