La Jornada 21 de octubre de 1996

Albergues para mujeres golpeadas, plantea la CDHDF

Ricardo Olayo La violencia intrafamiliar contra las mujeres requiere una respuesta de las instituciones de gobierno para brindarles apoyo médico y psicológico, además de asesoría jurídica en instalaciones creadas ex profeso, como un albergue temporal, propuso la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) al regente Oscar Espinosa, en una iniciativa también apoyada por la Procuraduría General de Justicia capitalina.

El documento en que se hace la propuesta indica que hasta hace poco la violencia contra mujeres --sobre todo la que se da entre esposos-- quedaba en el ámbito privado, pero su agudización demanda el auxilio para esposas, hermanas e hijas que cotidianamente son agredidas.

Entre los objetivos del albergue está la protección de la integridad física de las mujeres que una vez que inician un proceso legal contra su cónyuge o familiar y tienen que regresar a su domicilio, se encuentran en una situación de mayor riesgo.

El texto indica que las mujeres podrán permanecer en el albergue con sus hijos y tendrán comunicación con el exterior, libre tránsito, servicios y alimentos suficientes para su recuperación. Se plantea la creación de instalaciones para recibir 30 mujeres, una capacidad ``limitada'' pero que puede ser el ``punto de partida'' para apoyar la creación de otros albergues, subraya la CDHDF.

Las mujeres podrán permanecer ahí siete días consecutivos, tiempo en el que pueden reflexionar sobre las alternativas que tienen para enfrentar su situación. De manera preferente, las instalaciones pueden ubicarse en el centro de la ciudad con dormitorios, cocina, comedor, espacios destinados al servicio médico, psicológico y a la atención jurídica, además de una estancia de juego para los niños y áreas de servicio.

El albergue estará abierto las 24 horas durante todos los días del año y el ingreso será reglamentado y posterior a una entrevista con personal especializado, además de que la identidad de las mujeres se mantendrá en absoluta discreción.

La propuesta fue un planteamiento que hizo originalmente la PGJDF al ombudsman capitalino, en el cual se indicó que la experiencia existe con el albergue temporal para niños que maneja la Procuraduría, y lo hace con buenos resultados, informó la directora de Atención a Víctimas del Delito, Patricia Olamendi.

El texto entregado por Luis de la Barreda fue consultado y enriquecido con varias ONG, centros de estudio, legisladoras y especialistas que se ocupan del tema, y su elaboración estuvo a cargo de Alicia Azzolini Bincaz y Angélica Ortiz Dorantes.

El proyecto entregado al DDF indica que muchas de las mujeres que denuncian las agresiones al retornar a sus casas se encuentran con una violencia aún más enconada de parte de su agresor. Se hace referencia al Informe de la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer, que señala la necesidad de reformar los mecanismos institucionales a fin de que las mujeres puedan hacer denuncias ``en condiciones de seguridad y confidencialidad, y sin temor a castigos o represalias'', además de ``establecer centros de refugio y servicios de apoyo dotados de los recursos necesarios'' para brindar auxilio.

Además se indica que la intervención ``estratégica'' del Estado, la comunidad y las organizaciones de derechos humanos puede salvar vidas y aliviar los efectos de largo plazo de las mujeres y sus hijos.

Menciona la violencia que se comete en general en contra de las mujeres, como el abuso sexual y la violación, e indica que no escapan personas de todas edades, niveles educativos y clases sociales. Los efectos de la violencia se observan en los trastornos en el desarrollo de las mujeres y en su dificultad para la integración del núcleo familiar.

Entre las modalidades de violencia intrafamiliar que cita la CDHDF están la agresión verbal, el confinamiento en el hogar, la prohibición de tener contacto o comunicación con familiares, o la de trabajar, así como las relaciones sexuales forzadas, el maltrato y los golpes, las amenazas de muerte o de represalias y en última instancia, el homicidio.

El proyecto se refiere a la violencia en el DF, que ha aumentado según las cifras de la PGJDF, y menciona que como resultado de la actividad realizada ``especialmente'' por organizaciones de mujeres se ha hecho visible el problema de la violencia en su contra.

Indica que se han logrado modificaciones penales para darles mayor protección y sancionar a los infractores, pero subraya que las instituciones que las atienden ``no brindan una alternativa para las víctimas de alto riesgo'', por lo que se hace necesario un apoyo institucional.