No haga nada y ganará, aconsejan asesores a Clinton
Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 26 de octubre ``No hagan nada'', fue el consejo que los asesores del presidente Bill Clinton ofrecieron ayer a sus candidatos durante una sesión de estrategia de campaña, alegando que la candidatura del republicano Bob Dole se está ``autodestruyendo'' y que Clinton no necesita hacer ninguna nueva y dramática maniobra o cambios en su mensaje político.
Pero el hiperactivo Clinton no puede quedarse quieto y continuará realizando una intensa campaña en los diez días que faltan entre este domingo y el día de elecciones, gastando unos 1.5 millones de dólares en publicidad. Los estrategas de su campaña indican que además de consolidar su propio apoyo, el presidente viajará a estados donde las encuestas señalan que ya ha ganado, pero donde buscará mejorar las perspectivas de candidatos demócratas al Congreso.
Si la estrategia de Clinton es no hacer nada, sus contrincantes están buscando desesperadamente hacer todo para rescatar su campaña. El candidato republicano a la vicepresidencia, Jack Kemp, estuvo en las afueras de Miami hoy, hablando en inglés y español, ante un público de origen cubano en su mayoría, y ante el que afirmó que Clinton apoyó con renuencia la ley Helms-Burton, y que no ha hecho lo suficiente para presionar a Fidel Castro. ``Bob Dole sí aplicara presión sobre Cuba'', dijo Kemp. ``El 5 de noviembre, no más Clinton'', añadió en español.
Al otro extremo del país, Dole se presentó en varios actos de campaña en seis ciudades de California, buscando todavía el apoyo del estado con más votos electorales en la Unión.
``Puedo oler la victoria en California'', declaró Dole, a pesar de los resultados negativos para él en una encuesta del diario Los Angeles Times, que esta semana registró una ventaja de Clinton de unos 20 puntos. Una vez más, la campaña de Dole está subrayando el tema antiinmigrante, y este sábado repitió que una maniobra de Clinton ha sido otorgar la ciudadanía a un número récord de inmigrantes para que puedan votar en las elecciones, algo que consideró ``espantoso''.
Pero Dole también expresó su ira porque Ross Perot está haciendo campaña en los estados de Florida y Ohio, donde el republicano parece tener una oportunidad para ganar a Clinton. Perot siguió cuestionando hoy la ética del presidente, al advertir que los escándalos en que está vinculado el demócrata podrían resultar en un Watergate II, y una presidencia paralizada.
No obstante, asesores de Dole se preocupan de que la campaña de Perot en algunos estados clave podría atraer parte del voto anti Clinton y sellar efectivamente una victoria del mandatario en esos lugares. ``Un voto para Perot es un voto para Clinton'', reiteró hoy el presidente del Partido Republicano, Haley Barbour.
Pero es Perot el que tuvo la respuesta más inteligente a su muy bajo nivel de apoyo en las encuestas, aconsejando a sus partidarios no revelar sus preferencias a los encuestadores (así puede decir que las encuestas no registran el nivel real de su apoyo).
De hecho, los sondeos de esta semana continúan registrando una amplia ventaja de Clinton sobre su contrincante republicano, y una nueva encuesta de CNN indicó hoy que el presidente está ganando a Dole por 54 puntos a 34, con 7 para Perot. El último obstáculo más grande que enfrenta Clinton podría ser la tendencia de los votantes de decidir no participar en los comicios del 5 de noviembre.
``La participación electoral podría caer abajo del 50 por ciento por primera vez desde 1948'', indicó el jefe de la Encuesta Harris, Humphrey Taylor, a la revista Business Week. En ese sondeo, un 49 por ciento de los consultados dijo no creer que la elección tendrá un impacto sobre sus vidas. Sólo el 50 por ciento de los empadronados emitieron un voto en las elecciones de 1988, y aunque un 55 por ciento participó en las de 1992, los expertos dicen ahora que los niveles muy probablemente bajarán de nuevo este año.
