En 1997, mil 150 millones a gastos de campaña; 600 serán para el PRI
Roberto Garduño Espinosa y José Antonio Román Independientemente de los recursos extraordinarios que el Instituto Federal Electoral (IFE) autorice para las campañas políticas federales de 1997, los principales partidos en el país (PRI, PAN, PRD y PT) contarán en el mismo año con un presupuesto para gastos ordinarios, de alrededor de mil 150 millones de pesos. De los cuales 600 serán para el partido oficial.
Esa cifra global equivale a casi dos veces la partida secreta del Presidente de la República, cuyo monto asciende a 600 millones de pesos. También representa un monto cercano a 160 millones de dólares; hace cuatro años el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton gastó 50 millones durante su campaña electoral.
La división de los recursos que provienen del erario federal para cada uno de los partidos políticos aún está lejos de alcanzar la equidad electoral, sobre todo porque las fuerzas políticas ya arribaron a un acuerdo básico, que establece que 30 por ciento del total del presupuesto será igualitario y 70 se distribuirá proporcionalmente con base en el número de votos obtenidos.
Por mucho quedó superada la proyección del financiamiento público a los partidos políticos para el trienio 1995-1997, que fue autorizada en diciembre de 1994, cuando se pretendió que el total quedara en 357 millones 285 mil 690 pesos.
El Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe) establece que esos 357 millones se dividirían en partidas proporcionales, con base en los votos obtenidos, durante el trienio, pero en porcentajes idénticos: en 1995, 20 por ciento; 1996, 30, y en 1997 el resto, es decir 50.
La proyección establecía que en los años referidos el PRI sería el principal beneficiario de los recursos públicos, con un total de 187 millones 986 mil 536 pesos; AN, 96 millones 546 mil 662; el PRD, 62 millones 552 mil 988, y el PT con 10 millones 199 mil 502 pesos.
En 1995, año en que la ley electoral establece que se entregaría 20 por ciento del total del financiamiento público, y con una inflación total de 52 por ciento, se registró el primer incremento sustancial.
Se previó que en ese año el PAN recibiría 19 millones de pesos, pero su partida anual subió a 29, el PRI obtendría según el acuerdo 37 millones, y se incrementó a 66; el PRD, 12 millones que pasaron a 19; y el PT con 2 millones pasó a recibir 4 millones.
Un año después el financiamiento acumulado entre 1995 y 1996 superó la previsión total planteada para el trienio político. Al entregarse el 30 por ciento que señala el IFE, más la inflación que alcanzó 20.3 por ciento, el reparto ocurrió de la siguiente forma: a Acción Nacional le tocaban 28 millones, pero recibió 70; el Revolucionario Institucional recibiría 56, pero ganó un incremento, hasta llegar a los 145; el de la Revolución Democrática obtendría 18, y su financiamiento creció a 44 millones, y el PT, que estaba previsto en 3 pasó a 13.
Para 1996, el monto parcial del financiamiento alcanzó los 390 millones de pesos; se superó entonces la cifra de los 357 millones previstos para el trienio.
En el presente año el IFE obtuvo una aprobación presupuestaria de mil 800 millones de pesos y destinó a las actividades ordinarias de los partidos 274 millones 183 mil 933 pesos. Quedaron al IFE mil 525 millones de pesos para gastos.
Aún y cuando no quedaría nada por repartir según la previsión original, y cuando la inflación que vaticina el Banco de México para 1997 -cercana a 16 por ciento-, los partidos esperan romper récord en torno al financiamiento público que reciben.
La secretaría de finanzas de cada uno de los partidos espera importantes incrementos al financiamiento público que reciben, porque el IFE sólo destina una cuarta parte de su presupuesto a ese rubro.
Octavio West, secretario de Finanzas del PRI, reveló que para 1997 el IFE deberá destinar a su partido 600 millones de pesos para que realice sus actividades ordinarias, aparte de ``las actividades electorales federales, cuyo presupuesto puede incrementarse continuamente''.
De concretarse esa partida para el PRI, entre el PRD, PAN y PT sumarían cerca de 550 millones de pesos, de acuerdo con el régimen de proporcionalidad que aún operará para 1997. Es decir, la suma del financiamiento público entre los cuatro partidos alcanzará los mil 150 millones de pesos.
Acuerdo básico para el financiamiento ordinario: PRI
Octavio West, encargado de las finanzas del Revolucionario Institucional, expuso que los partidos políticos llegaron a un acuerdo básico para que 30 por ciento del presupuesto se reparta igualitariamente entre los partidos, y el resto, 70 por ciento, se hará proporcionalmente al número de votos alcanzados en las últimas elecciones fede-
rales:
``Como puede ver, a raíz de esta ecuación el PRI pierde puntos, alrededor de ocho'', asegura.
-¿Por qué se aceptó así?
-Durante los acuerdos electorales asumidos en este año se discutió y se dijo que la proporcionalidad resultaba conveniente para el PRI, y a los restantes partidos se les relega. Buscamos un punto de consenso, sin que signifique que se llegue a una fórmula igualitaria que no respondería al mandato de la sociedad que votó.
Para el diputado priísta los montos del financiamiento a los partidos son pequeños, reducidos, en comparación con otras na-ciones:
``Se quiere comparar cuánto se gasta Nigeria en elecciones, pero no se compara con el gasto que se entrega a los partidos políticos en Alemania, dónde sólo el gasto para los partidos en un par de años se dio en mil 800 millones de dólares. Y esos son los puntos de vista que se pierden''.
También propuso que los gastos de los partidos se pueden convertir en ``una tasa adecuada de reversión de los impuestos'' que está pagando la ciudadanía.
``Se debe considerar ¿cuánto es justo otorgar a los partidos? Hay que considerar que los recursos que se entregan a los partidos es dinero de los mexicanos, que entregamos al gobierno mexicano mediante los impuestos. Es dinero del pueblo el que se va a gastar; no es de nadie en particular, ni son fondos que aporte alguien mayoritariamente'', argumentó