Como un fenómeno nuevo de la crisis, los vecinos ahora se suicidan como vecinos y parte del nuevo orden surgido del discurso autoritario, los mismos habitantes asesinan a sus barrios.

Las ciudades se hicieron, fundamentalmente por una razón más allá de las conductas gregarias: facilitar la actividad económica y hacer de ella el espacio vital para el desarrollo humano. Hoy, el conservadurismo urbano aspira a vivir en las ciudades fuera de la actividad económica y ha desatado un proceso de privatización y destrucción de los espacios públicos. En algunos casos cierran calles, las hacen ``exclusivas'', y en otros, se exige velocidad y circulación en favor de vehículos en detrimento de los peatones.

La segregación social es una consecuencia de la destrucción del espacio público y las tendencias privatizantes; en total, la intolerancia como forma de vida.

Durante décadas, la colonia Condesa estuvo desahuciada; dos generaciones habían emigrado, sólo permanecieron sus padres y abuelos. Hace tres años, se inició un movimiento cultural en los barrios de la colonia, fundamentalmente integrado por jóvenes, y de ahí se hicieron los primeros restaurantes que colocaron mesas de lámina en la banqueta. En el último año, florecieron estos negocios dando un panorama distinto a la colonia, a su mercado; surgió una nueva visión de la combinación entre usos habitacionales y servicios, pura activividad económica y empleos para estudiantes, cocineros, etcétera.

El surgimiento de opiniones encontradas fue subiendo de tono; sin embargo, durante la época camachista, la Condesa se empezó a transformar en un modelo de barrio en contra del deterioro y la desvaloración de las colonias céntricas de la ciudad. Los espacios vacíos se empezaron a ocupar y así surgió un movimiento cultural de poetas, pintores y actores. No faltaron los intentos de soborno a funcionarios, las presiones en contra del uso de las banquetas y el surgimiento de la visión conservadora de una colonia ``sin extraños''.

El operativo contra los restaurantes y esta actividad pareciera un plan piloto de un experimento político gubernamental y del PRI en busca del voto conservador en la ciudad. La torpeza de la realización de esta acción ejecutada con granaderos, golpeadores y agentes judiciales, significó la clausura de miles de empleos, destrucción y pérdidas materiales, y un descenso de la actividad económica en la zona del 80 por ciento. ¿No que hay que crear empleos y fortalecer la pequeña y mediana empresa? ¿No que hay que usar la imaginación en la crisis?

Las autoridades del DDF, en plan de condesas intolerantes, abrieron fuego a partir de un mal cálculo: que el conservadurismo de la clase media es mayoritario. Carrillo Castro, el delegado respectivo, y sus consejeros ciudadanos de 500 votos, al tomar por asalto la actividad económica del barrio movieron a la preocupación política, pues dados los hechos se ha muestra que la fuerza del Estado no tenía como objetivo al EPR sino a la misma ciudadanía.

Es falso que sea un problema de reglamento, pues la Zona Rosa y Polanco trabajan igual, bajo el mismo reglamento aprobado por la Asamblea de Representantes. Es falso que sea la opinión mayoritaria de los vecinos, y más falso que Marisa Férnandez y Vicente Villamar representen el interés general de la colonia Condesa.

En ese sentido ha sido importante la propuesta surgida de los vecinos de la Condesa a que esto se resuelva mediante un plebiscito en el cual se vote el uso del suelo y el permiso para ocupar bajo reglas las banquetas de la colonia para estas actividades. Votar y decidir por los habitantes de la colonia haría de este conflicto un ejemplo de solución a los problemas de la ciudad, lo cual ayudaría a demostrar que sí hay alternativas para los barrios y colonias de la ciudad usando la democracia y la imaginación.

¿Han visto ahora su colonia los vecinos de la Condesa? ¿Se sienten ahora más seguros? ¿El orden no integra a todos los vecinos sino sólo a una parte de ellos que quisieran vivir en tiempos del hipódromo? La Condesa ya se fue, sólo quedó el nombre que ahora usa el delegado y sus absurdos consejeros vecinales, la duquesa Férnandez y el paje Villamar.

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Domingo 6 de octubre. Primer Festival Anual de la Condesa en Michoacán y Tamaulipas desde las 12:00 horas, contra la intolerancia. En el papel de la ``Condesa''. Jesusa Rodriguez y gran carrera de meseras y meseros.