La Jornada 2 de marzo de 1997

Hoy definirán PAN y PRD sus candidatos al gobierno del DF

Alonso Urrutia Ť Lejos de los privilegios que les entregó el salinismo, enfrentados abiertamente con el priísmo y en la antesala de una campaña que se perfila como una agria disputa, Acción Nacional iniciará hoy la fase final en su carrera por ganar la capital con la elección de su candidato a jefe de gobierno, en Convención Regional.

Las opciones, disímbolas por su origen: Carlos Castillo Peraza, con larga militancia en el PAN, a quien dirigió en tiempos de salinismo, en esos tiempos en que él mismo definió como el de las ``salidas políticas''. Francisco José Paoli, coFrta trayectoria panista, pero en la que ha escalado hasta ser ahora miembro del Comité Ejecutivo Nacional.

Hoy, el ex dirigente nacional intenta ``conquistar la capital del país'' en tiempos en que el PAN cosecha las tempestades de su colaboración y ruptura con el gobierno. Para ello da su personal visión del sexenio de Carlos Salinas: ``Fui el dirigente que más le ganó al PRI de Salinas''.

Panista de sepa, dirigió en los principios de su trayectoria a la Asociación Católica de la Juventud Mexicana y fue miembro de la Unión Social de Empresarios. En sus haberes están su larga militancia coronada con la dirección nacional del partido entre 1993 y 1996, exhibida con vehemencia en cada encuentro con los panistas; en su déficit, la soberbia que han padecido incluso los panistas de la capital, a quienes hoy aspira a abanderar.

Paoli, político incubado en la izquierda de los setenta, fundador del Partido Mexicano de los Trabajadores hasta 1981, fecha en la que inició un largo viraje hacia Acción Nacional, partido al que él mismo define como una opción de centro y al cual representa como asambleísta.

Invitado por quien ahora le disputa la candidatura, Paoli Bolio fue diputado en 1991, en lo que fue el prólogo de su ingreso al PAN. ``La lucha de clases no es ya el único motor de la historia'', ha sostenido quien fue el responsable de coordinar la elaboración de la plataforma política del PAN para este proceso.

Como miembro de la Asamblea de Representantes del Distrito Federal, Paoli ha forjado un conocimiento amplio de la problemática de la ciudad que es una de sus principales cartas junto con su habilidad concertadora, que ha sido también una de sus principales ofertas: un gobierno con capacidad de diálogo.

De entre estas dos opciones tendrán que elegir los 2 mil 94 delegados panistas que hoy asistirán al Gimnasio Juan de la Barrera, que representan algo más del 70 por ciento de la militancia de Acción Nacional en toda la ciudad. Una convención con costo superior a los 600 mil pesos de escenografía, alquiler y promoción.

Padrón de 3 mil 250 panistas, que es una debilidad manifiesta de un panismo que aspira a gobernar a 8.4 millones de capitalinos. Reconocimiento privado de los límites, que obliga a una acelerada construcción de las redes de simpatizantes de cara al proceso electoral.

Agosto de 1996. Tlaxcala. Carlos Castillo Peraza recrimina a los panistas en la capital que entonces lo ven como potencial candidato en la incipiente carrera por la postulación: ``No somos capaces de llenar ni el Angel de la Independencia''.

Es la otra cara de las encuestas que vaticinan consistentemente el triunfo de Acción Nacional.

Enero de 1996. Nueva York. Ya en plena campaña como precandidato, Castillo Peraza asegura ante la Americas Society que va a ganar la Convención Regional y que el PAN va a derrotar al Partido Revolucionario Institucional en la capital. Son ya tiempos electorales.

Con la Convención Regional de hoy finaliza poco más de un mes de campaña política en la privacía del panismo y sin debate entre los contendientes, rechazado por Castillo Peraza.

Favorito desde que determinó participar en la contienda, Castillo Peraza podría obtener el triunfo con una votación equivalente a 65 o 70 por ciento, según pronostican miembros de su equipo en función de los respaldos que ha recibido y del rumbo que ha tenido su campaña, a pesar de su intermitencia por viajes o por enfermedad.

