En marcha, 50 proyectos más para Xochimilco
Alberto Nájar El club de golf que se planea construir en Xochimilco es sólo uno de los 50 proyectos de este tipo que se instalarán en la delegación, una vez autorizado el Plan de Desarrollo Urbano. Entre éstos se encuentra la construcción de centros comerciales, unidades habitacionales de lujo y vías rápidas, denunció el consejero ciudadano Antonio Vital Galicia.
En todas estas obras la pérdida de zonas de conservación será ``incalculable'', aunque esta opinión no la comparte el vicepresidente de la Comisión de Ecología de la Asamblea, Héctor González Reza, quien afirmó que sin duda alguna es preferible un campo de golf a cualquier otro desarrollo.
Según Vital Galicia los preparativos para el club de golf iniciaron desde hace varios años, con el desmonte de las colinas de Santa Cecilia Tepetlapa y la instalación de asentamientos irregulares promovidos por el Partido Revplucionario Institucional. Este procedimiento es similar al que se presentó en otras zonas de la demarcación y que ahora se encuentran totalmente urbanizadas.
Sin embargo, añadió, lo más grave es que el proyecto de la Inmobiliaria Santa Cecilia es apenas una muestra de todos los desarrollos que se pretenden llevar cabo. Mencionó tres de los más grandes:
En la laguna de regulación de la Ciénega Chica se pretende construir una zona de equipamiento urbano, con centros comerciales, escuelas privadas, cines, bares y demás. Esta sería el área de abastecimiento para los conjuntos residenciales que se instalarían en los alrededores. Igual sucedería con la Presa San Lucas, que actualmente ``la están rellenando'' para fincar sobre ella una zona comercial. Por último, la vía de Tulyehualco a la Glorieta de Vaqueritos se convertiría en un corredor de tiendas, desarrollos residenciales, servicios y demás, cuyas consecuencias iniciales serían ``la pérdida de la identidad en los barrios y un cambio arquitectónico que no va con Xochimilco''.
Aparentemente, no habría ningún obstáculo para el desarrollo de estos proyectos, puesto que el plan delegacional de desarrollo urbano los permite. ``En los tres caben como cien obras de todo tipo, chicas, medianas o grandes'', dijo, aunque aclaró que en términos generales se sabe de por lo menos 50 que están ya en marcha.
El consejero ciudadano rechazó asimismo que el club de gof ofrezca beneficios a la comunidad de Santa Cecilia, pues la instalación de mil 86 lujosas villas, con mil metros cuadrados cada una, contrastaría notablemente con la pobreza que existe en la zona.
De acuerdo con los planes de la empresa, el desarrollo inmobiliario representaría tres mil empleos fijos, en promedio tres por cada vivienda, lo cual en los hechos constituye ``un insulto para los xochimilcas, nos quieren tener en la categoría de sirvientes''.
Además de las anteriores existen otras dos razones por los que no se puede construir el campo de golf: que el uso de suelo no lo permite y que la zona donde está proyectado es un patrimonio de la ciudad. ``Pretenden adueñarse de las cañadas y los santuarios de aves que hay en la zona'', destacó.
Por lo pronto, Vital exigió al gobierno capitalino que inicie una investigación para determinar, primero, la propiedad legal del predio donde se pretende instalar el club y también para fincar responsabilidades a quienes ordenaron o solaparon el desmonte de las colinas de Santa Cecilia, pues en la práctica lo que se hizo ``fue preparar el terreno''.
En cambio, el vicepresidente de la Comisión de Ecología de la Asamblea de Representantes afirmó sin ambages que ``preferimos un campo de golf a una plancha de concreto, y si no pregúntele a los vecinos que les gusta más''.
Para el legislador el hecho de que la zona de Santa Ceclia esté considerada como de producción rural agroindustrial, en la que no se permite la construcción de viviendas, no es suficiente para preservar la ecología. ``Si lo dejamos así, al rato nos vamos con la finta y el ejidatario o el pequeño propietario fracciona o lo vende; en otros lugares, como el barrio 18, se ve cómo los propietarios fueron los que fraccionaron''. Por eso, a su juicio, ``es mejor que alguien llegue y me diga: necesito tantas hectáreas para un campo de golf'', pues finalmente ``son buenos para la recarga hidrológica porque casi todo es pasto''.
--Pero hay temor de que al extraer agua se afectarán los pozos que tiene la comunidad...
--Esa agua de todos modos se pierde, se la lleva la ciudad. Nada tiene que ver el campo de golf