La Jornada 5 de octubre de 1996

Dávila Narro, libre bajo fianza; mi detención fue injusta, afirma

Bajo fianza, el ex delegado en Cuauhtémoc, Jesús Dávila Narro afirmó que su encarcelamiento se debió a la acusación dolosa hecha por funcionarios delegacionales que él despidió durante su gestión, y anunció que por eso presentará una denuncia que será ``el principio del fin'' para algunos.

Con menos peso que en febrero cuando ingresó al Reclusorio Oriente, dijo que el PRI nunca lo abandonó y él tampoco dejará ese partido, que no tuvo contacto con el regente Oscar Espinosa Villarreal pero que siguen siendo amigos.

El ex funcionario señaló a José Raúl Esnaurrizar y Cuevas, quien fue subdelegado de Administración y tiene una orden de aprehensión en su contra en la misma causa de Dávila Narro, como el personaje principal que difundió versiones de un supuesto fraude en la asignación de obra pública.

La entrevista se realizó apenas a unos pasos de la puerta principal del penal, a las 20:05 horas. Unos 15 reporteros lo esperaban desde las dos de la tarde hora que se había anunciado para que su defensa garantizara la fianza exigida por la ley de casi 2 millones 800 mil pesos.

Con saco y corbata, y acompañado de su esposa Bertha, dijo que en el proceso penal algunos funcionarios del departamento central han declarado que la asignación presupuestal que se hizo para la ejecución del Plan Cuauhtémoc fue correcta, por lo que cada vez se desvanecen las pruebas en su contra.

Sus primeras declaraciones las hizo en plural. Dijo: ``todos los funcionarios estamos apoyando al presidente Ernesto Zedillo'' y al regente en una nueva cultura de derecho.

Agradeció a la ``Virgen de Guadalupe y a Juan Diego'' estar libre y en buen estado de salud y luego recordó que en su carrera ha ocupado la subsecretaría de Gobernación, una diputación federal, y que el libro que se distribuyó durante la ceremonia de firma del Tratado de Libro Comercio fue elaborado por él; también dijo que seguirá con este tipo de trabajos.

Las investigaciones, cortina de humo

Jesús Dávila Narro dijo que en diciembre de 1995 despidió a Esnaurrizar y Cuevas y ``casualmente'' un mes después aparecieron versiones de equivocaciones administrativas. ``A este señor se le permitió quemar archivos, algunos se los llevó a su casa, y eso no me correspondió vigilarlo a mí, sino a los funcionarios competentes. Recordarán que hubo despidos de más de 70 personas que había una red de gente que estábamos limpiando'', todo eso lo denunciaré ante la PGJDF, aseguró.

Añadió que las acusaciones fueron ``una cortina de humo'' porque había otras irregularidades que investigar, y aseguró que el delito de uso indebido de atribuciones y facultades no se podrá comprobar porque las dos partidas utilizadas para la realización de obras son las correctas.

Afirmó que en las próximas semanas hará la denuncia para aclarar su situación, que en palabras de su esposa ha ido en detrimento de su imagen moral. Sobre sus ``233 días'' de encierro, Dávila dijo que ``los contactos afectivos no son a través de teléfono sino eternos'' y que las fibras de la amistad con Espinosa Villarreal siguen firmes, además comentó que el presidente del PRI en el DF, Roberto Campa, siempre estuvo atento al proceso. En cuanto a su futuro inmediato dijo que se dedicará a la vida familiar pues tiene meses de no estar con sus cuatro hijos en su casa de Cuajimalpa. (Ricardo Olayo y Gustavo Castillo).