La Jornada 30 de octubre de 1996

Mil 250 mdd, eje de la guerra de televisoras

Juan Antonio Zúñiga M./ I Un mercado de no menos de mil 250 millones de dólares de facturación anual de publicidad se encuentra en el centro de la disputa de la llamada ``guerra de las televisoras'', que escenifican Televisa y Televisión Azteca, entre acusaciones mutuas ante las que podrían palidecer Catalina Creel, de Cuna de Lobos, o El Aguila Real, de Nada Personal.

Con cerca de 85 por ciento del gasto publicitario en televisión contiende, por un lado, Televisa, la empresa más antigua del ramo en el país, beneficiada en 1994 con el otorgamiento de otras 62 concesiones televisivas que hasta el momento no han sido suficientemente aclaradas, de acuerdo con el vicepresidente de noticieros de Televisión Azteca, Sergio Sarmiento.

Del otro lado del teatro de operaciones se encuentra Televisión Azteca, privatizada en 1993 tras un proceso de licitación pública e investigada por una comisión especial de la Cámara de Diputados debido a presuntas irregularidades, entre las que figura una especie de préstamo triangulado por cerca de 30 millones de dólares que, presumiblemente, otorgó Raúl Salinas de Gortari al presidente de esta televisora, Carlos Salinas Pliego, para apuntalar la puja que resultó finalmente triunfadora.

Con 14 días de retraso hasta ayer, se esperaba que esta comisión especial diera a conocer los resultados de su investigación el pasado 15 de octubre. No lo hizo y, mientras tanto, Televisa reanudó su ofensiva a través de un programa de dos horas, sin cortes comerciales, conducido por el periodista Ricardo Rocha, el 27 de octubre.

Esta no es la primera vez que Televisa arremete en contra de un competidor en la historia de este consorcio. Lo hizo en 1969, cuando inició sus operaciones Televisión Independiente de México (TIM), mejor conocida como el Canal 8, que terminó fusionada a Telesistema Mexicano y de la que propiamente surgió Televisa.

Por lo menos desde diciembre de 1984 desarrolló una táctica equiparable a la ``guerra de baja intensidad'' para obstaculizar el ingreso al mercado de otras opciones de transmisión televisiva por cable, que le harían competencia a su subsidiaria Cablevisión, y por sistemas de señales restringidas que finalmente dieron lugar al surgimiento de Multivisión.

La confrontación se prolongó hasta 1995, cuando el principal propietario de Multivisión, Joaquín Vargas Guajardo, fue invitado a comparecer ante las Comisiones Especiales de Comunicación Social y de Comercio de la Cámara de Diputados, el primero de diciembre de ese año, y planteó a los legisladores: ``Que quede claro, no solicitamos que se revoquen concesiones a esta empresa (Televisa), ni que se le afecte su patrimonio. Nuestro reclamo, desde 1983, es el mismo de siempre, queremos una competencia equilibrada, sana y justa''.

Hasta ahora la zona de conflicto entre Televisión Azteca y Televisa -en la que los programas informativos han fungido de trincheras- sólo ha dejado en claro dos cosas: el proceso de licitación de la primera no parece muy claro y la segunda no está dispuesta a ceder un ápice de su preponderancia en el mercado.

-El proceso de licitación de Televisión Azteca no ha quedado suficientemente claro o no han alcanzado a transparentarlo- inquirió La Jornada al periodista Sergio Sarmiento.

-Yo creo que el proceso de licitación es bastante más claro de lo que se ha pretendido. Creo que Televisa ha tenido mucho éxito en generar la idea de que el proceso de licitación no fue limpio y lo ha utilizado con una serie de medias verdades y mentiras que, sí creo ,Televisión Azteca oficialmente debería desmentir.

Sobre la participación del hermano mayor del ex presidente Carlos Salinas de Gortari en la adquisición de Tv-Azteca, el vicepresidente de noticieros de esta empresa señaló: ``De hecho, tengo información en el sentido de que Raúl Salinas de Gortari siempre quizo quedar en algunas de las compañías que estaban pujando, y tengo información, aún no confirmada, de una fuente que me dice que él estaba involucrado con otro de los grupos, no con el de Ricardo Salinas, curiosamente''.

Sin embargo, la respuesta de Sarmiento no corresponde a lo sustentado en una rueda de prensa el 3 de octubre de este año en el hotel Torreón Plaza, en la capital de Coahuila. Ahí, siempre en su calidad de periodista, sostuvo:

``Ricardo Salinas, como empresario, ha tenido muchos aciertos y también ha tenido muchos errores, como el presidente de la República, como Sergio Sarmiento, como todos los seres humanos. Yo estoy convencido de que Ricardo Salinas (Pliego) cometió un error político al aceptar un préstamo de Raúl Salinas de Gortari, cuando los 30 millones de dólares, la verdad, los pudo haber levantado en cualquier lugar del mundo, en cualquier mercado, creo que fue un error''