Inversionistas extranjeros causan la mayor baja del peso en 10 meses
Roberto González Amador El valor de la moneda mexicana frente al dólar cayó ayer a su nivel más bajo desde diciembre de 1995, después de que un incremento en la demanda de divisas por inversionistas extranjeros que operan en el país llevó la cotización hasta 7.75 pesos por dólar.
Operadores de casas de cambio dijeron que en las operaciones al menudeo la cotización se ubicó en 7.75 pesos por dólar, lo que implicó una pérdida de 0.65 por ciento en el valor de la moneda mexicana respecto del día anterior. En los últimos cinco días, el valor del peso frente al dólar retrocedió 13 centavos.
Diversos operadores consultados coincidieron en que desde el inicio de las operaciones el mercado cambiario de menudeo y de mayoreo registró una fuerte demanda de divisas. Incluso el dólar spot --cuya entrega se pacta a 48 horas-- llegó a cotizarse a 7.6950 pesos a la venta.
``El volumen de operación fue alto'', indicó un ejecutivo de cambios de Banamex. Otro cambista señaló que durante la jornada de este viernes se cambiaron pesos por un monto de 560 millones de dólares en el mercado interbancario de mayoreo y otros 125 millones de dólares en operaciones al menudeo, generalmente en casas de cambio.
En Banamex la cotización al menudeo cerró la jornada en 7.45 pesos por dólar a la compra y 7.75 pesos a la venta. En Bancomer, el tipo de cambio interbancario a 48 horas se ubicó en 7.69 pesos a la venta, mientras que el Banco de México informó que el tipo de cambio interbancario se situó en 7.6750 pesos por dólar.
Los operadores de casas de cambio consultados coincidieron en que la mayor presión sobre la moneda mexicana provino de instituciones extranjeras, principalmente bancos estadunidenses que operan en México.
``La mayor demanda de dólares fue motivada por firmas extranjeras que operan en México para tomar posiciones largas porque el próximo lunes es feriado en Estados Unidos''. En aquel país se festeja ese día el Columbus Day, equivalente sajón del Día de la Raza.
Pero otros analistas explicaron que la especulación con divisas es una reacción de los inversionistas ante la política de tasas de interés aplicada por el Banco de México. Los réditos de los Certificados de la Tesorería de la Federación, el instrumento líder del mercado de dinero, acumularon esta semana cinco bajas consecutivas.
Los especialistas dijeron que el resultado favorable de la balanza comercial en agosto --un superávit de 353 millones de dólares-- no logró calmar el ímpetu cambista de los especuladores.
``El comportamiento que reflejó el tipo de cambio --dijo un ejecutivo de Serfin-- tiene que ver con la especulación en el mercado sobre el nivel actual de las tasas de interés''.
Algunos analistas interpretaron que la presión especulativa sobre el tipo de cambio fue una respuesta de los inversionistas a la política de tasas del banco central.
De esta forma, los inversionistas presionan al Banco de México para que en la subasta de la próxima semana aumenten las tasas de interés de los bonos del gobierno, con el fin de hacer más atractiva la inversión en pesos y desincentivar la realizada en instrumentos denominados en moneda extranjera.
Pero al menos este viernes, la mayor presión sobre el peso fue motivada por la compra de divisas de parte de bancos extranjeros, que empezaron un camino que después siguieron los mexicanos.
Después de que bancos estadunidenses comenzaron a cambiar sus posiciones de pesos a dólares, la mayoría de los bancos mexicanos equilibró sus posiciones ``cortas'' en dólares, en espera de lo que pueda suceder el lunes, informaron analistas.
Operadores cambiarios estimaron que en la sesión del próximo lunes se mantendrá la demanda de divisas, aunque anticiparon que el peso puede recuperar unos dos centavos frente al dólar. El volumen también será menor por el feriado en Estados Unidos.
La caída del valor del peso frente al dólar, explicaron analistas económicos, fue una respuesta a las señales que recibieron los inversionistas acerca de que el gobierno mantendrá su política de disminuir las tasas de interés y mantener el tipo de cambio como promotor de las exportaciones.
El descenso del peso ocurrió un día después de que dirigentes empresariales y del sector financiero descartaron una devaluación en el corto plazo, un rumor que ha comenzado a circular, pero que el gobierno rechaza de manera tajante