MARCHA MORELENSE
Francisco Guerrero Garro, corresponsal, Cuernavaca, Mor., 17 de octubre Unas 4 mil personas, todas ellas vestidas de blanco y portando una flor, realizaron esta tarde la Segunda Marcha del Silencio para protestar contra la violencia y la escalada de la criminalidad que vive la entidad, y demandar la intervención del presidente Ernesto Zedillo, para que ``la paz regrese a Morelos''.
Fresca aún la noticia de los últimos dos secuestros, el del empresario José Guerra, plagiado antier en Cuautla, y la del avicultor Alejandro Herrera Quiroz, secuestrado ayer en Jiutepec, la marcha demandó al Presidente ``que intervenga de inmediato y tome las medidas necesarias para terminar con este gravísimo problema de inseguridad que vive Morelos''.
En la marcha participaron estudiantes universitarios, amas de casa, empresarios, profesionistas, legisladores locales y federales del PRD y el PAN, así como diputados independientes como Ana Lilia Cepeda, del grupo de Mujeres en Lucha por la Democracia, ademas de transportistas y artistas e intelectuales.
La diputada Cepeda informó que la organizacion de la marcha fue objeto de una campaña de intimidacion por parte del gobierno estatal, que por medio de cientos de llamadas telefónicas advertían a los posibles participantes que ``de asistir a la marcha, verían las consecuencias''.
En total silencio, los miles de hombres y mujeres vestidos de blanco, recorrieron las principales calles de la ciudad y al llegar a la Plaza de Armas, permanecieron diez minutos inmóviles y en silencio, para después entonar el Himno Nacional antes de proceder a firmar un documento, dirigido al presidente Zedillo, para solicitar su intervención.
Dos de los dirigentes de la marcha, Carmen Genis, de la Casa Ciudadana de Cuautla y Gererdo Becerra, del Consejo Cívico Morelense, entrevistados al final de la marcha manifestaron que no habían solicitado hablar con ninguna autoridad estatal, puesto que ya lo habían hecho muchas veces antes y ``no resuelven nada, por lo que ahora nos dirigimos a las autoridades federales''.
Gerardo Becerra agregó que aunque han sido detenidos muchos presuntos secuestradores, ninguno de ellos es miembro relevante de las bandas que actúan en la entidad y sólo se trata de elementos que ayudaron a cuidar a los secuestrados o a darles de comer, por lo que los cerebros de las bandas y los autores materiales e intelectuales de más de 220 secuestros habidos en los dos últimos años en la entidad, ``están libres y siguen actuando''.
También señalaron que aunque se han pagado decenas de millones de pesos de rescates, y a pesar de que ``según el gobierno ha detenido a más de 200 secuestradores, nunca se ha recobrado botín alguno'', lo cual indica, entre otras cosas, que nunca se ha detenido a miembros ``efectivos'' de las bandas.
Acerca de los otros dos secuestros
En tanto, la dirigente de la Casa Ciudadana de Cuautla, Carmen Genis, dio a conocer que antier fue secuestrado en Villa de Ayala José Guerra, hijo de Manuel Guerra, uno de los más connotados industriales y empresarios de esa zona, por un grupo de ocho hombres armados que viajaban en dos vehículos.
Genis informó también que a la hermana de José Guerra, Rosita, que fue hace dos años candidata del PRD a la alcaldía de Cuautla, también se le intentó secuestrar a la misma hora que su hermano en la zona urbana cuautlense, pero que pudo detectar a quienes la querían plagiar y pudo escapar en su automóvil, no sin ser perseguida varias cuadras por los delincuentes.
Ayer en la mañana también fue secuestrado, por cuatro hombres armados que viajaban en una Suburban, el avicultor del municipio de Jiutepec, Alejandro Herrera Quiroz, cuando entregaba un pedido de pollos en el poblado de Calera Chica.
Por otra parte, hoy fueron presentados por el procurador de Justicia de la entidad, Carlos Peredo Merlo, dos presuntos secuestradores, Javier Ortiz y Ramón Morales, que están implicados en los secuestros de Julio Mitre, Rafael Cortina Mariscal y Rafael Bastida.