La Jornada 20 de diciembre de 1996

Fue ``el Casanova del siglo XX'', ``el último gran clown'', expresan los críticos

El Casanova del siglo XX

Arturo García y Renato Ravelo Marcello Mastroianni: ``insustituible''; ``alter ego de Fellini''; ``una de las más grandes presencias masculinas en el cine''; ``icono de la sexualidad''; ``provocador de pasiones'', ``el Casanova del siglo XX''... De esta manera seis críticos describen al actor italiano fallecido ayer. En encuesta responden a tres preguntas: 1) ¿Cuál es la mejor de las películas que filmó? 2) ¿Cuál fue su mejor papel? 3) ¿Es el ``actor del siglo''?

Jorge Ayala Blanco: 1) Para mi gusto la mejor película es la última, se llama Tres vidas y una sola muerte. Es la historia de un hombre que vive cuatro vidas al mismo tiempo; es el gran momento de Mastroianni, del cineasta chileno Raúl Ruiz que vive en París. Es la película que mejor aprovecha las posibilidades de Mastroianni que va de la tragedia a la comedia o a lo sarcástico.

2) Su mejor papel es el de alter ego de Fellini, cuando filmó su psicoanálisis: esa personalidad maniaco-depresiva sublimada; es haber sido Fellini en esa película y la anterior, La dulce vida; y también encarnar esa fantasía y fantasmas de Fellini en cuatro o cinco de sus películas para después hacer esa maravilla de Ginger y Fred.

3) Es el actor italiano del siglo. Yo creo que su cualidad proteica de poder cambiar incluso de identidad con un solo movimiento lo convierte en insustituible. Y además cruza toda la posguerra italiana hasta la época actual, cinco décadas dominadas por la misma personalidad.

David Ramón:1) 8 y 1/2 es su mejor película, porque es la biografía espiritual de Fellini: ahí está la problemática del artista y Mastroianni es realmente su alter ego, entre otras cosas porque Fellini hubiera querido ser guapo. Mastroianni terminó siendo el mejor instrumento de Fellini para expresarse a sí mismo. El artista expresado en la creación a través del hombre que mejor lo expresaba.

2) El papel que mejor representaba era el del seductor italiano, el gran seductor que lo lanzó a nivel internacional; un seductor a pesar de sí mismo, porque las mujeres tratan de seducirlo a él. Todas las mujeres giran alrededor de él.

3) No es el actor del siglo, pero es una de las grandes presencias del cine en el siglo. No es el más grande ni en el cine ni en el teatro. Insisto: es una de las grandes presencias masculinas del siglo, pero no el más grande. Es una gran pena que muera un hombre que tenía gran calidez humana.

Carlos Bonfil: 1) 8 y 1/2 es su mejor película porque fija ya el prototipo en que se le identificará en lo sucesivo: el Don Juan maduro de sienes plateadas, castigador, símbolo sexual. Es como un icono de la sexualidad. Más que en La dulce vida, en Ocho y 1/2 aparece ese prototipo: Guido, ese personaje que es también como una proyección del propio Fellini.

2) Subraya el prototipo del seductor en Ayer, hoy y mañana, que estelariza con Sofía Loren. Pero el mejor personaje es el de Un día especial, de Ettore Scola, en el que interpreta a un homosexual, un personaje memorable. Si debo hablar de una escena, para mí sería aquella en que Sofía Loren hace para Mastroianni un streap tease, y esa misma escena se retoma en Entrevista, donde ya es una parodia.

3) No es el actor del siglo. Se me hace una exageración. Es, sí, uno de los mayores símbolos, uno de los mayores emblemas sensuales del siglo, una encarnación de la seducción.

Naief Yehya: 1) Yo mencionaría dos películas: sentimentalmente prefiero El paso de la cigüeña y El cuidador de abejas, las dos que hizo con Teo Angelópulos. Pero racionalmente la mejor es La dulce vida; 8 y 1/2 también es fundamental pero es cuestión de gustos. La dulce vida es una serie de imágenes que me resuenan; la famosa escena donde bailan en la fuente.

2) Me impresionó mucho en la última que hizo: Tres vidas y una sola muerte. Me impresionó la manera en que pudo hacer varios papeles en una sola cinta. Bastaba un gesto para cambiar de personalidad; fue impresionante su manejo, cómo entraba en el personaje: era algo tan fluido. Entrar en un personaje era salirse del suyo.

3) Yo le desarrollé una enemistad por este tipo de cine de elegancia tan afectada, de cine rimbombante y petulante que es el que más me molesta, pero creo que a pesar de esos papeles hizo dos, tres, una media docena de cintas totalmente indispensables. No es un actor al que le tuviera especial admiración, pero hay dos o tres momentos en su carrera que me parecen culminantes en la historia del cine. Pero no estaría de acuerdo en decir que es un actor del siglo.

Miguel Barbachano Ponce: 1) En su ultimo filme él hace un obituario sobre la muerte, que al fin y al cabo fue un obituario de su propia muerte. Eso me tiene francamente conmovido. Los mejores trabajos para mí son los que hace con Federico Fellini: La dolce vita y 8 y 1/2. De los trabajos con Michelangelo Antonioni el de La noche. Mastroianni interpreta y apoya toda la construcción de nuestro tiempo. El tránsito entre la década de los cincuenta y principios de los sesenta. El encarna la mirada del monstruo con la cual termina la cinta. Este monstruo que aparece en la playa es esta corrupción del fin de milenio.

2) Creo que el mejor papel, más allá de sus trabajos con Antonioni y Fellini, es el de Casanova. Hizo un primer Casanova con Fellini y después realiza un segundo Casanova, en La noche de Varennes, con Ettore Scola. Viene a ser el Casanova del siglo XX.

3) Eso tendríamos que discutirlo. Viene a ser para la mujer de la segunda mitad el Romeo, el Casanova, la imagen del hombre del fin del milenio.

Julia Elena Melche: 1) Una de mis favoritas es La dulce vida. En la que también me gustó mucho fue en Entrevista; era un personaje muy nostálgico, una recopilación de los personajes que había hecho con Fellini.

2) De actor joven lo recuerdo al lado de Sofía Loren, creo que en Matrimonio a la italiana. Ya viejo, estuvo bien en el papel que representó en Ginger y Fred. También me gustaba cuando representaba al Casanova, al hombre provocador de pasiones; ese tipo le quedaba muy bien.

3) Tanto como el actor del siglo, no. Fue muy buen actor, muy versátil, más que nada en papeles mordaces. Fue muy importante para el cine italiano representativo de los cincuenta y sesenta, pero no creo que haya sido para tanto. De todos modos ha sido una gran pérdida para el cine italiano.