La Jornada 21 de octubre de 1996

TENDENCIA CRECIENTE DE ASALTOS BANCARIOS, VAN 335 ESTE AÑO

Roberto González Amador Con tres minutos basta. Un comando de tres hombres armados con fusiles de asalto irrumpe en una sucursal bancaria. Uno se hace con el control de la puerta, otro amaga a los empleados, y el tercero vacía el efectivo de la bóveda. Huyen. Todo en 180 segundos o menos.

Esta es la típica forma en que se cometen ahora los asaltos bancarios en México. En el país, reconocen autoridades y funcionarios bancarios, operan bandas organizadas para las que robar un banco es una más de sus especialidades, y lo hacen con una precisión matemática y una eficiencia tal que prácticamente dejan cruzada de brazos a la policía.

Las autoridades sostienen, también, que durante años el asalto bancario ha sido una práctica utilizada por grupos políticos para obtener fondos. ``Sabemos que sí puede haber relación entre los asaltantes y los grupos guerrilleros, pero no los tenemos identificados'', comenta el director general de Seguridad y Protección Bancaria (Seproban), José G. Ramírez Oelrich.

De hecho, un informe elaborado por un oficial del Ejército Mexicano deja pocas dudas al respecto, pues en un texto preparado para la Sección II de esa institución castrense, se documenta una treintena de asaltos bancarios cometidos en los últimos seis años por comandos guerrilleros.

Según ese documento, presentado como ``un manual de ambientación'' sobre el ``movimiento subversivo en México'', organizaciones guerrilleras obtuvieron en tres años 18 millones de pesos por asaltos bancarios. No detalla, sin embargo, qué organizaciones cometieron cada delito.

Atacan comandos de tres asaltantes

En los años 70 y principios de los 80 un ex jefe policiaco del estado de México se convirtió en el más famoso de los asaltantes de bancos. Alfredo Ríos Galeana creó fama en todo el país; fue personaje de corridos, y él mismo compuso canciones.

Las modernas bandas de asaltantes son más discretas que Ríos Galeana, quien llegaba a un banco acompañado de hasta 15 cómplices. ``No sabemos que pasó con Ríos Galeana, pero sí que dejó escuela y varias de las bandas que operan han utilizado algunos de sus métodos'', comenta Guillermo del Castillo Gómez, directivo de Seproban.

A diferencia del pasado, los actuales asaltos bancarios se han vuelto sofisticados y más riesgosos para el asaltante.

Una de las bandas que con mayor frecuencia actúa es la de Pedro Andrés Díaz Molina, El Peruano. Su imagen está grabada en varias películas tomadas por las cámaras fijas que funcionan en todas las sucursales bancarias.

Díaz Molina y dos de sus cómplices llegan a una sucursal bancaria en motocicleta. Cada uno va armado con un fusil de asalto, arma semiautomática con gran capacidad de fuego y precisión en el disparo. Con el vehículo bloquean la entrada. El Peruano asume el control de la puerta y con la vista atenta en un cronómetro coordina a sus dos cómplices. Uno de ellos amaga a empleados y clientes y se dirige a la zona de cajas. Toma el dinero. El otro camina hacia la bóveda que contiene el efectivo y se apropia del dinero que ahí se encuentra. Los tres salen huyendo. Tiempo: dos minutos con 47 segundos. No hubo disparos.

¿Por qué deben concretar el asalto en menos de tres minutos?

El director de Seproban responde: ``Los sistemas de seguridad en los bancos permiten que en cualquier lugar donde se encuentre la sucursal, las patrullas de las policías locales o las propias de Seproban llegan en un minuto y medio después de que fue presionado el timbre de alarma. Está comprobado''. Para los encargados de la seguridad bancaria el perfil de los asaltantes es bien conocido, así como la forma en que actúan y prácticamente en todos los casos el rostro de los asaltantes.

El director del área de seguridad de Banamex, Carlos Guzmán-Tovar Argain, explica: ``Ciertamente existe el asaltante solitario e inexperto. No se trata de un hombre desesperado. Es una persona con un comportamiento delictivo definido que roba un banco igual que robaría en un supermercado o una residencia. Pero no tiene una idea clara de la planeación de un asalto, sino que llega con la cajera, toma lo que puede y huye. Se conforma con la morralla. No es un delincuente estereotipado que pertenezca a una banda''.

