1,500 muertes al año por abortos mal practicados
Salvador Guerrero Chiprés Ante la estimación de que anualmente entre 500 mil y un millón y medio de mujeres abortan en México, el fenómeno no puede ser observado únicamente con criterio religioso, consideró el Grupo de Información en Reproducción Elegida (Gire).
En conferencia de prensa, Marta Lamas, presidenta de la asociación civil fundada hace cuatro años y medio, lamentó la posibilidad de que el gobierno pudiera sentirse inhibido ante una Iglesia católica más agresiva y rehúya enfrentar las consecuencias y proponer soluciones ante un problema considerado de salud pública: ``El gobierno tiene miedo de que la Iglesia suelte una movilización'' dirigida a obstaculizar el debate sobre la despenalización, indicó.
Martha Lamas, Silvia Llera y Eugenia
Martín, del Grupo Información y
Reproducción (Gire), ofrecieron
ayer una plática sobre el aborto en
México. Foto: Raúl
Ortega
Gire calcula que al menos mil 500 mujeres al año fallecen por abortos mal practicados. De ninguna manera, señaló Lamas, la interrupción de un embarazo es un evento festivo, más amargo es aún con las condiciones insalubres en que se realiza normalmente, en función de la información y el estrato social de cada persona.
Con oficinas en Chihuahua, Oaxaca, Sonora, Veracruz y Yucatán, Gire elaboró el mapa Aspectos del Aborto en México para identificar la frecuencia de exposición al riesgo de embarazos no deseados por entidad y con base en datos de la Encuesta Nacional de Dinámica Demográfica de 1992.
A nivel nacional el porcentaje de mujeres usuarias de métodos anticonceptivos asciende a 33 por ciento, en tanto que la exposición al riesgo de embarazo es de 58 por ciento. El porcentaje más bajo de usuarias está en Puebla, con 21 por ciento, así como en Coahuila y Guanajuato, con 27 por ciento.
Aunque por los datos de la encuesta citada no es posible conocer la frecuencia de las prácticas sexuales de las personas, las investigadores de Gire estiman que dos tercios de las mujeres que no utilizan métodos anticonceptivos están dentro del grupo de ``mujeres no unidas'' que tienen actividad sexual ocasional.
Del total de mujeres casadas, 59.8 por ciento utiliza algún método de control natal, señala.
Gire cita los datos publicados por el Consejo Nacional de Población sobre embarazo adolescente y madres solteras por los cuales se concluye que las adolescentes inician su vida sexual entre los 16 y los 19 años.
Mencionan también que existe la estimación de que los métodos anticonceptivos tienen una falla de entre 5 y 7 por ciento.
Con estos datos Gire plantea que la posibilidad de embarazo no deseado es muy alta y que a ella debe corresponder la posibilidad de que en todo el país las mujeres determinen qué hacer cuando resultan embarazadas.
Guadalupe Salas señaló que la legislación debería ser homogénea cuando se trata de permitir más opciones a las mujeres. Destacó especialmente el caso del Código Penal de Yucatán y la legislación sobre la familia y la salud en ese estado.
Ahí el aborto es legítimo ``por motivos económicos'' cuando los progenitores estiman carecer de capacidad para sostener a un nuevo hijo.
El aborto no se castiga en los códigos penales de 30 estados cuando es ``imprudencial''. Asimismo es considerado pertinente después de una violación y requerido ante peligro de muerte. Por otra parte, en 12 entidades del país el aborto es permitido también a partir de la detección de malformaciones congénitas.
``El aborto es un problema de salud pública y justicia social'' que debe analizarse a la luz de condiciones socioeconómicas que desbordan el límite de la negativa religiosa, subrayaron Lamas y Salas.
Gire informó finalmente que su objetivo es lograr que hombres y mujeres tengan posibilidades efectivas de ejercer sus derechos reproductivos y sexuales y enriquecer el debate que se ha dado en torno al aborto