El itinerario de Clinton la semana próxima incluye varias paradas diseñadas exclusivamente para promover el voto y se enfocará en estados donde la competencia entre él y Dole está cerrada, como en Florida y Arizona. Los asesores de la Casa Blanca informan que el presidente también hará mítines en Texas y Virginia, luego que recientes encuestas han indicado que la ventaja de Dole en esos estados se está deslizando.
Pero la estrategia de Clinton también ha diseñado una última semana de campaña que incluye giras en Illinois, Minnesota, Arkansas y Colorado para apoyar candidaturas demócratas al Senado, y paradas en Michigan, Pennsylvania, Ohio y California para impulsar aspirantes a la Cámara de Representantes. Según cálculos políticos de analistas, los demócratas no podrán reconquistar la mayoría en el Senado, pero el Reporte Político, de Charles Cook, señaló esta semana que podrían recuperar entre 12 y 20 curules netas en la Cámara. Y necesitan ganar 19 asientos en total para reconquistar el control de esa instancia legislativa.
``La competencia real ahora es por el Congreso'', comentó un estratega electoral demócrata a La Jornada. Pero a pesar del reciente enfoque en los medios y el debate político en torno a las posibilidades demócratas de reconquistar por los menos una de las dos Cámaras, nadie aquí parece tener una buena apreciación de esa posibilidad. Una encuesta reciente de Harris encontró que un 55 por ciento considera que es ``buena idea'' tener un presidente de un partido y el Congreso en manos del otro, y la Encuesta Zogby encontró que sólo un 66 por ciento de los que dicen que votarán por Clinton también piensan votar por un candidato legislativo demócrata.
Estas encuestas sobre actitudes han llevado a que la Casa Blanca adopte una estrategia en donde Clinton visita estados clave donde hay competencias intensas para la legislatura federal, pero en rara ocasión menciona en público que es importante que los demócratas retomen la mayoría en el Congreso.
Nuevas sobre Jesse Helms
Mientras, el senador Jesse Helms se encontró hoy en medio de otra controversia, con la publicación de un reportaje en la primera plana del diario The Washington Post donde se detalla cómo el ultraconservador de Carolina del Norte ha recaudado millones de dólares en contribuciones para una fundación privada que promueve su vida.
El Centro Jesse Helms en Carolina del Norte recaudó millones de dólares en contribuciones provenientes de empresas tabacaleras, textileras y bancos. El gobierno de Taiwan otorgó 250 mil dólares y el gobierno de Kuwait otros cien mil.
La empresa cigarrera R.J. Reynolds, que por ley sólo puede contribuir hasta con 5 mil dólares a una campaña electoral, como la de reelección de Helms, contribuyó con 750 mil al Centro Jesse Helms, el cual se describe en los medios locales como una ``combinación de museo, biblioteca y salón de la fama para el senador''.
La nota del Washington Post, bajo el encabezado de ``Fundación para intereses especiales'', sugiere que contribuyentes que buscan influencia con el senador pueden evadir los límites legales sobre finanzas electorales al donar sus fondos a la fundación. Un recaudador de fondos de la fundación negó que las contribuciones se hicieran con el propósito de buscar cualquier favor o interés por parte del senador, y señaló que Helms siempre ha defendido los intereses de la industria del tabaco, también apoyó la guerra del Golfo Pérsico y es defensor del gobierno de Taiwan.
El presidente de la Cámara de Representantes, Newt Gingrich, y el candidato Bob Dole han sido anteriormente criticados por su promoción de fundaciones privadas que apoyan sus posiciones, pero el ataque sobre Helms tan cerca del día electoral podría tener un impacto en la campaña del senador. Por el momento, todo indica que Helms está ganando sobre su retador Harvey Gantt, pero se supone que la versión del Post formará parte del arsenal de la campaña de Gantt en los próximos días.