Zedillo: no tengo ni tuve pactos con CSG
No existe acuerdo alguno con Carlos Salinas de Gortari para que, a cambio de su silencio, el gobierno no lo persiga, aseguró el presidente Ernesto Zedillo. Aclaró que desde el primero de diciembre de 1994 --fecha en que le transfirió el poder-- no ha tenido ningún tipo de contacto con su antecesor.
Dijo también que aunque fue colaborador del ex presidente y recibió de él ``un trato muy comedido'', sus relaciones no fueron nunca de amistad, y rechazó que su candidatura y llegada a la Presidencia se la deba a él: ``No fui electo por un voto... sino por 17 millones''.
Sostuvo entonces que será la opinión pública, y no él, la que juzgue a Carlos Salinas de Gortari.
En una larga entrevista que concedió ayer a la cadena Univisión, el presidente Zedillo se refirió, por primera vez, a que cuando era candidato recibió algunas amenazas, ``vinculándolas con el hecho trágico de la muerte de Luis Donaldo Colosio''. Afirmó que todos los elementos que ha tenido, y que pudieran eventualmente servir a la investigación del crimen, los ha entregado a la Procuraduría General de la República.
En otra parte de la charla, Ernesto Zedillo abordó la polémica surgida en torno del mensaje que el domingo pasado dio en su homilía el arzobispo Norberto Rivera Carrera. Consideró que los medios de información pusieron fuera de contexto tanto las declaraciones del prelado como los señalamientos de la Secretaría de Gobernación, y calificó de ``poco sano'' pretender crear un conflicto que no existe entre el Estado y la Iglesia católica.
Sin embargo, dejó en claro que todos, gobierno, ciudadanos e Iglesia, sin excepciones, deben apegarse a la ley, y que quizá lo que ocurre es que se vive una situación de ajuste al cambio que significaron las reformas al 130 constitucional.
En cuanto a las caracterizaciones del EZLN y el EPR como ``guerrilla buena y guerrilla mala'', precisó que no ha sido el gobierno, sino los actos de esos dos grupos, los que han hecho la distinción. Reiteró que cree en la buena fe de los zapatistas, y dijo que debido a eso y pese a las altas y bajas se negocia con ellos.
No quiso entrar en el supuesto de que un encuentro personal con el subcomandante Marcos podría arreglar las cosas, y cuando se le preguntó su opinión personal sobre el dirigente de los zapatistas, definió: ``Como Presidente de la República tengo que verlo a él y a todos los dirigentes de ese movimiento como lo que ellos se han presentado ante la gente: líderes de un movimiento. Ellos argumentan que tienen una genuina motivación social. Tengo que otorgarles, por lo menos, el beneficio de la duda, y la prueba de que creo también en su buena fe es que estamos negociando''.
Tampoco aceptó caracterizar al Ejército Zapatista como guerrilla --``el EZLN es el EZLN''--, y mencionó respecto de la propuesta de la que habló el subcomandante Marcos para que esa organización participe en las elecciones del próximo año, que lo que el gobierno sostiene es que ese grupo debe evolucionar de una opción violenta a una opción política, y que todos los que están en el marco de la ley pueden votar y ser votados.
Respecto de que el Ejército y sus servicios de inteligencia no supieran que se estaba gestando un movimiento en Guerrero y Oaxaca (EPR), sostuvo que ningún país, ningún gobierno es inmune a los ataques terroristas, y que hasta en la nación más poderosa del mundo se han despertado con noticias de ataques violentos.
Jorge Ramos y Mariaelena Salinas, de la cadena televisiva, conversaron con el Presidente alrededor de una hora. La entrevista que se transmitió anoche fue grabada ayer mismo a partir de las 12 horas con 15 minutos.
De entrada, los reporteros le recordaron que desde la campaña él había afirmado que le gustaba que le dijeran ``la neta, la verdad''. Zedillo asintió. A partir de eso las dos partes convinieron en que ése sería el espíritu del intercambio. El tema más candente: Carlos Salinas de Gortari.
La primera interrogante surgió en torno a si, efectivamente, es inminente que el ex presidente venga a testificar.
La respuesta: ``Eso corresponde resolverlo exclusivamente a las autoridades competentes. La única instrucción que he dado es que se actúe con toda imparcialidad, libertad y apego a derecho. No es conveniente que yo tenga influencia en este proceso''.
Le insistieron: ``Hay muchos que aseguran que mientras el ex presidente no testifique, ya sea en el caso Colosio o en el de su hermano Raúl, a usted no le van a creer''.
``El principio es básico --contestó--: el fiscal tiene la libertad para hacer lo necesario para alcanzar la justicia y la verdad. Sería impropio, ilegal y autoritario el que les empezara a decir a jueces y fiscales qué es lo que tienen qué hacer.
--¿Usted sabe dónde está Carlos Salinas de Gortari? --machacaron.
--No, no sé. He leído que tiene su residencia en Irlanda.
--¿Ha mantenido relación telefónica?
--Ninguna clase de relación --atajó.
--¿Usted se acuerda la última vez que habló con él?
--El primero de diciembre de 1994.
Después los reporteros le comentaron de las versiones que se han difundido sobre una supuesta reunión entre Presidente y ex presidente en marzo de 1995. Zedillo fue contundente: ``Es absolutamente falso. ¡Quien escribió eso está mintiendo! Es absolutamente falso''.
