La Jornada 18 de octubre de 1996

Piden borrar la figura de enseñanza pública

Roberto Garduño E. y José Gil Olmos La Federación de Instituciones Mexicanas Particulares de Educación Superior (FIMPES) sugirió al presidente Ernesto Zedillo que se suprima el término de ``pública'' a la SEP, ``porque se ha borrado la distinción entre las universidades públicas y privadas, y sería sumamente positivo que desapareciera por completo''.

Enrique Cárdenas Sánchez, presidente de la FIMPES, expuso ayer en el salón Adolfo López Mateos de Los Pinos que el ``pequeño pero importante cambio de nombre'' a la Secretaría de Educación Pública reflejaría mejor la determinación que el gobierno ha tomado para darle la máxima prioridad a la educación del país:


Comida por el 30 aniversario de la FIMPES; acompañan
a Ernesto Zedillo su esposa Nilda Patricia y Miguel
Limón Rojas.
Foto: Omar Meneses

``No debe haber distinciones entre universidades públicas y privadas; si acaso, habrá instituciones buenas y no tan buenas, con características particulares y una identidad propia. Por ello, la dependencia debería llamarse simplemente Secretaría de Educación, pues su labor está encaminada hacia toda la educación del país, y ello abriría más las puertas de cooperación entre unas y otras instituciones.''

En la comida conmemorativa de la 30 Asamblea Nacional de la FIMPES, el jefe del Ejecutivo dijo a los rectores de las 62 universidades privadas más importantes del país que la premisa básica es que la educación es un medio fundamental para construir una nación mejor integrada por las oportunidades y el bienestar, la democracia y la justicia.

``Nos une el propósito de que más y más mexicanos tengan una formación suficiente y de calidad, porque compartimos la convicción de que sólo con más y mejor educación habremos de superar rezagos y desigualdades; habremos de multiplicar oportunidades en un marco de equidad; habremos de contar con más y mejores aspirantes a la educación superior.''

Zedillo reconoció el esfuerzo de actualización de las universidades y tecnológicos privados, su compromiso con la excelencia académica, la expansión de buenos programas docentes, con un creciente interés en la investigación y una vigorosa presencia en la difusión de la cultura.

En su turno, Enrique Cárdenas, también rector de la Universidad de las Américas, señaló que los objetivos fundamentales de las instituciones privadas de educación superior no son diferentes de los de las instituciones públicas. Propuso ``evitar a toda costa la pérdida de talentos mediante un sistema de de becas de excelencia a nivel licenciatura, para que los estudiantes más brillantes cursen su carrera en las instituciones de su preferencia''.

Informó a Ernesto Zedillo que la FIMPES está en la etapa de implantación de un sistema de crédito educativo, ``que permita en los próximos años abrir la puerta a más de 80 mil estudiantes que no tengan los recursos económicos suficientes para acceder a la educación superior particular''.

Durante la asamblea, Cárdenas pidió también al gobierno federal un trato ``equitativo'' para estas instituciones.

Otra propuesta fue que los miembros de las escuelas particulares también sean beneficiados con las becas que otorga la SEP por medio del Sistema Nacional de Investigadores. Indicó que estarían dispuestos a que las autoridades vigilen directamente el uso de los recursos.

Por su parte, el rector de la UNAM, José Sarukhán, reconoció que la sociedad dejó de considerar a la educación superior como el factor decisivo para el desarrollo nacional, y mencionó que este nivel ha incorporado de manera lenta los avances cientifícos y tecnológicos a los procesos de formación de recursos humanos altamente calificados. Finalmente, subrayó el ``anacronismo'' entre el contenido de los programas y el subempleo de profesionales.