La disputa entre el gobierno y diversas voces de la sociedad civil por la visita a México de los zapatistas, se ha saldado por la decisión de que hiciera el viaje la comandante zapatista Ramona, ``el arma más beligerante e intransigente del zapatismo'', lo que es un serio revés para un gobierno empeñado en ocultar la realidad del país.
1. El régimen mexicano se sustentó a lo largo de siete décadas en el control político de la sociedad, y ese fundamento del poder presidencialista ha empezado a quebrarse, como se ha puesto de manifiesto con la lucha para que los zapatistas puedan circular libremente por el territorio nacional y con la organización del Congreso Nacional Indígena (8-12 de octubre), que son dos hechos significativos de los cambios que está viviendo el país, y la llegada a México de Ramona es un símbolo de ellos.
2. El traslado de una delegación de los zapatistas a la capital constituyó ya desde un principio un triunfo de la sociedad civil, pues el simple anuncio de esta posible visita suscitó una grave crisis al interior del gobierno ``de Zedillo'', que puso en evidencia la debilidad y las contradicciones de quienes pretenden conducir al país.
3. El gobierno quedó seriamente en entredicho a consecuencia del Congreso y de la invitación a los zapatistas, pues éstos lograron lo que no han podido hacer el PAN ni el PRD, las cúpulas empresariales o el EPR: poner en zozobra a Zedillo y a sus colaboradores, obligándolos a contradecirse en declaraciones a cuanto más absurdas y a desconocer el marco legal del país, evidenciando no sólo que no tienen conducción política sino algo mucho más grave: que en el Diálogo de San Andrés no han tenido voluntad de dialogar en serio con los campesinos indígenas de Chiapas.
4. El viaje puso de relieve las crecientes divergencias al interior del bloque en el poder y la debilidad política de quien ocupa el Ejecutivo, y éste es un grave signo de lo que ocurre. Zedillo no sólo guarda una abierta sumisión ante Carlos Salinas, de la que no logra librarse a pesar de quienes lo empujan a ello, sino que se muestra doblegado ante diversos factores de poder, lo que suscita continuos conflictos de autoridad.
5. La gira repentina a la que fue obligado Zedillo por los altos jefes del Ejército a las zonas militares de Chiapas y de Oaxaca, a fin de que les diera a éstos garantías de que los zapatistas no viajarían a la capital (8 de octubre), mostró a un responsable del Ejecutivo carente de autoridad política (y moral), pero también hizo ver que el régimen tiene un futuro político incierto.
6. El gobierno pudo impedir que viajara a México una importante delegación de los zapatistas y logró que buena parte de los medios (nacionales) minimizara la importancia del Congreso y las demandas históricas de los pueblos indios del país, pero no podrá acallar el impacto de la voz de la comandante tzotzil hablando por ellos, y este es un elemento inesperado por el momento que se vive.
7. La reunión del Congreso se da en un clima generalizado de abierta agresión del gobierno a las comunidades indígenas del país, pues con el pretexto de luchar contra el EPR, el Ejército amenaza cada vez más a las comunidades impidiéndoles su vida cotidiana, y coadyuva a la represión selectiva de sus dirigentes (Proceso, Núm. 1040).
8. El problema de fondo que existía a inicios del sexenio se ha agravado de tal suerte, pues el grupo gobernante está cada vez más aislado, y sin entender la nueva realidad del país y la emergencia de una sociedad con voz cada vez más libre. Con toda su atención puesta en los centros de poder financiero internacional, en México no hay para él más interlocutores que algunos grupos empresariales, de tal manera que no puede entender cuál es la dimensión de la inconformidad popular. Confiado en que las políticas represivas, la vieja estructura corporativa del ``sistema'' y la manipulación de los medios le permitirá seguir aplicando los programas neoliberales del FMI, sigue ignorando a los pueblos indígenas y al resto de los mexicanos.
9. La pregunta no es, pues, sobre el porvenir que puede tener un gobierno de espaldas a la sociedad civil, sino si ésta será capaz de promover el cambio lo antes posible. Está claro que los tecnócratas no han entendido ni quieren entender las demandas de los zapatistas y de los pueblos indios ni el sentir de los mexicanos, y no les interesa dialogar con la sociedad. Y por eso mismo, ésta debe seguir insistiendo: pero también debe profundizar el diálogo con ella misma.
10. El viaje a México de la comandante Ramona está pleno de significados. No sólo es la voz de los campesinos de Chiapas la que viene con ella. Su diminuta figura que se extingue trae también, paradójicamente, la luz del cambio.