Antonio Gershenson
Las causas del alza petrolera

Ahora sin conflictos en el Golfo Pérsico, el petróleo crudo llegó al precio más alto desde la guerra que se dio en esa misma región en 1991. Los tipos de crudo mejor cotizados rebasaron los 25 dólares por barril. Y, lo más importante, este ascenso es sostenido, aunque con fluctuaciones.

Pocos analistas podrán seguir afirmando que lo de Irak es lo que ha motivado el alza. Vamos a ver las causas reales, que no son del momento sino de mayor alcance. El petróleo había estado bajando de precio sostenidamente --con fluctuaciones, claro-- desde un precio promedio semanal (de las variedades de referencia West Texas Intermediate y Brent) de 22 dólares por barril a mediados de 1992 a 14 dólares a principios de 1994. Era una época recesiva para los principales países importadores de petróleo.

Los precios del crudo, en cambio, han estado en general al alza desde entonces. En este lapso el mismo precio promedio ha pasado de los mencionados 14 dólares a más de 24 dólares por barril. Este solo dato muestra que debemos buscar causas de más largo plazo que las que a menudo se mencionan en cables de agencias de prensa. Entre estas causas están las siguientes:

1. Reducción de la capacidad productiva de reserva. Cuando la OPEP, hace años, siguió la línea de defender el precio bajando la producción, en algunos países de ese organismo --todos ellos en el Golfo Pérsico-- quedó una capacidad productiva ociosa. De esa capacidad una parte ha representado una reserva de capacidad productiva que ha contribuido a que los precios del crudo no suban mucho a lo largo de estos años. Sin embargo, la demanda ha aumentado y los bajos precios han contribuido a que la nueva inversión, el desarrollo de nuevos yacimientos, no haya estado a la altura con el aumento de la demanda mundial. De ahí que la reserva en cuestión se esté reduciendo, agotando gradualmente. Al no haber un aumento en la producción en la misma proporción en que aumenta la demanda, ésta presiona al aumento de los precios.

2. Mayor crecimiento en la demanda de la OCDE. Los países de mayor consumo petrolero, agrupados en la OCDE, al haber superado situaciones más recesivas --aunque a este respecto la situación sea desigual de un país a otro--, aumentan su consumo de crudo más rápidamente que antes. Frente al año anterior en todos los casos, el consumo de estos países aumentó en 1993 en sólo 0.5 por ciento, en 1994 ya en 2.4 por ciento, en 1995 se redujo a 1.2 por ciento y volvió a subir en el primer trimestre de 1996 a 2.4 por ciento. Entre el primer trimestre de 1995 y el mismo periodo de 1996, el consumo de la OCDE aumentó en un millón de barriles diarios.

3. Mayor consumo en áreas de desarrollo acelerado. Este elemento es nuevo en el escenario petrolero mundial: ciertos países del llamado tercer mundo han aumentado su consumo de petróleo en mucho mayor porcentaje que los países de la OCDE y ya pesan más en el consumo mundial. El volumen del aumento mundial del consumo de estos países fue, del primer trimestre de 1995 al mismo de 1996, ligeramente superior al que tuvo la OCDE en el mismo lapso. El fenómeno es más claro en los países de crecimiento rápido y sostenido, sobre todo en la región de Asia Pacífico. En el caso de China, el aumento en el consumo de 1992 (promedio anual) a 1996 (primer trimestre) fue de 2.66 millones de barriles diarios a 3.53 millones, un porcentaje de 32.7 por ciento frente al 8.3 por ciento de la OCDE en el mismo lapso. Y esto ha tenido un efecto importante en el mercado mundial.

Estas causas no van a desaparecer en el corto plazo. Si entra Irak a exportar crudo, el efecto de esos volúmenes adicionales será el de frenar el alza, retrasarla, pero no estamos ante un escenario de precios bajos como los de hace tres años. Como país exportador de petróleo, debemos aprovechar el ingreso extraordinario (entre dos y tres mil millones de dólares este año) para fortalecer la industria de transformación del petróleo, y no sólo para sacar más y más, contribuyendo a saturar al mercado y a propiciar futuras bajas en el precio. El alto precio del crudo se irá traduciendo en alzas en los refinados y en el gas natural que importemos.

También debemos aprovechar la riqueza petrolera para lograr crédito suficiente para el pago anticipado del macropréstamo que, además de abaratar los pagos, nos permita la eliminación de las pesadas condiciones pactadas en febrero de 1995.