El levantamiento del embargo al atún, congelado en el Congreso de EU
Angélica Enciso y Matilde Pérez El levantamiento del embargo atunero impuesto a México por Estados Unidos se pospuso indefinidamente debido a que el Senado de ese país no sometió a voto la modificación de la Ley de Mamíferos Marinos.
La Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca (Semarnap) informó que el gobierno de México ``evalúa el curso de acción a seguir a través de los recursos legales establecidos y reconocidos por la comunidad internacional''.
Agregó que México se ha distinguido por practicar una política exterior que promueve y privilegia esquemas de respetuosa cooperación multilateral por encima de mecanismos unilaterales, lo que le ha valido el reconocimiento amplio de la comunidad mundial.
Voceros de la Semarnap señalaron que el Senado estadunidense aplazó la aprobación de esa ley con el argumento de que el presidente de Estados Unidos, William Clinton, envió numerosas iniciativas para su aprobación.
La Cámara de Representantes del vecino país aprobó en agosto el levantamiento del embargo y sólo faltaba que el senado la ratificara para terminar con la sanción comercial, que lleva más de cinco años y que ha causado a México pérdidas superiores a 180 millones de dólares, sólo por concepto de exportaciones.
Las pérdidas totales que el bloqueo comercial ha causado a México suman 400 millones de dólares, debido a que el gobierno y el sector privado invirtieron en observadores del programa de Aprovechamiento del Atún y de Protección de Delfines, en actualización tecnológica de la pesca y en la contratación de un despacho de abogados para cabildeo en Estados Unidos.
El embargo atunero se decretó en 1991, con el argumento de que México ocasionaba una alta mortandad de delfines al pescar túnidos, lo cual ha sido calificado por las autoridades ambientales de ``sanción comercial bajo pretextos ecológicos''.
Estados Unidos emitió en ese año, en su Ley de Mamíferos Marinos, el concepto de dolphin safe, según el cual no se deberá capturar delfín alguno en la pesca de atún; únicamente se autoriza la pesca con brisas y palos, lo cual implica capturar atunes jóvenes con lo que se pone en riesgo la existencia de la especie, indicó la dependencia.
La modificación de la ley que impulsan sectores del gobierno de Estados Unidos, los países afectados y grupos ambientalistas busca que se retire el concepto dolphin safe.
A partir de ese periodo la tasa de mortalidad de los delfines por cada lance de red pasó de 1.91 a 0.38 mamíferos, según la dependencia. Este decremento de mortandad refleja la tenacidad y profesionalismo de los pescadores y la responsabilidad de los empresarios, lo que llevó a la creación del Acuerdo de La Jolla y la Declaración de Panamá.
La sanción se impuso a 12 países más de América Latina que firmaron los citados acuerdos, cuyo objetivo principal es reducir la mortalidad de delfines y aplica medidas de conservación y manejo para asegurar la sustentabilidad del atún a largo plazo.
México, reiteró la Semarnap en un comunicado, mantendrá su política de pesca responsable y cooperación estrecha con los países latinoamericanos.