La Jornada 20 de diciembre de 1996

La crisis en Perú, sin cambio; pide Clinton ``no ceder a chantajes''

Reuter, Ansa, Dpa, Afp, Efe y Ap, Lima 19 de diciembre El presidente peruano, Alberto Fujimori, recibió hoy al canciller japonés Yukihiko Ikeda y en carta enviada presidente estadunidense Bill Clinton le aseguró que su principal preocupación es salvaguardar la salud y vida de los más de 400 rehenes cautivos en la residencia del embajador de Japón.

Al romper así el silencio que mantenía desde que la noche del martes un comando del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA) tomó por asalto la sede diplomática japonesa, Fujimori informó a Clinton: ``Quiero asegurarle que estoy ocupándome permanente y conjuntamente con mi equipo para lograr una solución a esta crisis cuanto antes''.

La misiva del mandatario peruano fue en respuesta a la que recibió de Clinton la víspera, y en ella le expresó su agradecimiento por la solidaridad recibida de la Casa Blanca y le anuncia que le telefoneará en cuanto le sea posible.

En su carta, Clinton pidió a Fujimori no ceder ante el ``chantaje'' del grupo armado. Sin embargo, entre los rehenes figuran dos ministros peruanos, un hermano del presidente, jefes policiales, congresistas, jueces, y casi una veintena de diplomáticos, entre ellos cuatro funcionarios de la ONU.

Fujimori, quien también ha recibido numerosos mensajes de apoyo de otros gobiernos y organismos internacionales, enfrenta además el hecho de que más de un centenar de ciudadanos japoneses están cautivos justamente en territorio japonés en Lima, por lo que cualquier decisión deberá tomarse de común acuerdo con Tokio.

En ese contexto, este día el presidente recibió por la noche al canciller japonés Yukihiko Ikeda, quien llegó acompañado de un centenar de funcionarios, entre los que oficialmente se descartó la presencia de efectivos militares especializados en este tipo de contingencias. Lo acompañan además embajadores de Tokio en América Latina y especialistas en la región.

Se informó que Ikeda entregó a Fujimori una carta personal del premier Ryutaro Hashimoto. Antes de abandonar Tokio, el canciller declaró que el objetivo de su viaje era ayudar a superar la crisis en forma pacífica, anteponiendo la seguridad de los rehenes.

La delegación japonesa se reunió durante 50 minutos con Fujimori, y luego se entrevistó con el negociador gubernamental Domingo Palermo.

El gobierno japonés confirmó que las instrucciones de Hashimoto para Ikeda son cuatro: la misión japonesa deberá mediar en la crisis; Japón hará todo lo posible para lograr una solución pacífica a la crisis, anteponiendo la vida de los rehenes; deberá intercambiar opiniones con delegaciones de otros países y la Cruz Roja Internacional, así como mantener reuniones con japoneses y peruano-japoneses en Lima.

Durante una escala técnica en California, Ikeda telefoneó al secretario de Estado, Warren Christopher, quien le expresó el deseo de Washington de seguir trabajando con Tokio para ayudar a resolver la crisis.

Sin embargo, no se descartan divergencias entre Japón y Estados Unidos en cuanto a la forma de enfrentar el problema; en tanto Fujimori está fuertemente presionado por Tokio, por Washington y por todos los países involucrados en la crisis, que piden seguridad para los suyos.

Mientras la Cruz Roja Internacional instaba a las partes a abstenerse de recurrir a la fuerza, por la noche fue cortado el suministro eléctrico en el exclusivo barrio de San Isidro, donde está la sede tomada. Por su parte, decenas de ciudadanos peruanos acamparon frente a la residencia japonesa con velas encendidas para establecer una vigilia en favor de la vida de los rehenes.

Grupo de Coordinación

Esta noche, el gobierno peruano informó sobre la creación de un grupo especial de coordinación que canalizará las propuestas internacionales encaminadas a lograr la liberación de los rehenes, atenderá a los enviados de los gobiernos, recogerá sus planteamientos y les mantendrá informados del curso de los acontecimientos.

Un día antes del asalto, guerrilleros encarcelados del MRTA denunciaron en una carta las condiciones ``violadoras de los más elementales derechos humanos'' a las que se hallan sometidos. La misiva, que salió de la prisión limeña Miguel Castro Castro, señalaba que el gobierno se negaba a atender sus reclamos.

Desde esta mañana, el gobierno y el comando del MRTA acordaron designar a un negociador neutral, nombramiento que recayó en el suizo Michel Minnig, representante de la Cruz Roja Internacional en Perú, quien se encuentra entre los cautivos coordinando la entrega de víveres y medicinas.

