La Jornada 14 de octubre de 1996

NUEVA PROTESTA VECINAL

Raúl Llanos Samaniego Los vecinos de la colonia Roma volvieron a manifestar su rechazo por el proyecto de construcción de un estacionamiento subterráneo en la Plaza de la Cibeles, y advirtieron que si las autoridades deciden continuar con ese proyecto, ``podría haber hasta violencia''. Puntualizaron que ``esta colonia no se vende'' y manifestaron su rechazo a lo que llamaron la ``ciudad Espinosa''.

Durante una mitin que realizaron más de 200 personas en ese lugar, dijeron que serían muy graves las consecuencias para esta zona si se concreta la construcción del estacionamiento, porque se afectaría a escuelas, negocios y viviendas de la zona.

Alberto de la Cruz Colorado, integrante de la Asociación de Residentes de la colonia Roma Norte, reiteró que en esta área de la ciudad no se necesita ese tipo de construcción, ya que existen 14 estacionamientos con capacidad para mil 200 cajones, además agregó que una tienda departamental cercana tiene 928 cajones, pero que en ellos existe una ocupación de 30 por ciento.

Indicó que Protección Civil ha declarado que la Plaza de la Cibeles está cerca de una falla sísmica que corre de Angel Urraza, en la colonia Del Valle, a la calle de Florencia, en la Juárez, por lo que el riesgo para las casas y escuelas cercanas es inminente.

Respecto a los daños económicos, añadió que por la construcción los negocios podrían verse afectados por un periodo de nueve meses o un año, lo que se causaría la bancarrota para los habitantes de esta zona.

Con mantas y carteles de protestas, los inconformes hicieron un llamado al gobierno capitalino para que los escuche antes de iniciar obras. Dijeron que en próximas semanas llevarán a cabo una consulta ciudadana y así tener una postura más definida de toda la gente, no sólo de este lugar, sino de las colonias aledañas, como son la Roma Sur, Hipódromo Condesa y Juárez.

Explicaron que hace dos meses enviaron al Departamento del Distrito Federal una carta de protesta acompañada con 2 mil 100 firmas de vecinos y 56 más de intelectuales que habitan en la zona, en la que pidieron estudios de impacto ambiental y de mecánica de suelo, sin que hasta ahora hayan tenido respuesta.

Por último, afirmaron que ya están cansados que la autoridad imponga sus propias decisiones al margen de la opinión de los vecinos, por lo que si se continúa con el proyecto del estacionamiento subterráneo ``podría haber hasta violencia''.