La Jornada 12 de octubre de 1996

PREMIOS NOBEL DE LA PAZ

Afp, Ansa, Ap, Dpa y Reuter, Oslo, 11 de octubre El obispo católico Carlos Felipe Ximenes Belo y el activista en el exilio José Ramos Horta fueron galardonados con el Premio Nobel de la Paz por su labor en favor del conflicto de Timor Oriental, ex colonia portuguesa anexada por Indonesia en 1976. La comunidad internacional manifestó su beneplácito por la elección, que fue criticada por la Cancillería indonesia.

El comité del Nobel dijo que su decisión de reconocer a ambas personalidades pretende ``honrar la contribución sostenida a la causa de un pequeño pueblo oprimido'', y recompensar la labor de Ximenes Belo y Ramos Horta en su lucha por una solución pacífica en Timor Oriental.

Ximenes Belo es el administrador apostólico de Dili, capital de la ex colonia portuguesa, quien ha fungido como mediador entre el Frente Timorense de Liberación Nacional (FTLN) y las autoridades indonesias.

El religioso mantiene al día la lista de combatientes independentistas desaparecidos. Asimismo, ha propuesto celebrar en el territorio anexado a Indonesia un referéndum auspiciado por Naciones Unidas para crear un estatus especial para Timor Oriental, y ha criticado a guerrilleros del FTLN Nacional cuando éstos han cometido atrocidades contra soldados. En 1985, el cura denunció que timorenses habían sido esterilizados a la fuerza por autoridades de Indonesia.

El religioso manifestó la esperanza de que ganar el Nobel ayude a que los militares y el gobierno de Indonesia comprendan que el pueblo de Timor Oriental tiene una religión y cultura diferente. Agregó que lo soldados indonesios tratan el territorio timorense como un feudo en el que hacen lo que quieren y restringen la libertad de movimientos de los ciudadanos.

Por su parte, el vocero de la resistencia timorense radicado en Nueva York, José Ramos Horta, considerado el principal ``rostro'' del movimiento de liberación nacional, declaró que el premio que recibió ayudará a aliviar la situación en Timor, pues llegó en momentos en que un proceso por la democracia ya se inició y ``no podrá detenerse''.

Ramos Horta agregó que no era él quien debió ser galardonado, sino el combatiente Xanana Gusmao, quien encabezó la lucha de resistencia contra las tropas indonesias que invadieron Timor Oriental en diciembre de 1975, cuando el territorio tenía diez días de haber dejado de ser parte de Portugal. Gusmao fue detenido en 1992 y desde entonces permanece en una prisión de Indonesia.

Ramos Horta fue elegido canciller timorense cuando el país declaró su independencia de Portugal, y desde que el territorio cayó en manos de tropas indonesias se dedicó a llevar a foros internacionales el problema de Timor Oriental para evitar que cayera en el olvido de la comunidad internacional.

La cancillería indonesia criticó ferozmente que el Nobel se haya otorgado a Ramos Horta, y evitó referirse al galardón de Ximenes Belo. El vocero indonés Ghaffar Fadyl dijo que era sorprendente y lamentable que una institución como el Nobel decidiera premiar a un ``político oportunista'' que manipula al pueblo timorense en beneficio de sus intereses.

No obstante, Portugal, Australia -país cercano a Timor Oriental-, Estados Unidos, Canadá, la ONU y Amnistía Internacional, entre otros, felicitaron a los galardonados y manifestaron la esperanza de que el premio contribuya a lograr una solución pacífica entre Indonesia y los timorenses.