Los funcionarios de seguridad prestan más atención a otro tipo de asaltantes. Guzmán-Tovar señala que nueve de cada 10 asaltos son cometidos por bandas organizadas, perfectamente identificadas y que en muchos casos están integradas por policías de todo tipo.

``Sabemos que son policías o ex policías por el tipo de arma que utilizan y la forma en que montan el operativo de asalto'', agrega. En el caso de bandas organizadas el promedio de asaltantes de banco es de tres, pero en ciudades como el Distrito Federal y Guadalajara el número de integrantes de un comando de asalto sube a cinco o seis, indica.

Las imágenes de un asalto en la ciudad de México muestran un operativo planeado con precisión. Dos asaltantes bloquean las dos calles que llevan a un banco, uno más neutraliza a dos vigilantes de la entrada, y otros dos entran al banco. En menos de tres minutos salen con el dinero.

``Las bandas organizadas saben bien el banco que van a asaltar, tienen informes sobre el diseño de la sucursal y sobre las áreas de acceso a efectivo. Utilizan el factor sorpresa para anular la vigilancia e inutilizan los sistemas internos de alarma'', explica el directivo de Banamex.

Los bancos han reforzado sus sistemas de seguridad. Como explica Guzmán-Tovar, el riesgo se ha incrementado con relación al beneficio que los ladrones pueden obtener. Un banco en casi cualquier punto del país tiene ahora puertas de exclusa, cristales que protegen las cajas de atención al público, y puertas blindadas que sólo permiten el acceso de una persona a la vez para entrar a la bóveda.

También se ha comenzado a utilizar un dispositivo electrónico. En la mayoría de los bancos las fajillas de billetes que están en la bóveda y las cajas tienen un chip que puede ser rastreado por una estación remota para ubicar la ruta exacta por donde huyen los asaltantes. ``Pero el atractivo de un banco es muy grande para las bandas criminales, porque los bancos tienen el producto que se busca, que es el dinero. No es como robar un auto que luego hay que vender. Por eso se han reforzado las medidas de seguridad y reducido el efectivo disponible en cada sucursal'', agrega.

No obstante, siempre hay formas. Cuando los noticieros de radio transmiten desde sus helicópteros la crónica de un asalto, los locutores desde su cabina critican a un gerente que tardó dos horas en denunciar el atraco.

Ignoran la nueva técnica para asaltar un banco. En el transcurso de este año, pero sobre todo en los últimos seis meses, media docena de asaltos en la ciudad de México han sido cometidos por ladrones que antes secuestraron a un familiar cercano del gerente de la sucursal, comenta José Ramírez Oelrich, director de Seproban.

En otros cuatro asaltos los ladrones tomaron un rehén de entre los clientes. Los gerentes de los bancos prefieren hacer la denuncia una vez que tienen la certeza de que su familiar o el cliente han sido liberados.

``La característica de una banda organizada es que cuentan con casas de seguridad y un líder que abastece las armas, obtiene la información sobre la sucursal a asaltar y diseña la estrategia. Pero estas bandas no sólo asaltan bancos, y salvo excepciones no encontramos una clara repetición de bandas en los asaltos'', señala el ejecutivo de Banamex.

Después de 99 años

El primer asalto bancario en México ocurrió en 1963, cuando una banda de sudamericanos robó el dinero de una sucursal del entonces Banco de Londres y México (hoy Serfin) en San Angel, el primero que inició operaciones en el país en 1894.

Transcurrieron 99 años para que en México sucediera el primer asalto bancario. Hoy es noticia de todos los días.

Informes oficiales de la Asociación de Banqueros de México indican que entre enero y septiembre de este año fueron asaltadas 335 sucursales bancarias en todo el país, de las que 54 fueron en Jalisco, 52 en el Distrito Federal y 25 en el estado de México. Excepto Aguascalientes, todas las entidades de la República han reportado asaltos bancarios. La cifra muestra una tendencia creciente. Un año antes, en 1995, ocurrieron en el país 401 asaltos, mientras en 1994 se registraron 218.

Las penas para los asaltantes no son severas. ``Aportamos a las autoridades mucha información, fotografías, videos; sabemos que muchos asaltantes tienen antecedentes criminales, pero el número de detenidos es muy reducido'', lamenta Guzmán-Tovar.

Una opinión similar es la de Ramírez Oelrich. Incluso anticipa que Seproban va iniciar en estos días un proceso de modernización para crear un banco de datos sobre asaltantes en México, fin de dar seguimiento a las investigaciones y lograr penas más severas para los asaltantes.