Petroquímicas: beneplácito de petroleros y priístas, cautela del PRD, críticas de PAN e IP
La decisión gubernamental de acotar la participación privada en el sector petroquímico del país, cuyo anuncio se hizo público el domingo pasado, provocó reacciones encontradas entre los factores de la producción y los diversos sectores políticos, entre ellos el Partido de la Revolución Democrática (PRD), que se manifestó por impedir el acceso de empresarios a dicho sector, y de Acción Nacional (PAN) que insistió en que la decisión política del presidente Zedillo será económicamente muy costosa para el país.
Sin embargo, el secretario general del sindicato petrolero, Carlos Romero Deschamps, señaló que la medida garantiza la rectoría del Estado en esa industria, y promueve la participación privada sin menoscabo de la soberanía nacional.
Ante los integrantes del Consejo Político Nacional del Partido Revolucionario Institucional, el líder sindical subrayó que con la nueva estrategia del gobierno ``los priístas obtuvimos la respuesta esperada''.
En tanto, el vocero del gobierno federal, Dionisio Pérez Jácome, declaró que el cambio en la estrategia gubernamental para desarrollar la petroquímica no significa dar marcha atrás, sino una demostración más tangible, palpable, de que los planteamientos basados en razones, en fundamentos de tipo jurídico y social, son escuchados por las autoridades para ``reformular'' con el mayor acierto posible las políticas públicas. ``Es una decisión no sólo compartida por muchos de los más influyentes sectores de nuestro país, sino también una decisión que seguramente merecerá el reconocimiento de todos los que han estado interesados en este proceso''.
A su vez, en una breve declaración el embajador estadunidense en México, James Jones, dijo desconocer si algunos inversionistas estarían interesados en la adquisición del 49 por ciento de la industria. ``Pero si entiendo bien, todo esto se tiene que someter al Congreso y esperar una aprobación final, por lo que no va a haber inversionistas interesados hasta que sepan cuál va a ser la proposición final''.
En la Cámara de Diputados, el anuncio generó posiciones encontradas al interior del PRD, críticas de Acción Nacional y apoyo generalizado en la fracción priísta.
El diputado perredista Francisco Curi Pérez dijo que la decisión es una muestra de ``sensibilidad del presidente Zedillo, que supo atender un reclamo generalizado, y reconocer que el proceso original tenía irregularidades'', mientras sus compañeros de bancada, Amado Cruz y Javier González, externaron que la decisión significa más un triunfo de la oposición, que una muestra de sensibilidad del mandatario, y advirtieron que falta que el gobierno envíe la iniciativa para juzgar la decisión en términos concretos.
Los panistas Alejandro Zapata Perogordo y Alejandro González Alcocer indicaron que el nuevo esquema se diseñó para salir al paso de los problemas en el PRI, y al mismo tiempo intentar quedar bien con el capital extranjero. Juzgaron la medida como limitada, y se manifestaron en favor de la privatización al 100 por ciento de la industria petroquímica.
En el Senado, el secretario de la Comisión de Energéticos, el panista Rosendo Villarreal, sostuvo que el gobierno tomó una decisión política que económicamente le va a costar mucho al país y le va a hacer perder soberanía. La posición del PAN, dijo, es que esta rama industrial debe permanecer mayoritariamente en manos de mexicanos.
En tanto, el senador Heberto Castillo manifestó que la nueva fórmula ``constituye un avance; es la primera vez que el gobierno rectifica en materia económica, aunque también debe considerarse que es una privatización a medias que puede complicarse por el clausulado establecido en el Tratado de Libre Comercio''. Indicó que la que decisión fue producto de la presión social de diversos sectores, incluido el PRI, ``aunque en el PRD habremos de empujar más para que no se permita la inversión extranjera en la petroquímica y, en todo caso, la inversión privada sea exclusivamente nacional''.
El director general de Nacional Financiera, Gilberto Borja, indicó que la decisión ``recoge el sentir de toda la sociedad, de la iniciativa privada, de los partidos políticos y de los sindicatos''. Una apertura de esa magnitud, anotó, ofrece grandes oportunidades de inversión para los empresarios extranjeros. Sin embargo, reconoció que ``el desaliento no está en el porcentaje, tal vez en la forma''.
Por su parte, el vicepresidente de la Confederación de Cámaras Industriales, Jorge Marín Santillán, coincidió en que esta decisión significa ``un cambio de jugada'', en el que la autoridad no tomó en cuenta que México tiene que competir con otros países latinoamericanos para atraer inversión extranjera. ``Sólo el tiempo dirá si la decisión fue correcta o incorrecta''.
La Asociación Nacional de la Industria Química consideró que la desincorporación debe verse como parte de un proceso de desregulación más amplio, y no sólo como un evento aislado.
Es importante para el éxito de esta nueva estrategia que se establezcan como parte integral de la misma los compromisos del gobierno en materia de abasto suficiente y competitivo de petroquímicos y energéticos reservados al Estado, al tiempo que se precise la forma en que se utilizará la reserva contenida en el TLC, que privilegia la inversión nacional en la petroquímica desregulada, anotó.
El dirigente de la CTM, Fidel Velázquez, opinó que la decisión es una garantía de que no se vulnerará la soberanía. (Rosa Icela Rodríguez, José Antonio Román, Oscar Camacho Guzmán, Ismael Romero, Alonso Urrutia y Judith Calderón)