Precisó aquí que la especie de que hubo un acuerdo para que Salinas guardara silencio y el gobierno no lo persiguiera era totalmente falsa, y que no existe ``ningún acuerdo con el licenciado Salinas ni con ningún ex presidente de México en ninguna materia''.
--¿Usted era amigo de Carlos Salinas de Gortari? --volvían al tema.
--Yo fui un servidor del licenciado Carlos Salinas de Gortari en su calidad de Presidente de la República. No creo que haya tenido, ni antes ni durante su mandato, la relación que pudiera caracterizarse como de amistad, pero debo decir que como Presidente siempre me dio él un trato muy comedido al ser su colaborador.
--Usted dijo: ``Salinas tendrá siempre la gratitud y el aprecio de México, pues gobernó con visión, inteligencia y patriotismo''. ¿Sigue pensando eso?
--Yo dije eso el primero de diciembre --acotó Zedillo--; hay aspectos de su gobierno que indudablemente han significado beneficios para el país, y hay otros que están en la opinión pública, que preocupan a la opinión pública, pero que no me toca a mí juzgar.
Fue después de esto cuando los entrevistadores le comentaron del dedazo y le dijeron que muchos mexicanos piensan que su candidatura no hubiera sido posible sin Salinas de Gortari.
--¿Usted le debe esa candidatura a Carlos Salinas de Gortari?
--Quiero corregir algo: el Presidente de México no escoge a su sucesor.
Luego dio una amplia explicación de lo estipulado en la Constitución para que cada seis años se convoque a comicios, y lo que sí dijo es que la tradición oral política de México señala que el presidente en turno tiene una enorme influencia, aunque no determinante, en la postulación del candidato del PRI.
``Lo que le puedo asegurar es que fui candidato bajo las reglas de mi partido, es cierto, en circunstancias no solamente excepcionales sino sumamente dolorosas.''
Como los entrevistadores no cejaban e incluso aludían a que el propio Santiago Oñate, líder del PRI, había sostenido en Washington que el candidato se escoge con intervención directa del presidente en turno, Zedillo cortó: ``Mejor vaya y pregúntele al PRI, ¿verdad? A mí se me informó, de mi partido, que yo sería el candidato y asumí la responsabilidad''.
Aquí reiteró sus tesis sobre la necesidad de reformar al PRI, sobre el proceso mismo que vivió ese partido y sobre los acuerdos tomados en la última asamblea.
Hizo especial alusión a que los presidentes deben acotar su ejercicio a lo que marca la Constitución.
Por eso le preguntaron que si eso no lo convertía en un Presidente débil, a lo que devolvió: ``No, no lo siento así, es una consideración de carácter subjetivo. Lo que puedo decir y acreditar con hechos es que, gracias a un ejercicio riguroso y pulcro de las facultades constitucionales, he podido superar y resolver situaciones inéditamente difíciles de la vida del país''.
--Se dice que usted es el primer Presidente, en décadas, que no está en total control del gobierno?
--No. Afortunadamente creo lo que me corresponde, estoy en total control de gobierno y que por eso hemos podido enfrentar y resolver problemas.
Vino entonces el tema del asesinato de Luis Donaldo Colosio y se le pidió que comentara si estaba dispuesto a incluir su testimonio en la investigación.
Señaló que si tuviera cualquier elemento qué aportar, su responsabilidad sería hacerlo, y que así lo ha hecho con cualquier tipo de información que le llega. Fue cuando habló de las amenazas que se le hicieron durante su campaña y comentó que entregó todos los elementos a la autoridad competente.
También aclaró por enésima vez que como coordinador de la campaña no tenía a cargo los dispositivos de seguridad sino las estrategias políticas.
Nuevamente surgió el tema de la carta que él le escribió a Colosio el 19 de marzo de 1994 y en la que se refería a tensiones con el presidente Carlos Salinas de Gortari. Reiteró que el escrito es claramente el de un estratega de campaña que tiene que prever incluso los peores escenarios, pero aseguró que siempre existió entre Colosio y Salinas una buena relación.
Sobre su hipótesis personal del crimen, ``como amigo de Colosio'', aclaró que el único juicio o criterio que puede emitir es en su carácter de jefe del Ejecutivo, ``lo demás es parte de mi vida privada y no tengo por qué compartirla con usted ni con nadie''. Apuntó que sería muy grave que él adelantara tesis sobre el asesinato de Lomas Taurinas y hablara o de asesino solitario o de complot.
Después la conversación se dirigió a la polémica entre el gobierno y la Iglesia. Los reporteros quisieron saber si él era católico. El volvió a cortar: ``ya le dije que las cuesitones personales no las abordo''.
Aquí hasta le preguntaron si creía o no en la aparición de la Virgen de Guadalupe. Les insistió que él no entraría en esa controversia. Después fue cuando habló de que los medios habían tendido a poner fuera de contexto las declaraciones hechas por las partes en este tema.
Ya casi al final los entrevistadores le recordaron que cuando heredó la candidatura dijo sentirse muy incómodo. ¿Es tan incómodo ser Presidente?
--No sé quién sea el tonto que dijo eso. No me lo han presentado. Lo que estoy haciendo todos los días es mi mejor esfuerzo, y además estoy satisfecho de mi esfuerzo y sobre todo del que hacen todos los mexicanos para salir adelante