Avante, el plan de un club de golf en Xochimilco
Alberto Nájar Funcionarios y políticos priístas lo niegan, pero en los hechos el proyecto sigue adelante. En Xochimilco el Grupo Inmobiliario Santa Cecilia pretende construir un campo de golf que contará, entre otros atractivos, con mil 86 villas de lujo, lago artificial, casa club, iglesia y centro comercial. Serán instalaciones de élite, y para muestra un botón: cada una de las viviendas se cotiza, desde ahora, en 800 mil dólares.
El ``conjunto campestre'', como lo denomina la empresa, se asentaría en un predio de 220 hectáreas ubicado en Santa Cecilia Tepetlapa, dentro de una zona que, según el recién aprobado plan delegacional de desarrollo, se considera como de Produc-ción Rural Agroindustrial y por lo mismo no está permitido la instalación de desarrollos inmobiliarios.
A pesar de este aparente obstáculo legal, el cabildeo entre funcionarios y representantes populares sigue con toda intensidad: apenas la semana pasada se presentaron los detalles del proyecto ante el Consejo Ciudadano.
De acuerdo con los planes de la inmobiliaria, en diez años la zona recibiría una derrama económica de 814 millones de pesos, pese a lo cual el proyecto encuentra resistencias entre la población, especialmente por el riesgo de quedarse sin agua. El conjunto campestre requiere de un suministro de 90 litros por segundo, parte de los cuales se extraerían de los dos únicos pozos que existen en la zona.
Por lo pronto, el Departamento del Distrito Federal aportará su granito de arena, pues dentro de sus planes para desalojar asentamientos irregulares en áreas de conservación incluyó a la colonia Tizincla, enclavada en la ruta de uno de los caminos que se construirán para comunicar al club de golf.
Hoyo en uno
El plan para construir el club en Santa Cecilia Tepetlapa no es nuevo, e incluso se planteó por primera vez en 1993 cuando se proyectó construir sólo 500 viviendas. En esa ocasión el rechazo de los habitantes pospuso el inicio de la obra, que estaba virtualmente autorizada.
Esta vez la propuesta es básicamente la misma, aunque aderezada con ofrecimientos para el pueblo, como la construcción de una escuela primaria, una plaza cívica y un centro comunitario, así como la donación de un terreno para canchas deportivas.
De acuerdo con el estudio de impacto ambiental elaborado por la empresa Planeco, en Santa Cecilia viven 4 mil 96 personas, la mayor parte mujeres, y sus principales problemas son el agua y el drenaje, de los que carece 50 por ciento de las 801 viviendas. El agua se recibe por tandeo, es decir, cada tercer día, y en un horario determinado.
A pesar de esto, durante los primeros años de operación el club de golf se abastecerá de los mismos pozos que sus vecinos, el S5 y S6, y posteriormente el líquido se tomará del acuaférico. Para completar sus necesidades se utilizarán aguas negras de las poblaciones cercanas, que serían tratadas en una planta propia; con ellas se regaría el pasto del campo de golf y posteriormente se incorporarían a los mantos freáticos.
El estudio de impacto ambiental no establece si los pozos S5 y S6 cuentan con capacidad suficiente para surtir al mismo tiempo al conjunto campestre, a Santa Cecilia y otras seis colonias más. Para la segunda etapa la intención es utilizar el tanque de almacenamiento de San Salvador, que tendrá capacidad de 500 metros cúbicos y será construido por la Dirección General de Construcción y Operación Hidráulica (DGCOH).
Situación similar se proyecta para los caminos de acceso al fraccionamiento, pues se pretende aprovechar los ya existentes y, al menos en un caso, construir uno nuevo. De acuerdo con los planos, este último cruzaría por el asentamiento irregular de Tizincla, que según la Comisión de Recursos Naturales será desalojado.
El proyecto que se presentó a los consejeros ciudadanos indica que la mayor parte de las 220 hectáreas serán espacios abiertos, pues el centro comercial, las villas, la casa club, la iglesia y las vialidades se asentarán en una tercera parte del terreno.
Además, de los 814 millones de pesos de la derrama económica, el campo de golf representará, en teoría, 3 mil em-pleos fijos de tipo doméstico, que se pretenden captar de entre los pobladores de Santa Cecilia.
De hecho, tanto Planeco como el Grupo Inmobiliario consideran que los únicos impactos desfavorables se presentarán durante la construcción del proyecto, para lo cual se proponen medidas como instalar sanitarios portátiles y regar constantemente durante los meses secos para evitar tolvaneras.
Que sí, que no
En su propuesta de plan delegacional de desarrollo urbano la Seduvi estableció que Santa Cecilia Tepetlapa y sus alrededores deberían considerarse como zona de conservación ecológica, por lo cual sería compatible con proyectos como el club de golf, campos de tiro o desarrollos campestres de baja densidad habitacional.
Sin embargo, al analizar el documento los consejeros ciudadanos rechazaron la propuesta y, en cambio, consiguieron que a esa área en particular se le diera una vocación de Producción Rural Agroindustrial, donde no se admite urbanización de ninguna especie.
Este es el plan que finalmente fue aprobado, aunque a decir de la consejera Silvia Soriano, ``no estamos seguros de que hayan admitido nuestras propuestas, porque no nos han dejado ver el documento''. Una razón para sospechar es el optimismo con que los funcionarios del Grupo Inmobiliario presentaron los detalles del proyecto en una reunión con el Consejo Ciudadano. ``Se comportan como si ya lo tuvieran todo autorizado'', dijo.
Por lo pronto un grupo de consejeros, el asambleísta del PRI Eduardo Mondragón y la delegación Xochimilco afirmaron por separado que no existen planes para el campo de golf ni tampoco para otras obras de ese tipo que en su momento se anunciaron como planes ya concretados. Todos coincidieron en descalificar a los inconformes, a quienes acusaron de formar parte de un grpo ``minoritario''.
Y mientras tanto, el presidente de la Comisión de Desarrollo Urbano de la Asamblea de Representantes, David Cervantes, advirtió que nada hay seguro en este proyecto, y adelantó que los legisladores efectuarán sus propias revisiones para constatar que lo aprobado por los consejos corresponde con la realidad. ``Si al revisar los planes delegacionales encontramos alguna incongruencia, la vamos a modificar sin duda alguna'', dijo.