España tiene una fascinación para los mexicanos. Después de todo, la parte hispánica de nuestro mestizaje es una derivación de ese crisol luminoso de pueblos, culturas e ideas que es España y que se expresa en los legados culturales, arquitectónicos, jurídicos, lingüísticos, que no terminan de asombrarnos.
La España de hoy, la de la transición ejemplar del franquismo a la democracia --esa mutación civilizada que auspició discreto, generoso y valiente el rey Juan Carlos--, ha logrado a través de una compleja ingeniería política, superar momentos de gravedad extrema, como el intento de golpe de Estado (recordamos la escena dramática: el coronel Tejero entrando con pistola en mano a las Cortes, seguido de un piquete de soldados).
En el trayecto de dos décadas, la democracia española ha enfrentado otras pruebas de fuego, entre ellas, los comicios celebrados a principios de este año para renovar las Cortes y elegir al gobierno nacional.
Después de 14 años en el poder, el gobierno de Felipe González mostraba signos de desgaste que minaban el respaldo social, su credibilidad y eficacia. Sin embargo, el triunfo del Partido Popular (PP) estuvo lejos de ser contundente: obtuvo 156 diputados contra 144 del PSOE (Partido Socialista Obrero Español), lo que lo obligó a establecer alianzas con diferentes fuerzas políticas para alcanzar la mayoría.
La transmisión del gobierno se dio en un marco de civilidad y respeto, sin contratiempo alguno se cumplieron las formas que ordena el derecho.
España que sigue mostrando una vitalidad admirable; en la intensa discusión política, en el vigor de sus partidos, en la presencia de su sociedad civil, en la madurez de sus medios de comunicación, y en la vida sindical donde sobresalen dos organizaciones formidables, la Unión General de Trabajadores y Comisiones Obreras.
En estos días el presupuesto para 1997, recién aprobado, sigue concentrando buena parte del debate. Ingresos y egresos... De dónde vienen y a dónde van los recursos... Cuáles son las prioridades nacionales detrás de la frialdad de los números y los porcentajes (el gobierno se propone un incremento del gasto público del 1.7 por ciento y un aumento de los ingresos de 6 por ciento).
Herramienta esencial de gobierno, el presupuesto es expresión de la manera de ver y diagnosticar los problemas y las prioridades del nuevo gobierno --apenas cinco meses en el poder, luego de 14 años de gobierno socialista--, que se propone con un ejercicio público austero, lograr el ingreso de España a la Unión Monetaria Europea. Las medidas, que han sido descritas como un verdadero ``castigo social'', incluyen el congelamiento de los salarios de la burocracia, lo que ha provocado grandes movilizaciones. Lo mismo en el Parlamento que en las tabernas, en el vecindario que en los medios de comunicación, se analiza, discute, argumenta... Por otra parte, las marchas multitudinarias que han confluido en las plazas de las principales ciudades de España --Madrid, Barcelona, Bilbao, Valencia, entre otras-- constituyen la primera protesta masiva contra las políticas del gobierno del presidente José María Aznar.
El pueblo español enfrenta una agenda compleja --presupuesto y austeridad, la cuestión de las autonomías, la corrupción gubernamental, y el espinoso asunto de ETA (voces significativas llaman al diálogo y discuten sobre los derechos humanos de los terroristas), la guerra sucia y los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL), significativamente. Por eso algunos vaticinan para España días difíciles. Lo serán, sin duda. Pero también sin duda sabrá enfrentarlos cívica, institucionalmente.
Es evidente el acuerdo de los principales actores sociales y políticos de no romper la vida institucional. Los partidos, las organizaciones y los ciudadanos (con la sola excepción de ETA), coinciden en que la paz, la estabilidad, el progreso y el bienestar, exigen el respeto a la ley, la búsqueda de soluciones a través del diálogo, es decir, de la política.
El traspaso de las riendas del gobierno del PSOE al PP, sin mayores turbulencias, indica la solidez institucional en España y la determinación compartida de enfrentar los problemas, diferendos, inconformidades y conflictos --que acompañan a toda sociedad viva-- a través de fórmulas cívicas, democráticas...
El reciente Pacto de Toledo para establecer un acuerdo sobre reformas a los planes de pensiones y de seguridad social, firmado por el gobierno, los principales partidos políticos (aunque Izquierda Unida de Julio Anguita ha decidido salirse), las organizaciones patronales y los principales sindicatos españoles, refleja la capacidad para negociar y la consolidación democrática.
Para los mexicanos España no sólo es origen, es también lección viva y radiante... es fascinación.