Antes de responder a la pregunta que encabeza este texto, ubiquemos en espacio y tiempo al inquietante, incisivo, irritante, ambiguo cineasta. Jean Luc Godard nace en París el 3 de diciembre de 1930. Estudia en Suiza y en el Lyceé Buffon de la capital francesa. Se diploma como etnólogo en la Sorbona. Frecuenta la Cinematheque; conoce a Truffaut, Rivette, Rohmer, futuros fundadores de la ``Nueva ola''.
Más tarde, colabora en La gazette du Cinéma y en los Cahiers du Cinéma con el seudónimo de Hans Lucas. Viaja a Norteamérica en el 51. A su retorno a Suiza, labora como obrero de la construcción de una presa, antes de realizar en 1954 su primer largometraje Operation Beton (obra suiza y documental en cuya concepción/realización respetará por única y última vez las reglas nunca escritas de aquel género) trabajo inicial al que seguirán: Une jeune coquette (aventura galante inspirada en una novela de Maupassant, cuya recreación plantea el tema de la prostitución que vendrá a ser una de sus obsesiones), Tous les garons s'appelent Patrick (especie de noticiario sexual de las aventuras de un galán encarnado por Jean-Claude Brialy), Une histoire d'eau (documental codirigido con Truffaut a propósito de una inundación ocurrida en la región de la Ile-de-France en 1958) y Charlotte et son Jules (1959).
Para concluir esta presentación de la dinámica artística y existencial del polémico cineasta, sólo nos resta reseñar los cuatro episodios en que críticos e historiadores han fraccionado su trabajo. Uno, abarca los 23 filmes realizados entre 1959 (About de souffle) y 1967 (Le Week-end). Otro, corre desde 1968 (Le gai savoir) hasta 1972 (Tout va bien y el corto codirigido con Jean-Pierre Gorin, Letter to Jane) y que contempla entregas testimoniales, largometrajes y documentales revolucionarios producidos por el grupo ``Dziga Vertov''.
Otro más se inicia en 1975, precisamente en Grenoble, ciudad donde el cineasta funda la compañía productora Sonimage y termina en 83. A este ciclo pertenecen: Número deux, el primero, co-dirigido con Anne Marie Miéville; y Prénom Carmen, el último, además de cuatro videos con una duración mayor a 900 minutos efectivos de proyección. Je vous salue Marie (1983) es la película inicial del cuarto periodo que se extiende hasta nuestros días con Forever Mozart, espacio temporal en el que es necesario incluir otros 12 filmes y 8 videos, entre los que destaca Histoires du Cinema. Detengamos el recuento de los trabajos del infatigable cineasta de quien nos preguntamos: ¿estamos en pro o en contra de sus concepciones cinemáticas? Cuestión axial que preocupa a innúmeros cinéfilos. No en balde, Cineteca Nacional presentó el pasado mes de octubre para responder esa duda, una estructurada retrospectiva de sus más sobresalientes creaciones apoyada por conferencias impartidas por el docente universitario, historiador y crítico, Alain Bergala.
Aproximémonos a los pros y contras. La crítica mundial dice: ``es un autor polémico, insolente, en cuyo quehacer abundan las `boutades', es decir los chistes privados... Sus filmes han entusiasmado e indignado, han provocado irritación y admiración pero jamás indiferencia... Sarcástica y provocativa, esa obra se nos aparece hoy como un difícil edificio de celuloide en el que alternan la audacia y el desenfado, la agresión y el culturalismo... En sus películas iniciales rompe, de forma un tanto anárquica, con todo el cine habitual, mezcla los géneros, desprecia la belleza formal, trata con irritante despreocupación los temas más graves... Sus películas son una colección de fragmentos unidos por un montaje que puede parecer incoherente en algunos momentos, pero que está basado en un complejo sistema en el que alterna la férrea preparación con la más abierta improvisación...''.
A pesar de todos los pesares, opino, después de haber enfrentado en Cineteca Nacional varias de sus cintas, que la obra godardiana no es reducible a una lectura, y que siempre es capaz de recrear un conflicto de nuestro tiempo. Por ejemplo, La Chinoise (1967) cuya anécdota prefigura a través de la descripción ideológica y emocional de una célula maoísta instalada en París, la explosión estudiantil de mayo de 1968. Hasta aquí ``pros y contras'', sin olvidar About de souffle, que fue el punto de partida del cine posmoderno.