La Jornada 3 de octubre de 1996

Hoy será presentado el Códice Alfonso Caso

Adriana Malvido El códice prehispánico mixteco más antiguo que se conserva llevará desde hoy un nuevo nombre en honor a quien lo descifró, a quien propuso las bases para su reconstrucción, a quien descubrió que sus fragmentos repartidos entre Viena y México formaban parte de un solo manuscrito y a quien dedicó su vida a valorar la grandeza de los rostros y los corazones indígenas de ayer y de hoy. Se llamará Códice Alfonso Caso y será presentado esta noche por Miguel León Portilla en El Colegio Nacional.

Si todos los códices llevan consigo historias extraordinarias, la del Códice Alfonso Caso, uno de los quince originales prehispánicos que han sobrevivido hasta hoy, es digna de contarse. Y lo hace Miguel León Portilla, autor del estudio introductorio de la reproducción facsimilar de este libro que, editado por Patronato Indígena, AC, ofrece, por primera vez desde los hallazgos de Caso, la reconstrucción de un manuscrito cuyas páginas originales se encuentran separadas por el océano.

``Este códice, que recibe hoy el nombre de Alfonso Caso, consta de varios fragmentos que están dispersos entre la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia de México y el Museo Etnográfico de Viena. Al conjunto que se conserva en México --el único prehispánico que se encuentra aquí-- se le llama Códice Colombino; al que se guarda en Viena, Códice Becker I y fue Caso quien se dio cuenta que ambos integraban un solo libro''.

Se trata de un códice histórico genealógico que va del siglo X al XI, el único dedicado principalmente a la biografía de un personaje ``célebre entre los más célebres monarcas de una amplia región de Oaxaca'': el ``Señor 8-Venado, Garra de Tigre'', lo primero por el día del calendario en que nació, lo segundo en consonancia con su destino de gran guerrero, explica el historiador.

Venido al mundo hace cerca de un milenio `8-Venado, Garra de Tigre', era hijo de un sacerdote muy importante de Tilantongo, pueblo de Oaxaca y a base de intrigas y aliado con una princesa cuyo nombre calendárico es `6 Mono' se introduce en una cueva donde vive un trance, algo mágico, y queda poseído de grandes poderes. Desde muy joven se hace conquistador, señor de Tututepec, Tilantongo y Teozacualco y de mujeres, pues estuvo casado con varias princesas. En medio de sus conquistas se va adueñando de las principales cabeceras de Oaxaca en la costa del Golfo y hay quien dice que llegó hasta la costa del Pacífico; dominó gran parte de la Mixteca. Envuelto en luchas interminables perdió la vida a los 52 años, vencido por el `Señor 4 Viento-Serpiente de Fuego', hijo de `6 Mono'...es todo como una gran tragedia griega''.

Tan fascinante como la biografía del ``Señor 8-Venado'' es la historia de las dificultades que libró Alfonso Caso para darle lectura a un manuscrito que sólo podía entenderse encontrando los fragmentos que le faltaban a las páginas conservadas en México y en estado de deterioro debido a que en el siglo XVIII alguien pretendió utilizarlas para legitimar sus tierras borrando intencionalmente algunos glifos.

León Portilla habla de Caso: ``Fue un hombre extraordinario, cumple ahora 100 años de nacimiento, le han hecho homenajes por la UNAM, El Colegio Nacional, el Instituto Nacional de Antropología e Historia y el Instituto Nacional Indigenista. Fue fundador y director del INAH y del INI cuando había una gran mística en aquella época con los grandes maestros de la antropología mexicana. Fue rector de la UNAM y le dio a la universidad su Ley Orgánica que nos ha salvado de grandes cataclismos''.

