La Jornada 27 de octubre de 1996

VUELVEN LOS YANQUIS

Ap, Nueva York, 26 de octubre Los Yanquis de Nueva York vencieron esta noche a los Bravos de Atlanta 3-2 y conquistaron su primer campeonato mundial desde 1978, en el sexto partido de la Serie Mundial, en que el mánager de los Bravos, Bobby Cox, fue expulsado por discutir una apretada jugada con el árbitro de segunda base. Fue el 23o. título de Serie Mundial para los neoyorquinos.

Atlanta amenazó en la primera mitad de la novena entrada, anotando su segunda carrera, pero no pudieron igualar y dejaron dos hombres en base al cierre del episodio.

En la quinta entrada, Marquis Grissom intentó robarse la segunda para Atlanta y el árbitro Terry Tata le cantó out. La decisión dio lugar a una disputa entre Tata y Grissom y el mánager de los Bravos, Bobby Cox.

Las repeticiones de televisión parecían señalar que Grissom llegó a salvo a la segunda almohadilla. Como sea, Grissom inició un fuerte altercado verbal con Tata y tuvo que ser contenido por dos entrenadores y Cox, que salió rápido del dugout de los Bravos.

Antes de regresar a la banca, Cox fue expulsado por el árbitro de tercera, Tim Welke, quien fue criticado por Cox luego del cuarto juego de la serie por obstruir a Jermaine Dye cuando el jardinero derecho trataba de atrapar un elevado de foul de Derek Jeter.

De esta forma Cox se convirtió en el primer mánager que es expulsado de un juego de la Serie Mundial desde Whitey Herzog, de San Luis, en 1985.

El altercado reflejó la frustración de los Bravos, a pesar de que se las arreglaron para romper una racha de 17 entradas sin anotar en la cuarta, cuando el abridor de los Yanquis, Jimmy Key, dio boleto a Dye con las bases llenas, entrando Fred McGriff con una carrera de caballito.

Key trabajó cinco entradas y un tercio antes de que David Weathers entrara en la sexta con un corredor en tercera y un out, Weathers ponchó al puertorriqueño Javier López y, después de dar un pasaporte, el relevista australiano Graeme Lloyd dominó al bateador emergente Ryan Klesko con palomita a segunda base.

El abridor de los Bravos, Greg Maddux, ganador del premio Cy Young en cuatro ocasiones, dominó a sus primeros seis enemigos, pero confrontó problemas en la tercera. Paul O'Neill conectó un doble y fue impulsado por un triple de Girardi a lo profundo del jardín central después de un out.

Los Bravos, que trataban de recuperarse de tres derrotas consecutivas, parecían estar perdiendo cohesión. Grissom, jardinero central ganador del Guante de Oro capturó el batazo de Williams y casi lanzó la pelota al muro detrás del home, en un intento para evitar que Jeter pisara el plato.

El bateador designado Terry Pendleton conectó para doble matanza con las bases llenas después de que por una base, Dye forzara la primera carrera de los Bravos.

El ganador resultó Jimmy Key y el derrotado Greg Maddux

Al término del juego todos los jugadores del Yanquis se volcaron al diamante para celebrar jubilosamente su conquista, mientras que el público los ovacionaba por la proeza de que después de haber perdido los dos primeros juegos, se levantaron y ganaron los cuatro siguientes, tres en la casa de los Bravos y el de esta noche que les significó la corona. Luego todo Nueva York celebró ruidosamente por las calles de la gran urbe.