En Colombia, unos 200 guerrilleros preparan su rendición Abrirá Bogotá una zona de distensión para la liberación de 60 soldados
Efe, Afp, Dpa, Ap y Ansa, Santafé de Bogotá, 3 de octubre Otro grupo de aproximadamente 200 guerrilleros colombianos se rendirá a las autoridades en las próximas horas, al tiempo que el gobierno anunció que facilitará, con una zona de distensión ``razonable'', la entrega de los 60 soldados que la guerrilla tiene en su poder desde hace más de un mes.
Un vocero del gubernamental Programa Presidencial de Reinserción, apoyado por el Alto Comisionado para la Paz y por el ministerio del Interior, indicó que los 200 rebeldes que optaron ya por regresar a la vida civil pertenecen a los frentes del Ejército Popular de Liberación (EPL) y a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Estos contingentes, dijo la fuente, se han concentrado en una zona conocida como Cedro Cosido para ``tramitar su reingreso a la sociedad''. Apenas el lunes último, otros 74 guerrilleros de ambos grupos también entregaron sus armas, y el pasado 17 de julio 50 rebeldes del EPL se sometieron a las autoridades.
El ministro del Interior, Horacio Serpa, dijo que ya se ha hablado con las guerrillas de las FARC sobre ``un lugar'' donde tendría lugar la entrega de los soldados prisioneros desde hace 35 días por los rebeldes, pero que aún no se define la fecha de entrega. De cualquier modo, se mostró optimista al señalar que lo importante es el regreso de los detenidos. Reiteró que la Cruz Roja Internacional y algunas personalidades extranjeras cuentan con la autorización gubernamental para llevar adelante estas gestiones, que comenzaron desde mediados de septiembre. En cuanto a la zona de distensión, indicó que será ``razonable'' ya que ofrecerá seguridades para el operativo de entrega.
El anuncio de las gestiones fue hecho paralelamente a una marcha efectuada en esta capital por las madres y familiares de los soldados cautivos, así como de algunos militares en retiro, que exigieron al gobierno apresurar las negociaciones.
El comandante de las fuerzas militares, almirante Holdan Delgado, declaró que la liberación debe hacerse ``sin show''.
Mientras, un informe del estatal Departamento Nacional de Planeación señala que la guerra le ha costado a Colombia 12 mil millones de dólares entre comienzos de 1990 y fines de 1994, cifra que representa un 4 por ciento del Producto Interno Bruto.
Añade que el costo más alto tiene que ver con el capital humano, pues la muerte de 17 mil 694 colombianos en relación con el conflicto generó pérdidas en capital humano por 6.4 mil millones de dólares. Otros gastos importantes tienen que ver con la migración forzosa de campesinos, infraestructura petrolera, medio ambiente y transportes.
En otros asuntos, este día continuaba la polémica en torno a una propuesta gubernamental en el Congreso para aumentar las penas a los narcotraficantes, que al mismo tiempo las rebajaría a los receptores de dinero derivado de ese delito y que, en consecuencia, favorecería a parlamentarios acusados de enriquecimiento ilícito.
El propio presidente Ernesto Samper participó en la discusión al manifestar que su gobierno propone ``la elevación de esas penas''.
Sin embargo, precisó que en el caso de los beneficiarios, ``particulares o parlamentarios'' que reciban dinero de origen ilícito sin haber cometido el delito, deben tener una pena más baja que los jefes de organizaciones criminales.
Esto lo llevó a una discusión con el fiscal general, que si bien dijo aceptar una diferenciación en esas penas a reserva de estudiar a fondo la propuesta, en principio reaccionó en contra de una eventual reducción de penas de unos 10 congresistas y dirigentes políticos oficialistas, quienes actualmente están en prisión purgando penas por enriquecimiento ilícito.
En ese ámbito, Samper apuntó que su ``diferencia'' con el fiscal Valdivieso es que él persigue narcotraficantes, mientras que el máximo acusador del país lo hace en relación con congresistas.
El mandatario declaró lo anterior ante un nutrido grupo de parlamentarios, según informó una emisora de radio.