Llama el subsecretario Rodríguez Barrera al obispo a ser imparcial Las pláticas deben reanudarse; hay condiciones: Ortiz Arana
José Antonio Román El obispo Samuel Ruiz debe asumir un papel de ``imparcialidad'' en su carácter de mediador en el conflicto de Chiapas, afirmó ayer el subsecretario de Asuntos Jurídicos y Asociaciones Religiosas de la Secretaría de Gobernación, Rafael Rodríguez Barrera.
Rechazó que exista una ``crítica generalizada'' hacia el presidente de la Comisión Nacional de Intermediación (Conai), pero reprobó que el obispo pretenda darle una dimensión nacional, de ``extraterritorialidad'', a un problema que se circunscribe solamente al ámbito local. Exhortó a Samuel Ruiz a reflexionar sobre su propuesta de diálogo nacional para resolver el conflicto de Chiapas.
Entrevistado en el patio de la Secretaría de Gobernación, el funcionario dijo que en el caso de la mediación el problema no radica en el carácter político o no de éste. ``La diferencia real está en el carácter de mediador, pues un mediador tiene que ser imparcial; es ahí donde está la diferencia''.
Por otra parte, Rodríguez Barrera señaló que ante las múltiples declaraciones de dirigentes y líderes religiosos sobre cuestiones sociales, el gobierno siempre preferirá ser consecuente y tolerante, antes que autoritario o abusivo.
Respecto a la elaboración del reglamento de la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público, apuntó que ésta es facultad exclusiva del Ejecutivo, y por consecuencia su expedición no tiene que seguir el proceso legislativo de una iniciativa de ley.
Precisó también que el objetivo de dicho reglamento es llegar al detalle en la aplicación de la ley, y es saludable que éste se expida cuando todos los presupuestos normativos se hayan puesto en práctica. Desde este punto de vista, dijo, la Ley de Cultos --resultado de las reformas al artículo 130 constitucional-- se ha puesto totalmente en práctica, a tan sólo cuatro años de promulgada.
Durante este lapso, en el cual se han iniciado legalmente las relaciones del Estado con las diferentes iglesias, se ha empezado por hacer una tarea de difusión de la misma ley, de registrar a todas las asociaciones religiosas con presencia en el país, e identificar a los líderes.
Y como en toda normatividad, es ``saludable'' que en este caso específico el reglamento, cuando se expida, considere todos los presupuestos de la ley y se puedan explicitar todas sus disposiciones, a fin de aplicarlo correctamente.
Aclaró que el reglamento no podrá variar las disposiciones ni ir más allá de lo que establece la propia ley en la materia. ``Nada que no esté contenido en la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público podrá ser manejado, impuesto o determinado por el reglamento'', por lo que es un hecho que las iglesias no podrán tener, administrar ni poseer medios de comunicación, dijo.
Informó que ya se trabaja en esta normatividad y en ella se habrán de escuchar las opiniones de las diversas iglesias, como una atención dentro de un proceso democrático, pero subrayó que el Ejecutivo tiene la facultad exclusiva de expedirla. ``No hay ni atraso ni adelanto en la expedición del reglamento, ni presión de ninguna especie: será en su tiempo y en su momento cuando se expida''.
Interrogado sobre el límite permitido a los obispos en sus pronunciamientos, Rodríguez Barrera advirtió que es ``sumamente difícil'' establecer la línea entre las declaraciones públicas de los prelados que tienen sólo carácter social y aquellas que van más allá de lo que es el espíritu de las disposiciones legales. ``Ante los casos que están en la línea de uno y otro punto, el Estado ha preferido ser consecuente y respetuoso'', señaló.
El gobierno lo que espera es una comprensión de las preocupaciones del propio problema en cuanto a los problemas sociales, pero el gobierno no tiene deseo frenar o acallar las voces que se pronuncien, siempre que den dentro de la ley y así ha sido'', indicó.
Finalmente subrayó que las relaciones Estado-iglesias están perfectamente definidas en la Constitución reformada y es ahí donde se establecen las bases de la misma.