En la gestión de Sarukhán faltó capacidad de diálogo: Drucker
José Gil Olmos y Georgina Saldierna Raúl René Drucker Colín, uno de los investigadores más importantes y polémicos de la UNAM, asegura que esta institución ha avanzado ``lentamente'' durante la rectoría de José Sarukhán. Incluso advierte que no se pudieron solucionar los problemas de burocracia, aumento de la matrícula, ausencia de investigación de frontera y los bajos salarios en la institución.
En entrevista con La Jornada, el jefe del Departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina señala como uno de los ``errores'' de la administración de Sarukhán, la falta de capacidad para dialogar con todas las corrientes y fuerzas que existen en la Universidad. Por ello, a su ver, el próximo rector habrá de mostrar carácter y liderazgo para incluir en su proyecto todas las formas de pensar que existen en la institución y hacer de la UNAM la cabeza del proceso de educación superior que requiere el país de cara a la globalización económica y tecnológica y a los retos del siglo XXI, ya que en los últimos años ha perdido su liderazgo nacional en la educación superior.
Jefe del grupo de investigadores que ha hecho trabajos fundamentales en la lucha contra el mal de Parkinson y además parte de la comunidad universitaria que actuará en el proceso de sucesión de rectoría --que iniciará la próxima semana, cuando la Junta de Gobierno dé a conocer la convocatoria--, Drucker Colín también polemiza sobre el eje de la administración de Sarukhán en los últimos ocho años.
Desde el inicio de sus dos periodos al frente de la UNAM, Sarukhán Kermez tomó como propuesta esencial la ``academización'' de la institución. Para Drucker, este proyecto perdió la batalla ante el crecimiento desmedido de la burocracia. Esto, aseguró, ha dañado la imagen externa de la máxima casa de estudios. ``La Universidad ya está academizada desde hace mucho tiempo, ya que es su actividad primordial, pero si lo vemos en términos de la imagen que tiene hacia el exterior creo que en los últimos cuatro años no ha cambiado demasiado esa imagen hacia afuera'', señala.
Explica que a pesar de que la investigación científica en la UNAM es muy importante y cuenta con excelentes resultados, la difusión es extraordinariamente deficiente y el público desconoce lo que se hace en la institución. Ello, afirma, ha ocasionado que se piense en la Universidad como ``un lugar donde se dan clases y con frecuencia hay muchos líos'', lo cual es preocupante.
--¿El crecimiento de la burocracia se dio a partir de la rectoría de Sarukhán?
--Es difícil hacer estas evaluaciones sobre las rodillas. Siempre he sentido que la UNAM tiene una enorme burocracia; en unas áreas se corrige pero aparecen otras y dificultan su quehacer. Siento que en general hay un enorme aparato burocrático y esto se ha incrementado en los últimos años.
``No podría decir si es peor que hace ocho años; hay muchas cosas que son sencillas pero por la enorme burocracia no se solucionan. Lo que podemos decir es que este problema no se resolvió en la institución''.
--¿Este proyecto de academización ha perdido la batalla frente a la burocracia?
--Pues de alguna manera sí, pero de todas maneras habría que definir qué es la academización, porque las autoridades ahora dicen que hemos avanzado en esto, pero no sé si se refieren a la ampliación de la investigación o la actividad científica.
``Yo no siento que haya habido una gran mejoría; podría decir que en México no se puede hacer investigación de frontera porque no hay la infraestructura que lo permita, porque los apoyos económicos son bajos y el sistema de evaluación necesita ser reevaluado. Para la investigación de frontera se necesita toda una infraestructura y siento que las autoridades no la han atendido en forma apropiada. No creo que la investigación en la UNAM sea mala, pero no es de frontera porque aquí no existen los grandes apoyos económicos y administrativos que lo faciliten. Para ello se requiere de un cambio de estructura (...) y en este periodo no se ha resuelto''.
