La visita que iniciará hoy a nuestro país el presidente de Uruguay, Julio María Sanguineti, será probablemente la de mayor contenido político a la de cualquier otro mandatario latinoamericano desde el meteórico paso del presidente de Chile Salvador Allende, que aquí tuvo su mayor momento de gloria extranjera y poco después enfrentó su holocausto en Santiago, la capital de su país.
El protocolo impone que, además de la recepción oficial por parte del presidente en turno y la visita al Poder Legislativo -al Senado en caso de que esté en sesiones el Congreso de la Unión o a la Comisión Permanente, durante los recesos legislativos-, los jefes de Estado visitantes se reúnan en privado con los dirigentes de los principales partidos políticos, con los líderes empresariales y de algún otro sector de nuestra sociedad que les sea particularmente interesante y, por último, si su agenda lo permite, vayan a alguno de los estados.
En este sentido, tal vez una de las visitas que mayor impacto produjeron fue la de Salvador Allende, de Chile, el único gobernante socialista que llegó al poder por la vía electoral, quien por cierto pronunció uno de sus más recordables discursos en Guadalajara, la capital de Jalisco. Después de él, también imprimieron un sello singular a sus giras oficiales los presidentes de Venezuela Carlos Andrés Pérez y de Perú Alan García. También Carlos Menem intentó dejar huella, pero generó pocas simpatías.
Por coincidencia, el presidente de Uruguay, que iniciará hoy su visita oficial a México, también eligió Jalisco como complemento de su paso por la capital del país.
La diferencia estriba en que, en 25 años, la situación política de México ha cambiado notablemente. Cuando llegó Allende el gobierno del ex presidente Luis Echeverría intentaba un liderazgo del Tercer Mundo y la alianza con el régimen socialista de Allende le resultaba benéfico, y por ello se propiciaron los grandes espacios para las ideas del presidente chileno.
Jalisco es, en imagen de México, la más conocida en el extranjero y por ello resulta natural que un visitante quiera conocer la entidad. En la actualidad, además, Jalisco es uno de los estados que gobierna la oposición, concretamente el PAN, y eso es lo que le imprimirá su mayor sello político a la visita del uruguayo Sanguineti.
La cosecha
Con dispensa de trámites, por considerarse un asunto de urgente y obvia resolución, el pleno del Senado concedió ayer sendos permisos al primer mandatario para ausentarse del país. La más próxima gira al extranjero comprende del 9 al 15 de noviembre, periodo durante el cual el jefe del Ejecutivo mexicano participará en la VI Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, que se realizará en las ciudades de Santiago y Viña del Mar, Chile... Además, en ese mismo viaje, el presidente mexicano realizará una visita de Estado a la República de Argentina... Cinco días después de retornar a suelo mexicano, el presidente Zedillo cumplirá visitas de Estado a las repúblicas de China y Corea, además de viajar en forma oficial a Singapur y participar en la IV Cumbre de Líderes del Mecanismo de Cooperación Asia-Pacífico, en Manila, Filipinas... También ayer, en la sesión del Senado, el secretario general del PRI, Juan S. Millán, legislador por Sinaloa, lamentó las declaraciones del diputado y representante de su partido en la mesa de Bucareli, Jorge Moreno Collado, en el sentido de que el tricolor podría aplicar la ``ley de la democracia'' -mayoriteo en la votación del Congreso- si los partidos no logran consensar la reforma legislativa en materia electoral. Millán indicó que lo dicho por Moreno no representa el sentir del PRI y lanzó un exhorto a todos los partidos para lograr una iniciativa de consenso que legitime cien por ciento los comicios federales del proximo año.