Reprime la policía venezolana una marcha universitaria en Caracas Presuntos infiltrados arrojaron bombas incendiarias contra el Parlamento Los uniformados respondieron con gases y chorros de agua
Afp, Ansa, Dpa, Efe e Ips, Caracas, 29 de octubre Policías antimotines venezolanos dispersaron hoy con gases lacrimógenos y chorros de agua a varios miles de estudiantes que, encabezados por los rectores de 17 universidades públicas del país, demandaban más recursos para el sector.
Los disturbios comenzaron cuando un grupo de encapuchados --infiltrados, según los universitarios-- arrojaron bombas incendiarias contra el Parlamento y los uniformados, quienes, apoyados desde el aire por un helicóptero, lanzaron gases lacrimógenos y chorros de agua a los universitarios a lo largo de la estrechas calles del centro histórico caraqueño.
Las autoridades informaron que un agente resultó quemado en un brazo y una periodista fue herida en la cabeza; no hubo detenciones o lesionados entre los estudiantes, pero según fuentes universitarias, un número indeterminado de alumnos del interior no regresaron a los autobuses que los llevaron a Caracas.
Una camioneta de la empresa de electricidad capitalina fue dañada, y agentes de seguridad desactivaron un artefacto explosivo arrojado a los jardines del Congreso.
La tensión comenzó en la mañana, cuando fuerzas de seguridad bloquearon accesos a la capital para impedir que varios miles de estudiantes se sumaran a la manifestación, convocada por la Federación de Asociaciones de Profesores Universitarios, y respaldada por el Consejo Nacional de Universidades. Los estudiantes pudieron ingresar finalmente a la capital, luego de una llamada del rector de la Universidad Central de Venezuela, Trino Alcides Díaz, al ministerio del Interior.
Encabezados por los rectores de 17 universidades del país, unos cinco mil estudiantes marcharon pacíficamente desde el campus de la Universidad Central hasta una céntrica plaza cercana al Parlamento, a donde ingresaron los rectores.
Un centenar de manifestantes traspasó los límites fijados a la marcha y, coreando consignas antigubernamentales, se aproximó al Parlamento, mientras lo comercios del centro cerraban sus puertas y en las calles aledañas había embotellamientos.
Entonces, un grupo de encapuchados arrojaron bombas molotov a las puertas del Parlamento, a lo que la Guardia Nacional y policías antimotines respondieron con gases lacrimógenos y chorros de aguas.
El rector de la Universidad Central, Trino Alcides Díaz, lamentó que la manifestación, que pretendió ser ``democrática, pacífica y cívica'' en pos de recursos indispensables para no paralizar las actividades universitarias del país, hubiera concluido violentamente al ser infiltrada.
Según Díaz, la protesta fue convocada porque de los 300 millones de dólares aprobados para las universidades como complemento del presupuesto de 1996, para cumplir compromisos laborales, sólo se entregaron 120 millones en diez meses.
Además, según el presupuesto 1997 que el gobierno presentó al Parlamento, las universidades públicas sólo recibirán la mitad de los mil 200 millones de dólares que requieren para su funcionamiento.
En tanto, presos de El Rodeo, en la ciudad dormitorio de Guatire, 30 kilómetros al este de aquí, prosiguieron el ayuno iniciado ayer en demanda de la agilización de sus procesos judiciales y en solidaridad con los reclusos de La Planta, escenario de una matanza hace una semana. El director de El Rodeo, William Avilés, sostuvo que sólo 800 de los mil 117 internos se sumaron a la huelga de hambre, pero los reos dijeron que la medida fue acatada por todos