La Jornada 14 de octubre de 1996

Coadyuvará la Comisión para el tratamiento de Ramona, señala Permanecerá la comandante en la capital el tiempo necesario para su atención, se informa

José Gil Olmos y Matilde Pérez La comandante Ramona externó ayer la gravedad del problema renal que la aqueja desde hace más de dos años. Sin embargo, aseguró que continuará trabajando con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).


Arribo de la comandante Ramona a la conferencia de
prensa. Mientras es auxiliada la observan los legisladores
César Chávez y José Narro.
Foto: Ernesto Ramírez

Resguardada por más de 3 mil jóvenes, mujeres y hombres que forman los cinturones de seguridad, vigilada por médicos que la cuidan desde Chiapas, la dirigente tzotzil es un ``mensaje de paz y de diálogo'' del EZLN, aseguró a su vez Javier Elorriaga, representante del zapatismo civil. Reafirmó que todos los operativos de seguridad y traslado han sido de la sociedad civil, y advirtió: ``Acostúmbrense a vivir con el zapatismo''.

Por su parte, el diputado José Narro Céspedes, presidente en turno de la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa), aseguró que el acuerdo con el EZLN es que la comandante Ramona sólo habría de participar en dos actos públicos: el Congreso Nacional Indígena y la celebración de los 504 años de la dignidad y resistencia indígena.

Ayer, en conferencia de prensa, los responsables de la seguridad de la enviada del EZLN informaron que se quedará en la ciudad de México para ser atendida de la afección crónica que tiene en un riñón y que analizan las numerosas propuestas de médicos especialistas de atenderla en algún hospital privado.

La dirigente indígena, hospedada en el Centro Universitario de Cultura -recinto de los dominicos-, recibió en su segunda noche serenata y flores. La presencia de la frágil y enferma comandante Ramona atrajó la atención de simpatizantes del zapatismo. Pero también de agentes de seguridad nacional, que mantienen frente al edificio aledaño a Ciudad Universitaria una permanente vigilancia.

Primero en su lengua tzotzil, después en un español entrecortado, la enviada del EZLN dio a conocer en conferencia de prensa no sólo la situación de su estado físico, sino las carencias que viven los indígenas chiapanecos y que los hicieron levantarse en armas desde hace dos años y medio.

Con voz apenas audible, la comandante Ramona reiteró lo que el EZLN y organizaciones sociales y eclesiásticas han denunciado desde hace mucho tiempo: ``La situación que vivimos está muy mal, no hay alimentos para todos, no tenemos buenas casas, por eso enfermamos mucha gente. Y no sólo yo estoy enferma, muchos indígenas se mueren porque no tenemos nada para aliviar'', dijo la dirigente en tono triste.

Lentamente, disculpándose de su escaso español, señaló que ``no hay buena salud y no hay educación'' entre las comunidades indígenas chiapanecas.

``Estoy muy mal, pero yo tengo mi trabajo en la organización, hago todavía lo que puedo'', insistió, y explicó que la enfermedad que le aqueja empezó poco a poco y de la misma manera avanzó sin que pudieran atenderla a tiempo.

``Como no tenemos nada, por eso avanzó la enfermedad, por eso quedé muy mal. Nunca pensé que volvería a trabajar, nada más pensé: ya voy a morir, porque estaba muy hinchada'', recordó la dirigente indígena.

Pequeña de estatura -apenas un metro cuarenta centímetros-, delgada por las constantes enfermedades y la desnutrición que aqueja a los indígenas, sin mayor preparación que la que obtuvo del propio EZLN, a través del pasamontañas negro la comandante Ramona se mostró contenta de estar en la ciudad de México -``el centro'', dijo- como representante del movimiento zapatista.

``Yo soy representante del Ejército Zapatista de Liberación Nacional y estoy dispuesta todavía, aunque esté muy mal, voy a hacer mi trabajo porque es mi trabajo (con) el pueblo. Y no sólo yo sino con toda la gente con que estoy trabajando. Ya sé bien que va a servir mi trabajo, aunque yo esté muy mal'', explicó a los reporteros en un breve mensaje, tras el cual se retiró.

Josefina Bravo, promotora de salud que acompaña a la comandante Ramona desde su salida de la selva Lacandona, hizo un recuento del estado físico de ésta desde hace más de dos años: primero tuberculosis pulmonar, luego males a causa de la desnutrición y después la afección renal que la ha postrado en diversas ocasiones.

Recordó que desde que se supo públicamente de la enfermedad de Ramona llegaron innumerables muestras de solidaridad de México y el extranjero, además de apoyo económico. Sin embargo, precisó que debido a las dificultades para trasladarse y recibir el tratamiento adecuado, fue atendida por médicos y trabajadores de salud que evitaron su muerte.

Josefina Bravo informó que la dirigente zapatista se quedará en la ciudad de México el tiempo necesario porque aún queda por atenderse una afección crónica del riñón que requiere estudios en un hospital de alta especialidad, a fin de definir sus condiciones actuales de salud y su tratamiento definitivo, y que, además, en estos días varios médicos le realizarán otros análisis.

Precisó que hasta el momento los médicos que se han propuesto atenderla lo han hecho a título personal y que además de los especialistas nacionales también han llamado curanderos y naturistas de otros países.

La promotora de salud señaló que la comandante Ramona se encuentra agripada y que en los próximos días se buscará ``estabilizarla'' para realizarle los análisis mencionados.

A su vez, Javier Elorriaga explicó que la propuesta de la Cocopa para atender a la dirigente del EZLN se evalúa como muchas otras que se han hecho.