Deslizar el peso, pide Fox; Zedillo dice no
Roberto Garduño E., enviado, Guanajuato, Gto., 4 de octubre En momentos de transición económica sería ``incongruente y aun riesgoso'' que el gobierno federal emprendiera un cambio de política cambiaria, fuera ésta una banda de flotación o un deslizamiento predeterminado, porque ``equivaldría a poner la suerte económica del país en manos de los especuladores'', expuso el presidente Ernesto Zedillo.
Frente a la cúpula de los industriales de México y el gobernador de Guanajuato, Vicente Fox Quesada, el Ejecutivo federal expuso los principales postulados de lo que será una ``clara, congruente y realista'' estrategia económica de su gobierno para 1997: crecimiento del producto interno bruto (PIB) de cuatro por ciento, reducción de la inflación y de las tasas de interés, y el mantenimiento de la disciplina fiscal y monetaria.
El gobernador Vicente Fox Quesada y el presidente
Ernesto Zedillo, en la inauguración del encuentro
anual de industriales de la Concamin
En una visita de sólo 96 minutos a este estado, el mandatario inauguró la Reunión Anual de Industriales de la Concamin, donde Vicente Fox habló como gobernante, pero también como vocero de los grupos empresariales. El panista solicitó al gobierno federal ``un deslizamiento de nuestra moneda que compense las diferencias inflacionarias entre nuestro país y con quienes comerciamos en el mundo''.
Minutos después la inquietud del gobernador-empresario recibió respuesta. El presidente Zedillo señaló que su administración preservará el actual modelo económico y adelantó que su estrategia para el año próximo ``comprenderá invariablemente'' la disciplina fiscal y monetaria, porque con ella se absorberán los costos de la reforma al sistema de seguridad social y de los programas de apoyo a distintos sectores productivos que se aplicaron a raíz de la crisis de 1995.
Hizo referencia al tema que abordó Vicente Fox para aclarar la postura del gobierno federal en torno la paridad peso-dólar:
``La estrategia económica comprenderá también el mantenimiento de una política cambiaria donde el valor de nuestra moneda siga determinado libremente por las fuerzas del mercado. Sería incongruente, y aun riesgoso, comprometernos con una evolución del tipo de cambio en función de una banda de flotación o un ritmo de deslizamiento predeterminado. Ello equivaldría a poner la política económica, y en buena medida la suerte económica del país, en manos de especuladores.''
Así, dejó entrever que se mantendrá la libre flotación en función de las fuerzas del mercado, que determinarán un tipo de cambio congruente con la expansión del sector exportador, de la estabilización financiera y del nivel de precios, y el crecimiento general de la economía.
Adujo que la inflación y las tasas de interés han tenido una evolución favorable, pero todavía deben mejorar.
En su discurso, el Ejecutivo federal dijo que en 1996 la actividad industrial comenzó a recuperarse en prácticamente todas las ramas, pero especialmente la producción manufacturera, que tuvo un aumento superior a 18 por ciento en julio, al tiempo que las exportaciones industriales han crecido casi 24 por ciento entre enero y agosto de este año, en comparación con los primeros ocho meses de 1995.
Con esos argumentos, puntualizó, el gobierno perseverará en la aplicación del actual programa económico, que ha ``permitido superar la emergencia e iniciar la recuperación''. También se mantendrá para consolidar una economía abierta y competitiva, sostuvo.
En torno a la desregulación que emprende su gobierno, el Presidente informó que en 1997 empezará a funcionar el Registro Federal de Trámites Empresariales y ya se han integrado los Centros Regionales de Competitividad Empresarial; en una primera etapa, se podrán en funcionamiento diez en todo el país.
Vicente Fox atrajo la atención al sostener que la acción de los gobiernos debe estar respaldada por la salud financiera, que el de Guanajuato no tiene deudas y que impulsa programas de apoyo a los microempresarios.
Cuando el presidente Zedillo tomó la palabra, se refirió a los programas de desregulación municipal y estatal que ya operan en 19 estados, y empezó la broma:
--Espero que uno de esos estados sea Guanajuato, ¿sí? --dijo el mandatario y volteó hacia Herminio Blanco.
--Creo que todavía no --respondió el secretario de Comercio.
--¿Todavía no? --replicó el Presidente.
--¡Ahí va! --se sumó Fox.
--¡Ahí va! Muy bien --rió Zedillo, y de paso palmeó en la espalda a Fox.
Previamente, Fox Quesada había hablado frente a Ernesto Zedillo y los industriales de México. Dijo que la banca comercial es ``elitista'', que su gobierno impulsa el esfuerzo de los más pobres, que el gobierno debe crear los mecanismos para que las empresas compartan su tecnología con los que no tienen acceso a ella, y por último pidió el deslizamiento del peso frente al dólar para que ``compense las diferencias inflacionarias'' entre México y sus socios comerciales. Al culminar la gira, Fox habló, vía telefónica, sobre su relación con el mandatario: ``No hay raspón alguno en nuestra relación de responsabilidad de gobernar'', aseguró.