A sus aportaciones en el campo de la arqueología se suma el estudio y desciframiento de códices mesoamericanos, en especial de la cultura mixteca. León Portilla narra en su introducción los fascinantes caminos que llevaron a Caso a identificar una serie de códices como mixtecos cuando se pensaba que eran aztecas o zapotecas; cómo sus excavaciones de la tumba 7 de Monte Albán lo llevaron a descubrir entre los tesoros, que muchos de los signos glíficos grabados en aquellas joyas, guardaban obvias semejanzas con las figuras y personajes representados en los códices Vindobonense (que se encuentra en Viena); Bodley (en Inglaterra), Nuttal (en Inglaterra), Selden (en Inglaterra) Becker I (en Viena) y el Colombino (en México). Y cómo, el Mapa de Teozacualco que él identifica como mixteco, se convierte en su ``Piedra Roseta'' para leer cientos de años de historia y reconstruir geográfica y cronológicamente, las genealogías, la historia de los reyes y reinos de la mixteca.

``Cuando me pidieron que hiciera un estudio introductorio, pensé, si vamos a dar el códice reconstruido según la maqueta que él propuso indicando el orden de la lectura; si nadie como él ha estudiado tantos códices y lienzos mixtecos y por consiguiente nadie tan capacitado para establecer un ordenamiento de los fragmentos que integran este manuscrito, qué mejor nombre que el suyo para nombrar este códice que ya no es el Colombino ni el Becker I sino su versión unificada, el Códice Alfonso Caso.

--Estos códices ¿se leen o se interpretan?

--Se leen en cierto sentido. ¿Qué leemos? En primer lugar los nombres de las personas que son calendáricos, también tienen muchos glifos toponímicos, es decir, los nombres de los lugares, y las fechas de los acontecimientos que se narran. Muchos otros glifos indican guerra, victoria, muerte, día o noche...Quienes tenían el oficio de pintar y de leer estos códices los tomaban en sus manos e iban leyendo las pinturas, que no son decorativas, sino secuencias, es decir, como dijo una investigadora muy acertada ``de las pinturas brotan las palabras''. Los códices no son mera iconografía sino que son una manera de hacer hablar a las pinturas.

León Portilla recuerda un antiguo poema y lo traduce: ``Yo soy como un florido papagayo, hago hablar a las pinturas en la casa de los códices''.

--Los códices mixtecos ¿son historia o son literatura?

--Son todo eso: historia, literatura, base de cantos épicos como los de La Ilíada y según nuestro punto de vista actual: arte. Son testimonio épico, mágico, sagrado y yo diría que legitimación del poder, es decir, quien contaba todo esto tenía que estar de acuerdo con el Señor que gobernaba en ese momento. Le daban mucha importancia a la historia. Eso sucede con los mexicas y después con los conquistadores también, cuando tratan de introducir a los indios en la historia sagrada y queman los códices argumentando ``Yo te voy a introducir a la verdadera historia''.

Es muy probable, dice, que los mixtecos cantaran la historia de ``8 Venado''. Y comenta: ``Una página del Códice Vindobonense contiene el Arbol de Apoala que es de donde salieron los mixtecos, la historia es muy larga y hace unos nueve años se la contaron dos mixtecos a un etnólogo, como si fueran expertos en códices cuando jamás los han visto ni tienen idea de que existen. ¿Si sobrevivió la tradición en medio de pueblos abandonados, pobrísimos de la Mixteca, cómo sería en la época de esplendor? seguramente había cantares.

Asegura con entusiasmo León Portilla que ``hay un renacer de la literatura indígena'' no sólo en náhuatl sino que, dice, conoce a magníficos escritores de narrativa y poesía, mayas, mixtecos y mazatecos. Además, ``por primera vez después de siglos, en los últimos 20 años, los descendientes de quienes crearon toda aquella gran cultura, comienzan a tener acceso y a participar en el estudio de los códices a través de maestros normalistas indígenas que se han acercado ya sea al INAH o al seminario que imparto en la UNAM''.

Hoy por la noche, Miguel León Portilla presentará el Códice Alfonso Caso. La vida de 8-Venado, Garra de Tigre, narrará la vida del arqueólogo cuya voz revivirá en una grabación y contará la historia del interés por los antiguos manuscritos. En resumen: hará hablar a las pinturas que viven en la casa de los códices.

(La conferencia será en el Aula Mayor de El Colegio Nacional a las 19 horas).