La Jornada 13 de octubre de 1996

Reanudación del diálogo y libertad a presos políticos, reclamos en Chiapas Exigen que salga el Ejército de comunidades oaxaqueñas Ocupan otomíes una alcaldía en Querétaro

De los corresponsales Miles de indígenas de diversas etnias del país se manifestaron ayer por la reivindicación de sus derechos, por la reanudación del diálogo entre el gobierno federal y el EZLN y por la salida de los militares de sus comunidades, al cumplirse el 504 aniversario de la llegada de los europeos a este continente.

En Chiapas, indígenas de diversas organizaciones de Los Altos marcharon ayer en San Cristóbal de las Casas para conmemorar los más de cinco siglos de la resistencia india y popular, para exigir que se reanude del diálogo de San Andrés y la instalación de la Comisión de Seguimiento y Verificación de los acuerdos firmados entre el gobierno federal y el EZLN hace ocho meses.


La marcha indígena esta vez no dañó el monumento a
Cristóbal Colón, pero sí demandó que fuera retirada .
Foto: Francisco Olvera

Señalaron que el reconocimiento de la autonomía y la libre autodeterminación de los pueblos indígenas es ``una de las más importantes urgencias de nuestras organizaciones'' que contribuiría a ``fortalecer la soberanía nacional y la refundación de la nación'' y permitiría ``la reconciliación en el interior de las comunidades, municipios y regiones''.

Por primera vez desde su aparición en enero de 1994, el EZLN no envió ningún comunicado a San Cristóbal para la marcha del 12 de octubre.

En el mitin realizado frente a la Catedral, la Coordinadora de Lucha Campesina Popular apuntó: ``La lucha más importante es la de la toma del poder para el pueblo, ya que sin éste todo es ilusión y seguiremos recibiendo migajas y represión''.

Los aproximadamente 12 mil indígenas provenientes de diversos municipios recorrieron las principales calles de la ciudad, hicieron pintas de apoyo a las demandas del EZLN, e incluso del Ejército Popular Revolucionario (EPR), y alusivas al 504 aniversario de la llegada de Colón.

Una exigencia destacada fue que el gobierno federal y el Ejército Zapatista reanuden las negociaciones de San Andrés, pero también que haya diálogo con otras fuerzas sociales.

Mientras el subsecretario de Gobierno, Uriel Jarquín, observaba desde la azotea del palacio municipal, algunos dirigentes plantearon la necesidad de avanzar en la unidad del movimiento nacional del que habrá de surgir la ``plena democracia'' en el país.

Los manifestantes pidieron reconocimiento a las autoridades municipales electas mediante plebiscito en San Andrés Larráinzar y en Pantelhó, y que el Ejército Mexicano regrese a sus cuarteles. Se expresó también apoyo al obispo Samuel Ruiz García y a la Comisión Nacional de Intermediación (Conai) que él encabeza, en tanto que se demandó la libertad de los 16 presuntos zapatistas y de todos los ``presos políticos'' que hay en el país.

En la llamada Marcha por la Paz participaron los Comités Civiles de Diálogo, la Asamblea Estatal Democrática del Pueblo Chiapaneco, Regiones Autónomas Pluriétnicas, el Partido de la Revolución Democrática (PRD), la Organización Campesina Emiliano Zapata, el Movimiento Campesino Regional Independiente y la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos, entre muchas otras.

Por otro lado, el presidente municipal de San Cristóbal, Rolando Villafuerte Aguilar, denunció que al término de la marcha ``un grupo de vándalos'' derribó las puertas de varias oficinas del palacio municipal donde causaron destrozos al mobiliario y papelería. Dijo que hasta el momento se desconoce el monto de las pérdidas pero las autoridades judiciales iniciaron las investigaciones luego de una denuncia penal interpuesta por el ayuntamiento.

Movilizaciones similares se efectuaron en Ocosingo, Palenque, Tapachula y Motozintla, entre otros sitios, que en conjunto reunieron a más de 30 mil indígenas y campesinos, informaron organizadores.

