Reunido con los cónsules honorarios de México, el presidente Ernesto Zedillo presentó una argumentación que es necesaria para afinar el entendimiento de las complicaciones económicas actuales.
Con el peso bajo presión y la concurrencia adversa de distintas variables externas, la economía mexicana parecería instalada en una circunstancia de difícil diagnóstico pero, aún peor, de complicada solución.
Frente a la percepción de entrampamiento, Zedillo plantea que los ``naturales ajustes'' que suceden en los mercados cambiario y financiero no obstruyen significativamente el proceso de recuperación gracias, precisamente, a la congruencia y la flexibilidad de las políticas económicas gubernamentales.
Es decir, el gobierno asume como naturales los vaivenes que, por ejemplo, tiene el tipo de cambio del peso frente al dólar, y encuadra la libertad en la que se dan como un antídoto para evitar traumas económicos como los que en otras épocas se han producido.
Las palabras de Zedillo tienen un significado especial a la luz de acontecimientos de los últimos días, en los que el peso ha sufrido serios embates, de los cuales finalmente, conforme a las cifras oficiales disponibles, parece haberse levantado sin las grandes raspaduras que la aparatosidad original hacía suponer.
Ayer mismo, mientras el presidente Zedillo hablaba frente a los ciudadanos extranjeros que colaboran en sus países de origen con el servicio diplomático mexicano, se generaban en el sureste mexicano versiones confusas, finalmente desmentidas de manera firme por instancias oficiales gubernamentales y legislativas, como la Cocopa, de enfrentamientos y divisiones relacionadas con el zapatismo chiapaneco.
Al mismo tiempo, en la influyente revista Forbes se publicaba un artículo de opinión llamando a los inversionistas extranjeros a dejar México.
Más allá de la inevitable necesidad de que esa política económica gubernamental se refleje en la vida cotidiana de los mexicanos, será necesario que pueda enfrentar exitosamente las presiones de diverso origen que parecen empeñadas en crear escenarios adversos para México.
En los resultados de estas políticas estará sin lugar a dudas la calificación exacta que deba dárseles