La Jornada 5 de marzo de 1997

Acusan al FMLN de ordenar homicidios

Carlos Ramírez, corresponsal, San Salvador, 4 de marzo Ť Cuando falta poco más de una semana para las elecciones legislativas y municipales en El Salvador, el Partido Demócrata (PD) acusó a sus ex camaradas del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) de ordenar asesinatos de prominentes derechistas durante el pasado conflicto armado y de manipular un informe de la Organización de Naciones Unidas (ONU).

En un sorpresivo mensaje televisivo, la ex comandante guerrillera y actual presidenta del PD, Ana Guadalupe Martínez, acusó anoche al dirigente del FMLN, Shafick Handal, de ordenar en 1989 la muerte del ex ministro de la Presidencia de la República Antonio Rodríguez Porth, del magistrado Francisco Guerrero, del analista político Francisco Peccorini, del fiscal Roberto García Alvarado y del juez militar Jorge Seraña.

Además, sostuvo que Salvador Sánchez y Facundo Guardado, coordinador del FMLN y jefe de campaña del mismo partido político, respectivamente, planificaron la muerte de un alto militar de apellido Casanova.

Según Martínez, ambos planearon también un falso ataque contra el fallecido dirigente socialdemócrata Guillermo Ungo con la intención de culpar a la derecha del país, ordenaron 400 ajusticiamientos entre 1987 y 1988, asesinaron a la dirigente del FMLN Nélida Anaya, realizaron secuestros en diferentes partes de América Latina y entrenaron a los guerrilleros del peruano Movimiento Revolucionario Tupac Amaru y a los zapatistas mexicanos.

``Los salvadoreños tienen miedo del FMLN y cólera con (el partido gobernante, derechista) Arena (Alianza Renovadora Nacionalista), por lo que consideramos que éste es el momento para recordarle a la gente de El Salvador que el centro es la opción'', dijo por su parte Joaquín Villalobos, ex comandante del FMLN y actual dirigente del PD.

Interrogado por las razones que lo movieron a hacer estas revelaciones junto a Ana Guadalupe Martínez, a 12 días de las elecciones para alcaldes y diputados, Villalobos contestó: ``En política hay que tener sentido de la oportunidad''. Agregó que también lo hizo porque es amigo de los salvadoreños, y ``si soy tu amigo y conozco que alguien te va a estafar, lo menos que puedo hacer es avisarte''.

Villalobos sostuvo que también se trata de una reacción a la ``campaña sucia'' que el FMLN realiza contra el PD, al acusarlo de haber sido comprado por Arena con fondos de la partida reservada de la Presidencia de la República.

Las revelaciones no terminaron allí: Villalobos aseguró que el FMLN realizó varios secuestros, incluso en las postrimerías de la guerra y poco antes de la firma del acuerdo de paz, en enero de 1992, poniendo el proceso negociador en peligro.

Incluso puso en duda la credibilidad de un informe de Naciones Unidas sobre las atrocidades de la pasada guerra civil: ``No sabemos cómo le hizo el FMLN, pero logró que la Comisión de la Verdad nos enlodara a y ellos quedaron limpios''.

La comisión nombrada por la Organización de la ONU detalló en 1993 listas de altos mandos militares responsables de graves violaciones a los derechos humanos en la guerra de 12 años, pero también recomendó la inhabilitación política de varios líderes guerrilleros, entre ellos Villalobos y Martínez, por ordenar el asesinato de alcaldes. Ambos encabezaban el Ejército Revolucionario del Pueblo, el más radical de los cinco grupos guerrilleros que conformaban el FMLN, legalizado como partido tras el fin de la guerra.

En respuesta a las acusaciones, el jefe de la bancada del FMLN, Gerson Martínez, dijo que las revelaciones del PD ``son pura miseria humana'' y acusó a sus dirigentes de ``estar a sueldo'' de Arena porque ``para subsistir tiene que arrodillarse ante el poder económico''. También recordó que en el informe de la ONU ``se dijo que el 95 por ciento de las violaciones a los derechos humanos los cometió la derecha''.

El FMLN asegura que Arena impulsa una campaña de difamación ante el temor de perder poder político en las elecciones del 16 de marzo, en las que participan un total de 14 partidos políticos y en las que la ex guerrilla izquierdista se ubica en el primer lugar de las preferencias electorales, seguida por Arena, mientras el PD --que firmó un pacto con el gobierno a cambio de puestos parlamentarios-- ocupa uno de los últimos lugares.