La Jornada 25 de octubre de 1996

No digo que acepto ni me sustraigo a la posibilidad de contender por el PRD: González Schmal

Ricardo Olayo Candidato destapado por Cuauhtémoc Cárdenas, el ex panista Jesús González Schmal dice que quien ocupe la jefatura de gobierno en 1997 tendrá un encargo acotado, sin facultad para nombrar delegados ni otros funcionarios de primer nivel. Fiel seguidor de la doctrina original del PAN, ensalza al PRD porque no ha sido entreguista y porque la nación debe mucho a este partido.

``En mi caso, no digo que acepto, ni me sustraigo, ni niego'', la posibilidad de participar, porque ahora la población ya no toma tanto en cuenta la ideología del partido, sino la rectitud de quien lo representa.

Sí la oposición gana en 1997, a pesar de estar acotada la jefatura de gobierno, servirá para darle un liderazgo que no ha tenido y para reformar el estilo de hacer gobierno.

Panista durante 27 años, hasta que renunció al partido en 1992, González Schmal rechaza durante una entrevista las acusaciones que hay en su contra por parte de vecinos, quienes afirman que han sido desalojados de sus viviendas sin causa justificada.

Abogado y administrador, ocupó la Secretaría General del PAN y la coordinación parlamentaria en la 53 Legislatura de la Cámara de Diputados entre 1985 y 1988, pero salió por diferencias con la línea del partido, la cual ahora ``parece que quiere volver a sus origenes''.

González Schmal menciona a Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo como candidatos internos del Partido de la Revolución Democrática, y a Demetrio Sodi como abanderado externo para contender a la jefatura de gobierno capitalino. Con Cárdenas comparte espacio en el Consejo de la Fundación por la Democracia creada por el ex candidato presidencial.

Plantea que si no hay corresponsabilidad de la población para ayudar a la armonía en la ciudad no se puede exigir al gobierno el cumplimiento de metas, y mientras no haya ese esfuerzo conjunto, seguiremos como una comunidad incompleta. La entrevista sólo la interrumpe una llamada telefónica de Porfirio Muñoz Ledo.

--Algunos de los planteamientos que hace son recurrentes en el PAN. ¿Continúa cercano a esa forma de hacer política? -- se le pregunta.

--Sí, me siento identificado con las líneas doctrinales originales del PAN. Yo me salí del PAN salinista, no del PAN panista. Y evidentemente que el PAN nace como opción política planteando la obligación ineludible del ejercicio honesto del poder público. En México lo que ha ocurrido es que por la falta de vinculación ética en el ejercicio de los cargos públicos, la responsabilidad se diluye. Y se dice, ``después de mí el diluvio'', me enriquezco en un año, en dos o en cinco. Ese es precisamente el rompimiento entre el ejercicio de gobierno y el pueblo.

--¿Qué le parece la postulación de un partido que se ubica en el espectro a la izquierda de las preferencias?

--Sería una alianza democrática, yo sería un candidato externo. Mi propia sensibilidad como mexicano me lleva a sentir gratitud por el servicio que el PRD prestó durante el salinato, en tanto que fue el único partido independiente que presentó opciones y que no se doblegó ante la seducción del salinismo; al contrario, mantuvo siempre una trinchera de defensa de derechos del pueblo. Es de izquierda en cuanto quiere una reforma social avanzada, pero no en el sentido anterior de radicalismos de una posición extrema y sobre todo violenta y adicta a una lucha de clases per se.

--El PRD está dividido en corriente, ¿cree que lograría aglutinarlas?

--Creo que más que corrientes tiene muchos candidatos, lo cual es muy positivo. Es el partido que ofrece más variedad al interior del propio partido, y más adelante con el electorado, porque no sólo postula candidatos internos sino externos que garantizan el respeto a los objetivos comunes para gobernar. Las ideologías en la cuestión política y de contienda electoral han pasado a segunda importancia frente a la preminencia de los problemas reales. Hoy se busca más un sustento ético que es universal que una ideología que particulariza y sectariza. En todo caso será la personalidad del candidato, su trayectoria, su desempeño y preparación lo que ayude a decidir.

--¿Cómo gobernar una ciudad como esta?

--Es gobernable a condición de que pueda uno comprometer a todos los habitantes en el gobierno.

``Es ingobernable si existe un divorcio entre autoridades y ciudadanos. En la práctica, por ejemplo, las protestas, que no deben ser limitadas, tampoco pueden hacerse en perjuicio de terceros''