La Jornada 17 de octubre de 1996

No existen las mafias de poder en Argentina, afirma Carlos Menem

Stella Calloni, corresponsal, Buenos Aires, 16 de octubre El presidente argentino, Carlos Menem, negó hoy que existan ``mafias en el poder'', y atribuyó las denuncias de corrupción contra funcionarios de gobierno formuladas por el ex ministro de Economía, Domingo Cavallo, a sus aspiraciones políticas.

El mandatario afirmó lo anterior durante una reunión con la prensa extranjera, durante la cual se registraron algunos momentos agitados y hasta tumultuosos, cuando un periodista consideró que la negativa presidencial a reconocer los casos de corrupción en el gobierno es ``una tomadura de pelo''.

Menem calificó como ``irresponsables'' tanto las declaraciones de Cavallo desde Estados Unidos como las del dirigente Rodolfo Terragno, de la opositora Unión Cívica Radical (UCR-socialdemócrata), quien advirtió que el choque de Cavallo con el gobierno es un enfrentamiento de ``bandas mafiosas'' y que el presidente podría convertirse en un ``Menem de Gortari'', en abierta referencia al ex presidente mexicano.

Además, el mandatario restó importancia a las declaraciones del ex ministro del Interior, Gustavo Béliz, quien sostuvo ayer que nadie cree al presidente cuando anuncia que va a combatir a las mafias, porque es visto como ``el responsable primario'' de las mismas.

Los ex ministros ``se pasaron a la oposición'', sostuvo Menem, quien minimizó las recientes protestas en su contra y afirmó que ``pueden hacer los paros que quieran, por 48 horas, 48 días o 48 años, pero el modelo (económico neoliberal) no va a cambiar''.

El impacto por las acusaciones de Cavallo perdura hoy con fuerza, pero durante la reunión, el mandatario volvió a mantener su postura intransigente y describió una situación interna que parecía alejada de la realidad, asegurando que existe una ``justicia independiente'' y que la desocupación récord es un ``fantasma'' creado por la prensa.

Incluso dijo que las últimas encuestas le adjudican un triunfo sobre sus opositores, a pesar de que todas las consultas conocidas públicamente reflejan un marcado descenso de su popularidad, registrando sólo entre ocho y 13 por ciento de apoyo.

Reconoció que el empresario Guillermo Cóppola, detenido por vinculaciones con el narcotráfico, visitaba la residencia presidencial como representante del futbolista Diego Maradona, amigo del mandatario, pero sostuvo que los señalamientos formulados en contra de su secretario privado, Ramón Hernández --amigo de Cóppola--, son un tiro ``por elevación para el presidente''.

Ante preguntas sobre su cuñado Emir Yoma, quien, según la prensa, habría recibido 2 millones de dólares de una empresa investigada por varios ilícitos, el presidente atacó, sin mencionar su nombre, al periodista Horacio Verbitzky, a quien mencionó como un ``subversivo''.

Traspiés ante la prensa

El presidente fue muy duro con un enviado de la televisión sueca, quien está detrás del caso de la adolescente de esa nacionalidad, Dagmar Haggelin, desaparecida durante la última dictadura militar (1976-83).

Menem dio por cerrada la causa, consideró que Haggelin ``puede estar muerta'' y dijo que sólo restaba ``el tema de indemnización'' a la familia, pero el periodista insistió en que se trataba de saber lo que sucedió, y mencionó al capitán de marina Jorge Acosta, uno de los sindicados en el caso. ``Pregúntele a él'', dijo el mandatario en una insólita respuesta para rematar con una frase irónica: ``usted parece preocuparse más que la familia''.

No fue el único traspié. Cuando un periodista alemán lo interrogó sobre la situación social del país, el mandatario le dijo: ``parece que los descontentos se chocan con usted'' .

Ante este tipo de respuestas se generó algo de malestar, el cual estalló cuando Isidoro Gilbert, de La República de Uruguay, se violentó, reclamando al presidente por lo que consideró una ``tomadura de pelo'' en las respuestas, especialmente cuando el mandatario se negó a reconocer la existencia de casos de corrupción en su entorno.

En tanto, los titulares de los principales diarios destacaron el fuerte impacto de las denuncias de Cavallo: Clarín tituló a toda página ``Guerra abierta entre Cavallo y el gobierno'', advirtiendo que ``los empresarios tienen miedo'', por la imagen que se da del país.

La estrategia oficial parece dirigida a llevar al ex ministro a la justicia y exigirle que presente pruebas, tratando de sacar la situación del espacio público. La portada de Página 12 muestra la cabeza de Cavallo en forma de bomba con la mecha encendida y la señal de ``explosivo''. Y explosiva también parece ser una versión que señala que la ex primera dama, Zulema Yoma, habría visitado a Sonia Cavallo, esposa del ex ministro, en muestra de solidaridad. Las críticas al gobierno son muy duras, pero también lo son hacia Cavallo, a quien la opositora UCR quiere citar a dar precisiones en el Congreso y cuya actitud fue calificada por algunos justicialistas (oficialistas) de ``golpista'', mientras el ex ministro negó a última hora de hoy estar en la oposición y dijo confiar ``todavía'' en que Menem encabece la lucha anticorrupción.