La Jornada 4 de octubre de 1996

Rompen en Bolivia el diálogo con sindicatos

Reuter, Ansa, Dpa y Ap, La Paz, 3 de octubre El gobierno de Bolivia rompió hoy el diálogo con los sindicatos, en tanto que la tensión política y social se vio incrementada por la decisión de la Central Obrera Boliviana (COB) de iniciar una huelga general y, a la par con los campesinos, emprender marchas en esta capital.

Justamente este día se desató una batalla campal entre policías y campesinos en pleno centro de La Paz cuyo resultado fue de varios heridos, contusos y detenidos. El incidente se suscitó cuando los agentes repelieron a bastonazos y con gases lacrimógenos a los manifestantes que se adentraban en la plaza, frente a la sede del gobierno central.

Durante los disturbios resultaron heridos un fotógrafo de prensa y otra persona, al ser golpeados en el rostro por sendas granadas lacrimógenas, lo que ameritó su hospitalización. Hubo varias personas más afectadas por asfixia, mientras que otros tantos policías sufrieron contusiones por golpes con palos y piedras.

Los incidentes de violencia fueron presenciados por el ministro del Interior, Carlos Sánchez Berzaín, en el marco de la masiva manifestación de millares de campesinos, de los 20 mil que se encuentran en esta capital desde su llegada, el jueves pasado, cuando arribaron tras un mes de caminata desde diversos puntos del interior del país para oponerse a la ley agraria.

En carta dirigida a la COB, el ministro de la Presidencia, Guillermo Justiniano, adujo que las huelgas ``impiden que nos podamos reunir para discutir los temas planteados y poder continuar con las reuniones'' en relación con la controvertida ley del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA).

La misiva fue divulgada a la par con una resolución que declaró ilegales las huelgas de la COB. Al mismo tiempo la Cámara de Diputados, dominada por el oficialismo, dio a conocer su decisión de comenzar de inmediato la discusión de la ley del INRA, enviada a esa instancia por el Ejecutivo pese al rechazo a esta manifestado por los trabajadores del campo.

En ese contexto, la víspera, una docena de líderes campesinos iniciaron un ayuno frente a la sede de la COB, en tanto que sindicatos de trabajadores del magisterio y la salud afiliados a esa central comenzaron este día una huelga por tiempo indefinido. Otros sectores de la mayor central del país anunciaron que se irán sumando paulatinamente a la huelga.

Sin bien el gobierno y algunos observadores estimaban que la huelga de la COB dificilmente logrará extenderse, lo cierto es que las marchas de hoy estuvieron caracterizadas por una abundante participación de campesinos, así como de otros sectores que los apoyaron.

También se espera que otros ayunantes se unan a quienes dieron inicio a esa acción el miércoles.

Más aún: para este viernes está previsto un paro de 24 horas de los empresarios y de sectores cívicos del departamento de Santa Cruz, uno de los distritos bolivianos con mayor dinamismo económico.

Los empresarios de esa provincia también se oponen a la ley agraria, pues están en desacuerdo con la creación de un nuevo impuesto. En ese sentido, el presidente Gonzalo Sánchez de Lozada acusó a los empresarios agrícolas de Santa Cruz de pertenecer a la ``extrema derecha'' por su oposición a la nueva ley agraria, y dijo que estos la rechazan ``sólo porque no están acostumbrados a pagar impuestos''.

El mandatario boliviano, acaudalado empresario minero, subrayó que la ley es rechazada tanto por la ``extrema derecha'' empresarial como por la ``extrema izquierda'' de los sindicatos, pero los empresarios acusaron al jefe de Estado de ``cometer atropellos'' porque ``se cree dueño de la verdad''.

Los campesinos argumentan que la nueva ley agraria ``mercantiliza'' la tierra y no les ofrece seguridades sobre sus propiedades, en tanto que los sectores empresariales agrícolas califican el proyecto de ``cortoplacista y aberrante''.

Los empresarios, por su parte, también cuestionan un impuesto que gravaría tanto el valor de las tierras como las inversiones.