Someterán en la Condesa a una consulta vecinal el uso de banquetas
Raúl Llanos Samaniego Por primera vez desde que se inició el problema de los restaurantes de las colonias Condesa, Roma e Hipódromo Condesa, las partes en conflicto se reunieron: el delegado en Cuauhtémoc, Alejandro Carrillo; Jaime Morales, representante de los establecimientos mercantiles, consejeros ciudadanos y vecinos afectados. El acuerdo fue realizar el próximo domingo 27 una consulta vecinal con el fin de que allí se determine si deben o no establecerse sillas, mesas y estructuras en las banquetas.
La consulta la organizarían los consejeros ciudadanos de esta demarcación y se invitaría a asociaciones de residentes, restauranteros y a Alianza Cívica. Además, habría cinco ``observadores'' para el desarrollo del proceso: Cristina Pacheco, Miguel Angel Rivera y Bernardo Bátiz, periodistas y colaboradores de La Jornada; Sergio Sarmiento, de Televisión Azteca, y Francisco Calderón, caricaturista del periódico Reforma.
El domingo 27 de los corrientes los vecinos de la
Roma, Condesa e Hipódromo Condesa decidirán a
través de una consulta si aceptan que los restaurantes
de la zona extiendan su área de servicio hacia las
banquetas. Foto: Omar Meneses
Durante la reunión de ayer el titular de la delegación Cuauhtémoc externó ante los vecinos que si no se modifica la Ley de Establecimientos Mercantiles ``no moveré un ápice de lo que se ha hecho hasta ahora'', pero en caso contrario ``tampoco estaré de contentillo de nadie''.
También rechazó que los permisos con los cuales operaban los restauranteros hayan sido producto de la corrupción. Dijo que en ese asunto se ha caído en la exageración, y precisó que antes de la normatividad que entró en vigor en mayo pasado ``había la posibilidad de otorgarlos de manera discrecional''.
Asimismo, subrayó que se generó una confusión entre los dueños de los negocios de comida al creer que los permisos no tenían caducidad. De acuerdo con la ley, dijo, ese tipo de permisos son temporales, revocables y no generan ningún tipo de derechos de propiedad.
Jaime Morales, vocero de la Asociación de Restaurantes y Comercios del Corazón de la Condesa (ARCCCO), consideró que ``la reunión fue totalmente manipulada por la autoridad y por los consejeros, a pesar de que hayamos coincidido en el diagnóstico del problema y en las soluciones''.
Criticó a los consejeros ciudadanos por hacer suya la propuesta de la consulta vecinal, cuando era un asunto que habían presentado originalmente los dueños de los establecimientos, y los acusó de seguir ``con sus acciones fascistas''.
A su vez, los consejeros ciudadanos Marisa Fernández y Vicente Villamar criticaron la actitud del asambleísta Fausi Hamdan, quien declaró que existe la posibilidad de modificar la Ley de Establecimientos Mercantiles para que regresen los enseres de los restauranteros a las calles.
Con ello, dijo Vicente Villamar, ``se trata de beneficiar a un grupo minoritario contra los intereses de la mayoría''.
La reunión de las partes en conflicto se prolongó por más de dos horas. Se realizó en el interior del restaurante La Garufa y en ocasiones se volvió ríspida. Los vecinos y consejeros apoyaron las acciones de la delegación y negaron que hayan sido violentas o se haya conculcado los derechos de los comerciantes.
La contraparte criticó el operativo, porque rompió las pláticas que ya se realizaban entre los actores del conflicto. ``Reconocemos que habíamos incurrido en errores, los cuales estábamos solucionando, pero no se puede hacer justicia de esa manera'', añadió Jaime Morales.
Luego subrayó que así como se aplicó la ley con rigor, ``esperemos que cuando se modifique la ley (de Establecimientos Mercantiles) se vea con el mismo rigor la ayuda a los restaurantes''.
En más de una ocasión Alejandro Carrillo Castro tuvo que remarcar su papel de ``moderador'' de la reunión, cuando los restauranteros pretendían interpelar a los vecinos o consejeros.
Hay que traer la renuncia en el saco
En entrevista posterior, Carrillo Castro se refirió a la posibilidad de que pueda renunciar a su cargo por el operativo del 25 de septiembre realizado contra los restauranteros. Expresó que el único que tiene la facultad de solicitarle la renuncia es el jefe del Departamento del Distrito Federal (DDF).
Si así me lo exige el gobierno capitalino, tendría que acatarlo, y no hay que perder de vista que uno está expuesto a esas situaciones en este tipo de cargos, por lo que ``siempre hay que traer la renuncia en el saco''.
Respecto de la existencia de corrupción entre funcionarios de la demarcación a su cargo, el delegado capitalino manifestó que ``siempre hay la posibilidad de que algunos caigan en ese tipo de conductas, pero también hay las instancias para denunciarlas y evitar que se repitan''.