ESTADO DE EMERGENCIA EN SAINT PETERSBURG
Reuter, Ap y Afp, Saint Petersburg, EU, 25 de octubre El alcalde de esta ciudad del estado de Florida declaró hoy un estado de emergencia luego de una noche de disturbios después de que un policía blanco mató a un joven negro, durante los cuales fueron incendiados 28 edificios, entre ellos una estación policial y saqueados varios comercios; 11 personas resultaron heridas, entre ellas un reportero, y 12 fueron detenidas.
Los disturbios, que muchos habitantes consideraron de origen racial, finalizaron esta madrugada, mientras cuadrillas policiales intensificaron sus patrullajes, lo que permitió el regreso de la calma. No obstante, horas más tarde, el alcalde David Fischer decidió imponer el estado de emergencia.
``Hay razones para creer que existe un peligro claro y presente de un disturbio y otros desórdenes públicos generales, una amplia desobediencia a la ley, y daños sustanciales a personas y propiedades, todos los cuales
constituyen una inminente amenaza a la paz pública, al orden y al bienestar social de la comunidad de St. Petersburg'', señaló en un comunicado.
La seguridad policial fue incrementada en las calles y unos 200 efectivos de la Guardia Nacional se encuentran en estado de alerta en un estadio de atletismo de la ciudad, pero no se ha declarado el toque de queda, indicaron funcionarios citados por Reuter. El gobernador de Florida, el demócrata Lawton Chiles, movilizó también a la policía estatal y alertó a otras unidades de la Guardia Civil.
Anoche, las autoridades de St. Petersburg debieron movilizar a 500 agentes antimotines para tratar de contener los desórdenes y más de 150 bomberos de 11 departamentos respondieron durante la noche a 89 llamadas de incendios provocados por cocteles molotov.
Los disturbios comenzaron poco después que un agente de tránsito mató al conductor negro Tyrone Lewis, de 18 años, en un discutido incidente, y se propagaron por una extensa zona. Según el jefe de la policía local, Darrel Stephens, el oficial autor de la muerte de Lewis había corrido peligro de ser atropellado por el automóvil que corría a exceso de velocidad y cuyo alto ordenó.
``El vehículo avanzó, las ruedas estaban vueltas hacia el agente. Fue entonces cuando disparó a través del parabrisas'' del automóvil, sostuvo. Sin embargo, varios testigos aseguraron que el auto no se movía cuando el agente disparó contra Lewis, quien murió poco después en el hospital.
De acuerdo con varios residentes, la policía es culpable de los disturbios. ``La policía nos acosa por gusto y la gente se cansó. No sé por qué no quemaron de una vez la estación policial con todos dentro'', indicó Patricia Davis, de 32 años, residente del barrio donde comenzaron los desórdenes. El lugar, cuya mayoría de habitantes es negra, tiene un alto índice de desempleo, pobreza y criminalidad, y está ubicado cerca del Campo Tropicana, ``encerrado'' entre la bahía de Tampa y la autopista interestatal 275 y muy cerca del barrio de negocios de St. Petersburg.
St. Petersburg es una ciudad con un cuarto de millón de habitantes, pero junto con su vecina Tampa y otras áreas urbanas integra una aglomeración de más de medio millón de personas, la segunda más poblada de Florida.
Durante los desórdenes, que se extendieron hasta esta madrugada, numerosas tiendas fueron saqueadas y se registraron 28 incendios. Las autoridades indicaron que los bomberos no pudieron apagar varios de ellos debido a que grupos de jóvenes lo impidieron. Entre los inmuebles que ardieron está una estación de policía, una estafeta de correos, una patrulla y una camioneta de un noticiero de televisión. ``Nos lanzaron de todo'', relató un responsable de la policía, al señalar que en los primeros disturbios participaron entre 400 y 500 personas.
Fischer y el gobernador Chiles se reunieron esta tarde con representantes de la comunidad negra para prevenir más desórdenes y, tras el encuentro, los funcionarios solicitaron la intervención del Departamento de Justicia para aclarar el incidente de tránsito. Al respecto, un vocero de la dependencia informó en Washington del envío de un equipo especialista para analizar si el policía que mató al joven negro violó derechos civiles.
En todo caso, Fischer decidió imponer el estado de emergencia, luego de calificar de ``desafortunado'' el incidente. La orden prohibió la venta y el despliegue de armas de fuego y municiones, portar armas de fuego en público, la venta de gasolina, excepto cuando se coloque en el tanque del vehículo, y la posesión de gasolina en un recipiente portátil en un lugar público.