Al hablar de otros problemas que han obstaculizado el desarrollo universitario citó la matrícula pero destacó la predominancia administrativa que hay sobre la excelencia académica. ``Todavía existe la idea de que una universidad está hecha para ser administrada y no que la administración sirva a los fines universitarios. Un administrador debe ayudar a las funciones de la institución, pero aquí la academia ha estado al servicio de la administración. Este es un mal nacional y va a ser difícil que se modifique sustancialmente'', consideró.
Respecto al punto de los salarios, Drucker lo calificó como un asunto muy complicado en el cual se avanzó, pero parcialmente. Esto, precisó, porque algunos investigadores han paliado su bajo sueldo con algunos incentivos extras a los que llamó tortibonos. Pero en el caso de los profesores reconoció que no hay primas extras y, por ende, ``su situación es drástica''.
De esta manera observó que en la UNAM existen dos tipos de poblaciones académicas: los que tienen un salario bueno y los que deben buscar otras ``chambas'', lo cual pone en riesgo la actividad académica de la propia Universidad.
Para Drucker Colín, la cuestión fundamental es saber si la UNAM ha avanzado y a qué velocidad. Sin ambigüedades afirmó que ha sido lento. Esto, argumentó, es tarea de quienes dirigen la institución, pero el hecho de que se haya avanzado lentamente ha ocasionado la pérdida de liderazgo de la Universidad en el proceso de mejoramiento de la educación superior en el país.
``A pesar de ser la Universidad Nacional, no parece tener el liderazgo que debería para impulsar los grandes proyectos del país. La nación debería descansar sobre la UNAM y otras universidades públicas, pero de alguna forma ha perdido un poco el liderazgo y eso se nota en comparación con otros años''.
Para el investigador, la UNAM y las otras 39 universidades públicas que existen en el país deberían retomar el liderazgo e impulsar la educación superior a través de un plan nacional que pudiera proveer a la nación de los elementos científicos y tecnológicos que requiere. Esto con ayuda de la iniciativa privada y el apoyo presidencial.
Por ello, dijo, el nuevo rector de la UNAM habrá de tener la visión puesta para el siglo XXI, sin soslayar la globalización económica, el desarrollo tecnológico y científico, y la excelencia académica necesaria para ello. De esa manera hacer de la Universidad una institución nacional abriendo nuevos campos de estudio en regiones estratégicas con carreras ad hoc para estas zonas y aumentar la matrícula pero con metas específicas.
En ese sentido indicó que el nuevo rector de la Universidad Nacional habrá de tener muy buenas relaciones con el Ejecutivo federal para que realmente pueda discutir estos planes y convencerlo de que la educación superior es una de las inversiones más importantes que tiene que hacer el país. ``Ser una persona con una enorme fuerza de carácter y liderazgo y con un respeto de la comunidad universitaria para que se sienta que realmente es un líder''.
Más que un administrador, Drucker señaló que la Universidad necesita de un rector con capacidad de conciliar, dialogar y negociar ``sin miedo'' con todas las corrientes de pensamiento que existen en la UNAM.
``Eso es muy importante'', destacó, porque es la obligación de un rector escuchar a todas las corrientes.
--¿Esa resistencia de escuchar a la oposición ha detenido al avance?
--Yo creo que sí; el rector tiene la obligación de escuchar a las voces que disienten, cómo piensan todos los grupos. Eso enriquece a la Universidad, las ideas. Ese ha sido el más grave error de esta administración: una falta de diálogo con todas las corrientes. Si se dialoga se reducirán los problemas que han sido causa de la imagen negativa de la institución.
Finalmente, para Drucker Colín, los universitarios que han sido mencionados hasta el momento como posibles candidatos a contender por la rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México cumplen con algunos de estos requisitos.
Si embargo en su opinión, el secretario de Salud, Juan Ramón de la Fuente, ``cumplía con creces'' todos ellos, por lo que lamentó que se haya descartado.