Cese a la represión, piden en Oaxaca

Unos 30 mil miembros de la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y de otras 20 organizaciones políticas y sociales de Oaxaca, marcharon desde tres puntos de la periferia hacia el centro de la capital del estado para recordar el 504 aniversario de la ``resistencia indígena''.

Un contingente partió de las instalaciones de la Procuraduría General de Justicia del Estado, en la zona sur; otro del edificio del Instituto de Educación Pública de Oaxaca, al oriente, y el tercero del Instituto Tecnológico de Oaxaca, al poniente.

Los participantes exigieron cese a la represión contra luchadores sociales, la salida del Ejército de las comunidades indígenas y la liberación de presos políticos, especialmente de autoridades municipales y habitantes de San Francisco y San Agustín Loxicha, acusados de pertenecer al EPR.

También marcharon unos 600 integrantes del Comité de Defensa de los Derechos del Pueblo (Codep), perteneciente al Bloque de Fuerzas Proletarias (BFP) y con influencia en la Mixteca. Sus dirigentes expresaron su apoyo a los acuerdos del Congreso Nacional Indígena, en particular a la autonomía de los pueblos indios.

Ofrenda el Supremo Consejo Maya

En Yucatán, poco más de 2 mil indígenas realizaron una ofrenda en la zona arqueológica de Dzibichaltún para pedir por el ``bienestar de los mayas yucatecos'', a la vez que solicitaron a las autoridades gubernamentales ``no olvidar sus compromisos con los indígenas''.

Al celebrar el llamado Día de la Raza, los indígenas, agrupados en el Supremo Consejo Maya, pidieron al gobierno del estado cumplir con los apoyos para el campo, la educación y la salud.

La ofrenda religiosa tuvo lugar en la plaza central de las ruinas de Dzibilchaltún, 20 kilómetros al este de Mérida, en donde varios X'men (sacerdote en maya) rindieron culto a las deidades nativas, pidiendo sobre todo bienestar y salud para los campesinos. En respuesta, las autoridades gubernamentales manifestaron que a pesar de la pérdida de gran parte de la cosecha de maíz, los campesinos recibirán apoyos emergentes para resembrar unas 170 mil hectáreas en todo el estado.

En Querétaro, grupos indígenas y organizaciones civiles realizaron manifestaciones conmemorativas y efectuaron el Primer Foro de la Tierra, convocado por el Frente Zapatista de Liberación Nacional (FZLN), donde se dijo que el 12 de octubre debe ser motivo de repudio por el exterminio de los indígenas.

Integrantes de la Fuerza Hormiga Nhanú que participaban en el foro, partieron después a la presidencia municipal de Amealco, de población indígena otomí, y tomaron el recinto en demanda de proyectos productivos para su comunidad.

Por otro lado en Guadalajara, Jalisco, representantes de organismos no gubernamentales llamaron al gobierno federal a garantizar mejores niveles de vida a las etnias del país y a ``otorgarles el lugar que les corresponde'' en la vida nacional.

Norma Patricia Sánchez, del FZLN, dijo que es urgente la generación de empleos y apoyos materiales y económicos a los indígenas del país, descartando cualquier compromiso ideológico o partidista.

Representantes huicholes dijeron que la conquista ``se trató más de un exterminio y el intento de desaparición de una raza''. Wenceslao Martínez, indígena huichol, criticó el empeño del gobierno federal por favorecer los intereses de grandes capitales extranjeros y añadió que el Congreso Nacional Indígena es una esperanza para miles de indios que viven en la miseria y despojados de sus tierras.

A la vez, en la ciudad de San Luis Potosí la Organización Campesina Independiente y el Movimiento Potosino por la Paz y la Dignidad realizaron una marcha por el Centro Histórico y expresaron su apoyo a los resolutivos del Congreso Nacional Indígena.

La caravana llegó a manifestarse ante el cuartel militar y más tarde frente al palacio de gobierno, donde se demandó que cese la explotación y la marginación de los pueblos indígenas, y se dé su incorporación a la vida nacional con respeto a sus formas de organización y gobierno.

(Elio Enríquez, Víctor Ruiz Arrazola, Luis Boffil, Gerardo Rico, Antonio González y Alberto Espinosa)