La Jornada 15 de octubre de 1996

Exaltar la violencia contraría los fines de la radiodifusión: Chuayffet

José Antonio Román La exaltación o, peor aún, la apología de la violencia, va en contra de los fines éticos de la radiodifusión, afirmó el secretario de Gobernación, Emilio Chuayffet, quien insistió en la creación de un código de ética en materia de medios de comunicación, que defina límites y responsabilidades.

Al inaugurar la 38 semana nacional de la Radio y la Televisión, dijo que el Estado no pone cortapisas ni censuras a la libertad de expresión, pero sí apela a la observancia de normas de ética internas en los medios para que su información no sea fuente de discordia o desaliento, sino de confianza y unidad entre los mexicanos.


Emilio Chuayffet Chemor, al concluir el acto inaugural
de la Semana de la Radio y la Televisión.
Foto: Raúl Ortega

Señaló que el gobierno del presidente Ernesto Zedillo sabe bien que la responsabilidad es compartida. Consecuentemente, su disposición está abierta y su actuación sujeta al escrutinio público. Sus decisiones, lejos de ser tomadas en el silencio del escritorio, son fruto de la reflexión, discusión y diálogo. ``Al desplegar su actuación, reitera su convicción fundamental: la crítica no daña al gobierno; lo fortalece''.

Dijo que México vive un proceso de renovación y cambio. El punto central de la agenda es el perfeccionamiento de la democracia. La meta, culminar el proceso de reforma política del Estado y convertirla en raíz y práctica de una nueva cultura. En su sentido moderno, la democracia comporta algo más que el respeto a las mayorías; significa respeto a las leyes, a los derechos y garantías de las demás personas.

Durante el acto, al que llevó la representación presidencial, Chuayffet recordó a los radiodifusores que la sociedad cuenta en los medios con un espacio para la información, el entretenimiento y la cultura. ``Su función sirve también para los fines de la seguridad y la armonía. Por eso, la exaltación, o peor aún, la apología de la violencia, va en contra de los fines de la radiodifusión''.

Subrayó que la radio y la televisión han demostrado ser ``grandes aliados'' de la democracia. Su función no sólo los hace testigos, sino protagonistas de nuestro tiempo. En las postrimerías de este siglo, sus transmisiones dejan constancia de la caída de muros totalitarios y del ascenso y la emergencia de sociedades libres y democráticas.

Antes que reglamentar garantías, el gobierno del presidente Zedillo, agregó, insiste en que se debe volver la vista hacia un código de ética que defina límites y responsabilidades; un código que surja de la voluntad de los propios comunicadores. ``Sus límites son, primordialmente, la responsabilidad y la propia conciencia de quien difunde y ejerce esa misma libertad''.

En el mensaje, difundido en cadena nacional, sostuvo que estos medios de comunicación son también un instrumento de las libertades y ``palanca de la democracia''. En este tipo de régimen, la información es un derecho fundamental plenamente colmado.

Este derecho, agregó, constituye una libertad que se ejerce frente al Estado, la sociedad y los medios, y es obligación de los actores involucrados asegurar que esa información sea fuente de confianza, no de discordia; sea base para la acción, no para el desaliento, y que sobre todo sea lazo de unidad.

Recordó que la reforma constitucional en materia electoral, aprobada por primera vez en la historia por todos los legisladores del Congreso, garantiza el acceso permanente y equitativo de las fuerzas políticas a los medios de comunicación y ``sus efectos, sin duda, serán trascendentes''.

A partir de estas reformas se espera llevar al mayor número de ciudadanos, las ideas y las posiciones de todos los partidos. ``Ante nosotros está el reto de hacer de este acuerdo una realidad tangible. La tarea no es exclusiva del gobierno. Para concretarla, será imprescindible la participación comprometida de todos ustedes'', dijo a los empresarios de la radiodifusión.

Al comenzar su mensaje destacó el gran desarrollo que ha tenido esta industria en nuestro país. Ejemplo de ello, dijo, es que en 1925 operaban once estaciones de radio y hoy suman mil 299; en 1950, dos canales constituían la red en la televisión mexicana, mientras que hoy existen 604.

Por su parte, Raúl Aréchiga Espinosa, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Radio y Tv, informó que dicha cámara integró un grupo de trabajo en el Comité de Etica para enfrentar el reto que representa estructurar un nuevo horizonte de actitudes positivas, y para preservar y mejorar los valores más importantes, apreciados por las personas e instituciones del país. ``Pronto se verán los frutos'', dijo.

Afirmó que en México la violencia no tiene cabida ni justificación cuando los cauces institucionales están abiertos al diálogo franco y a la participación ciudadana. Ningún grupo minoritario, sin representación social ni mandato político, puede pretender imponer su propia ley, ni evadir sujetarse a los preceptos generales que a todos nos obligan, dijo. Reconoció que la sociedad mexicana quiere el cambio pero también la paz y rechaza los extremismos cuando existe un régimen de derecho y un gobierno democrático, donde siempre será posible conciliar intereses divergentes