Minnig estuvo a la cabeza de la delegación de la CRI en el Cáucaso y en Bosnia, donde se dedicó a la búsqueda de desaparecidos y a la protección de minorías étnicas, lo que lo ha convertido en el garante de los 460 rehenes.

Esta mañana el presidente Fujimori se reunió con su gabinete, y según trascendidos, el gobierno estaría barajando la posibilidad de indultar a 40 rebeldes del MRTA encarcelados, entre ellos su máximo líder, Víctor Polay Campos, quienes serían canjeados por un número igual de rehenes.

Un vocero de la cancillería alemana dijo que el embajador canadiense Anthony Vincent debería reunirse con Polay Campos en cumplimiento de ``las exigencias de los secuestradores''. Agregó que Vincent, quien junto con otros cuatro diplomáticos comenzó a mediar ayer, deberá volver a la residencia del embajador japonés.

La prensa local difundía también la versión de que Palermo ofrecerá al comando rebelde un avión para que abandone el país, y se menciona a Cuba como posible destino. Pero el encargado de negocios del país caribeño en Lima, Armando Báez, dijo no haber recibido planteamiento alguno. Por su parte, la emisora Radioprogramas de Perú aseguró la noche del jueves que el gabinete habría acordado no liberar a ningún rebelde detenido.

Según las fuentes, si los guerrilleros no aceptaran la propuesta, se procedería a tomar el inmueble a sangre y fuego. Pero el consenso internacional --excepción hecha de Estados Unidos, que se inclina por el uso de la fuerza-- exige una solución pacífica.

Durante la sesión ministerial --segunda en menos de 24 horas-- también se acordó que Fujimori siga al frente de las negociaciones. Se espe

En tanto, el grupo armado liberó a siete jóvenes, y más tarde a otros cuatro hombres de origen asiático.

Tensión en la zona

La tensa calma en torno a la residencia del embajador Aoki se rompió esta tarde con un par de detonaciones que resonaron desde el interior del inmueble, aparentemente hechas para llamar la atención sobre el cerco policacio y militar en torno a la zona; la policía ha despejado el área de autos y mantiene alejada a la prensa.

Fuentes oficiales citadas por agencias de prensa confirmaron la creación de una fuerza especial de intervención rápida integrada por policías y un grupo de élite de la Infantería de Marina, que intervendría si los rebeldes comenzaran a ejecutar rehenes.

La policía antiterrorista, que admitió contar con asesoría internacional interrogó a unos 45 mozos y tres empleados del embajador liberados el miércoles, y detuvo a dos sospechosas. También reforzó la seguridad en torno al penal de Yanamyo, Puno, donde están encarcelados miembros del MRTA.

Minnig, el negociador neutral, informó que la situación en el interior de la residencia es de calma. La Cruz Roja Internacional a su cargo envió hoy más alimentos, medicinas y otras provisiones.

Cuando algún gobierno requiere la mediación de la CICR, se exige a las partes no recurrir a la fuerza durante ese proceso. Pero el ex secretario general de la ONU, Javier Pérez de Cuéllar, aseveró que si el gobierno peruano se sienta a negociar, abriría un precedente muy peligroso en el país y en el ámbito internacional.

La situación de los 460 rehenes, de acuerdo con la cifra oficial brindada por la CICR, se complica progresivamente por el hacinamiento, ya que están concentrados en sólo dos pisos del inmueble, donde sólo se dispone de cuatro baños, por lo que se gestiona la entrega de baños portátiles.

Aún se discute cómo ingresó el comando rebelde a la residencia del embajador Aoki; ahora se cree que abrió un boquete con explosivos, y que no penetró a través de un túnel, ni con sus integrantes disfrazados de meseros, como se expeculaba inicialmente; también existe la versión de que en el grupo habría al menos tres extranjeros.

Mientras los analistas elucubraban sobre las consecuencias económicas de esta crisis, que comenzó a reflejarse en la caída del flujo turistico y el cierre indefinido de la bolsa de valores ante el declive en sus operaciones, medios televisivos exhortaron a los peruanos a repudiar el asalto e izar banderas en señal de apoyo a los rehenes.

Por último, se informó que decenas de ciudadanos peruanos acamparán la noche del jueves, portando velas encendidas, en las cercanías de la residencia diplomática de Japón en Lima, en una vigilia por la vida de los casi 500 rehenes que permanecen en poder de guerrilleros del MRTA.

``Convocamos a los familiares de los rehenes aquí porque este es el momento de tomar acciones; no podemos continuar esperando que otros que no saben lo que estamos sufriendo solucionen los problemas'', dijo por su parte el legislador opositor Manuel Lajo