La Jornada 19 de octubre de 1996

DOLOR E INDIGNACION EN GUATEMALA

Reuter, Ap, Efe, Afp y Ansa, Guatemala, 18 de octubre En medio de la confusión y la indignación, cientos de guatemaltecos de condición humilde colmaron hoy el cementerio central en esta capital para sepultar los restos de sus familiares que murieron en el peor desastre deportivo del país ocurrido el miércoles en la noche.

Largas filas de autos llegaron durante todo el día al cementerio, donde una multitud daba el último adiós a decenas de personas que perdieron la vida en la estampida del Estadio Nacional Mateo Flores, cuyo saldo se elevó a 84 muertos y 193 heridos.

Aunque el destino eran varios panteones, la mayoría de las procesiones desembocó en el cementerio principal de esta capital. Pero también había entierros en algunos lugares del interior del país, ya que muchos aficionados vinieron de provincia. A la pequeña ciudad de Mixco fueron llevados los cadáveres de cinco personas de una misma familia.

Los dolientes y amplios sectores de la sociedad seguían demandando el esclarecimiento de los sucesos y castigo para los culpables. En algunos casos se responsabilizaba al gobierno y en otros a las autoridades deportivas, siempre por las insuficientes medidas de seguridad y por la reventa que privó del boletaje.

Una mujer acusó formalmente como responsables de la tragedia al director de la Policía Nacional, Angel Conte; al presidente de la Federación de Futbol de Guatemala, Rolando Pineda, y al presidente de la Comisión de Selecciones, Ernesto Villa.

El presidente Alvaro Arzú llamó a la unidad, prometió una ``auditoría exhaustiva'' de los dos últimos años de actividades de la Federación de Futbol de Guatemala, y congeló el ingreso de taquilla para el pago de indemnizaciones a familiares de las víctimas.

No parecía haber acuerdo en el mismo gobierno sobre los verdaderos motivos de lo acontecido. Así, Arzú descartó que el origen haya sido una riña entre aficionados ebrios, mientras que el ministro de Gobierno, Rodolfo Mendoza, sostenía esa hipótesis.

El director de la empresa encargado de la seguridad del partido, Julio Rodríguez, apoyó la tesis de Mendoza al afirmar que en ningún momento ingresó gente a la fuerza y que el alboroto fue interno. No obstante, la Federación de Futbol local reconoció que el principal problema fue el sobrecupo debido a la venta de boletos falsificados.

En tanto que las autoridades guatemaltecas suspendieron todas las actividades deportivas del fin de semana y mantenían el luto de tres días, la Federación Internacional de Futbol Asociado (FIFA) anunció no sólo la postergación del juego Costa Rica-Guatemala -que se efectuaría la noche de la tragedia-, sino también el siguiente del 25 de octubre entre Trinidad y Tobago y Guatemala.

La FIFA también ordenó a sus federaciones afiliadas guardar un minuto de silencio en los partidos de primera división a celebrarse este fin de semana en los diversos países del mundo. Del mismo modo, pidió que se lea una proclama instando a los espectadores a comportarse con disciplina y aceptar las medidas de seguridad.

Uno de los directivos de la FIFA, Joseph Blatter, reafirmó su deseo de que desaparezcan las vallas de los estadios que acogerán los partidos en el Mundial de Francia 98. Pero, dijo, no se puede culpar al deporte por este tipo de tragedias, y recomendó tomar medidas adecuadas y subrayó que es la autoridad local la que controla la seguridad.

Al mismo tiempo, desde Amman se reportó que aficionados jordanos y palestinos libraron una batalla campal durante un partido de futbol jugado hoy en el estadio de la capital jordana, y se calcula que una treintena de personas resultaron lesionadas