Protestan mujeres ante oficinas de Diego Fernández
Rosa Elvira Vargas La Asamblea Nacional de Mujeres se presentó ayer frente a las oficinas de Diego Fernández de Cevallos con el fin de reclamarle su ``complicidad'' con el régimen de Carlos Salinas de Gortari para apropiarse de terrenos en Punta Diamante, Acapulco, y ``engrosar su capital y su bolsillo''. Sin embargo, el panista dijo en conferencia de prensa que los ataques en su contra ``no nos deben sorprender'' pues responden a una estrategia clara de sus adversarios ante el año electoral que se avecina.
Si bien la protesta en Lomas Virreyes, donde Fernández de Cevallos labora, duró poco más de treinta minutos, él en cambio uso más de dos horas para dar una conferencia de prensa en la que descalificó a sus impugnadores, vaticinó el triunfo de su partido en los próximos comicios, censuró la salida que dio el gobierno a la privatización de la petroquímica e invirtió un buen rato en mostrar y explicar los documentos que, aseguró, avalan la legítima propiedad de los predios en cuestión.
Carteles colocados por la Asamblea Nacional de
Mujeres en contra de Diego Fernández de Cevallos,
afuera de sus oficinas en Lomas Virreyes.
Foto: Carlos Cisneros
La protesta --primera de las que se realizarán contra el panista, según adelantó la dirigente Cecilia Corona-- consistió en colocar carteles en la reja del inmueble con leyendas donde se aludía a la relación entre Fernández de Cevallos y el ex presidente Salinas. Asimismo, un empleado de las oficinas recibió en ``charola de plata'' un diamante de cartulina salpicado de diamantina que le entregaron las integrantes de la Asamblea. Con ello, dijeron las de la Asamblea, ``simbolizamos nuestro rechazo a su connivencia con el PRI y le hacemos patente que ha traicionado los intereses de la nación''.
El gobierno, apuntó la señora Corona, expropió a ejidatarios y comuneros en Punta Diamante para que Fernández de Cevallos se beneficiara con un predio. Nosotros también queremos que se nos beneficie con vivienda, salud y escuelas. Veníamos, pues, a exigirle que nos aclare todos los oscuros acuerdos a que llegó con el gobierno anterior.
Y aunque justificó su llegada hasta casi la una de la tarde por su asistencia a varias audiencias, Fernández de Cevallos ya no encontró a sus impugnadores. En cambio, gustoso posó ante los carteles que aún permanecían en la reja e invitó a fotógrafos y reporteros a pasar a sus oficinas donde de entrada mencionó que ese tipo de ataques ``hay que tomarlos, por lo pronto, con buen humor''. No descartó que ``algún mal pensado'' pueda suponer que él mismo provocó el incidente pero, para tranquilizarlos, ``reitero que no voy por la regencia del Distrito Federal''.
Señaló que el debate sobre sus propiedades en Punta Diamante ``va muy avanzado'', que reitera su oferta a los líderes nacionales del PRI y PRD, Santiago Oñate y Andrés Manuel López Obrador, de que vendan los terrenos en los 14 millones que se asegura valen y usen la mitad en la construcción de casas para la gente humilde y le dejen el resto del dinero, ``para pagar el predial''.
Fernández de Cevallos insistió también en que la historia de sus terrenos en Acapulco es muy anterior a Salinas de Gortari y a José Francisco Ruiz Massieu, y que espera que el tiempo ponga las cosas en su lugar. En ese asunto, señaló, ``lo que hicimos fue defender nuestras inversiones, ganamos los juicios y hacemos valer lo que nos corresponde''.
Siempre de buen humor --si bien no pasó por alto aludir a periódicos cuya línea editorial no es de su agrado--, el ex candidato panista a la Presidencia dijo que en México las libertades se han tomado como opciones para difamar y, admonitorio, indicó que no se puede aceptar que este país se destruya por la insidia y la mentira. ``Seguiré trabajando y no me harán retroceder; no ocultaré lo que tengo porque no me lo he robado''.
También, y a pregunta expresa, expuso largamente que la salida que dio el gobierno a la privatización de la petroquímica sólo es una justificación ante tantos errores que se han tenido en esa industria y que constituye una historia de ``trampas y latrocinios''.
En rigor, mencionó, se trata de una tomadura de pelo a los reales o supuestos nacionalistas, pues el gobierno pondrá a la venta el 49 por ciento de la chatarra que representan las plantas viejas, contaminantes y no competitivas ahora en funcionamiento, mientras que para las nuevas inversiones en esa área se permitirá que todo el capital sea privado.
La ironía, subrayó, es que se asegure que con ese esquema se preservará la soberanía cuando no es sino una actitud engañosa y de manipulación. Aseguró entonces que nadie tendrá interés por comprar ``ese triquero que no funciona''.
Finalmente, el jefe Diego condujo a los periodistas a la oficina donde tiene los documentos que avalan, aseguró, la legítima propiedad de los predios de Acapulco y ahí reveló que casi todos ha tenido que volver a obtenerlos, pues su despacho fue asaltado y saqueado el 21 de abril de 1995. Hecho que, dijo, no quiso hacer público por salud de la República.