En contrapartida, Paoli Bolio efectuó una intensa campaña para tratar de revertir la desventaja inicial en cuanto a la imagen al interior del panismo. Una campaña en ascenso que, a decir de su equipo, les permitirá disputar fuertemente la Convención Regional de hoy, a pesar de que compite con el ex dirigente nacional del PAN.

``Nos preparamos para ganar y llegamos en condiciones equilibradas para ello'', señalan sus correligionarios.


Alberto Nájar Ť Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y Porfirio Muñoz Ledo Lazo de la Vega constituyen la columna vertebral del Partido de la Revolución Democrática, eje en el cual confluyen todas las sectas, grupos, simpatizantes y colaboradores de la organización.

Juntos arrasaron en 1988, cuando ganaron 37 de 40 distritos electorales. Nueve años después, esto último es motivo común para contender por la candidatura a jefe de gobierno de la ciudad: la certeza de que la hazaña puede repetirse.

A los comicios de este domingo llega cada cual con el apoyo de uno de los dos grupos que controlan el comité estatal. La Alianza Izquierda Democrática (AID) está con el ingeniero, con más o menos presencia en 13 delegaciones políticas; a ésta pertenece el actual presidente del partido, Armando Quintero, y una parte importante de los integrantes del comité estatal.

Muñoz Ledo cuenta con el respaldo de la Corriente por la Reforma Democrática, a la cual se unieron, entre otras organizaciones, la original Asamblea de Barrios (AB), encabezada por Javier Hidalgo. Tienen presencia sobre todo en las delegaciones de Iztapalapa y Gustavo A. Madero, donde también existe el mayor número de afiliados del partido, y en Miguel Hidalgo, bastión de la Asamblea de Barrios.

Cárdenas, por su parte, cuenta con el apoyo de la AID, con presencia en 60 por ciento del territorio, e incluso entre sus filas militan 500 presidentes de colonia. Se contabiliza el impacto que su imagen tiene en la sociedad, pues a lo largo de su campaña recibió adhesiones de muy diversos sectores: intelectuales, académicos, ambientalistas, trabajadores del DDF, campesinos y el Consejo Estudiantil Universitario.

Sin embargo, detrás de esta movilización interna en la postulación de los precandidatos existe una serie de intentos fallidos por concretar una planilla única, con Cárdenas a la cabeza y Muñoz Ledo como eventual coordinador de la fracción perredista en la Cámara de Diputados. Esta fue, al menos, la apuesta del comité estatal perredista desde diciembre pasado, con la intención, argumentaron, de aprovechar al máximo la potencialidad de cada uno. Al final, tras consultas y reuniones, no hubo consenso.

Mientras, las corrientes establecieron los acuerdos necesarios para evitar desgarramientos después del 2 de marzo, independientemente del resultado de la elección. El hilo conductor son las candidaturas a diputados locales y federales, así como las listas plurinominales.

Por ejemplo, se concretó un acuerdo de unidad en las 70 posiciones en disputa que garantiza a los abanderados su postulación y, eventualmente, la victoria el 6 de julio. Hasta la noche de ayer, en la mitad de los 40 distritos locales existía planilla única, lo que significa que en esas zonas no habrá elecciones; en el resto el apoyo mayoritario será para los aspirantes de consenso.

En esta negociación las cabezas de los grupos tienen asegurada su posición, como René Bejarano, de la AID, quien sería el próximo coordinador de la fracción perredista en la ARDF; Javier Hidalgo, candidato a asambleísta; Ruth Zavaleta, a una posición similar, o Estrella Vázquez, de CA, aspirante a diputada federal.

El arreglo sirvió para calmar los ánimos a lo largo de la campaña y justifica declaraciones sobre que quien gane en los comicios de hoy domingo no provocará rupturas y recibirá el respaldo del partido en pleno. En los hechos, de esta carrera todos serán ganadores.