La Jornada 28 de octubre de 1996

A Dios se le debe más obediencia que al césar, ``aunque éste se considere un dios'', afirma el obispo de Tapachula Inaceptable, que por pagar el servicio de la deuda se condene a millones a la miseria, expresa

Francisco Marañón García, corresponsal, Tapachula, Chis., 27 de octubre La Iglesia católica no lucha por el poder terrenal ni tiene ambición de dominio político, sino que defiende los derechos de Dios y del ser humano, considera el obispo de la diócesis de esta ciudad, Felipe Arizmendi Esquivel.

En el mensaje dominical que escribe para un diario local, explica que ``lo más importante es Dios; mucho más que el César, a pesar de que éste se considere un dios. Por ello, no se le puede atribuir mayor respeto, obediencia y amor que a Dios, porque el César no es dios''.

Advierte que quien no respeta los derechos de Dios con mucha facilidad viola los derechos humanos, ``uno de los cuales es la libertad religiosa''.

Ante ello, indica, ``es lamentable que algunas autoridades civiles no respeten el día del señor. Ni van a misa ni dejan tiempo para que sus colaboradores lo hagan... olvidan que a César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. Por tanto, el César no debe anteponerse a los derechos de Dios, a no ser que pretenda darse una categoría divina, por falta de fe y amor''.

En los mismos términos agrega: ``y si el César manda algo contrario a la ley de Dios, `hay que obedecer a Dios antes que a los hombres' (Heh 5,29). Esto no es nuevo, es doctrina tradicional recibida por revelación divina y que la Iglesia siempre ha proclamado''.

En el mismo texto también se refiere a la usura y señala que ``no es moralmente aceptable que, por pagar el servicio de la deuda, se condene a grandes masas indefensas a peores condiciones de miseria''.

Al ser entrevistado al término de la misa dominical, el obispo Arizmendi Esquivel no quiso precisar sobre algunos aspectos de su mensaje escrito y se concretó a señalar que en el texto ``hay un apoyo total'' al arzobispo primado de la ciudad de México, Norberto Rivera Carrera.

Es una respuesta ``directísima'' a la pólemica suscitada la semana pasada entre el gobierno y la Iglesia católica, señaló el obispo de Tapachula